La solidaridad está aprendiendo creole

27/01/2010
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Santo Domingo, enero (Especial de SEMlac).- Tal vez la sed se ha mitigado, porque la sed ha sido el peor síntoma de la tragedia, en particular para quienes quedaron heridas o heridos, o estuvieron sepultados bajo los escombros en Haití.
 
Quizás el hambre ha comenzado a ceder, no por los platos de comida que están repartiendo las tropas de Estados Unidos, sino por 27 cocinas móviles desplazadas desde República Dominicana y cientos de toneladas de alimentos que han estado cruzando el río Masacre y llegando en aviones desde toda Latinoamérica y más allá, gestionados por agencias internacionales y la ONU.
 
Los recursos monetarios también han fluido: desde la modestia extrema hasta el gran aporte de un tele y una radio maratón en Santo Domingo, que reunió casi 60 millones de pesos (casi dos millones de dólares), o el gran escenario donde artistas internacionales le cantaron al dolor, y también a la ilusión de un mundo más solidario y cálido.
 
Pero la incertidumbre, el dolor de las pérdidas de las gentes más cercanas y queridas y la sensación de haber sido olvidados por los diferentes dioses en que creen, hace de la población haitiana y su país, en este momento, el sitio más desolado de la tierra, no obstante los muros y las tierras removidas y lanzadas al vuelo por ese terremoto que nadie olvidará, ni aquí ni en otros lugares.
 
El nuevo zarpazo de la naturaleza en Jacmel, que ya había sido muy afectada por el sismo del 12 de enero y volvió a serlo en la última semana, ha consolidado la certeza de que cualquier cosa puede pasar y nadie está a salvo en este pedazo del mundo que arropa a una isla dividida en dos partes: una que habla en creole y otra que lo hace en español.
 
Precisamente, la necesidad de facilitar el entendimiento, en particular por parte de médicos y médicas que están prestando atención, ha movilizado a quienes en República Dominicana hablan este idioma o lo hacen en francés. Y no faltan quienes han conseguido asimilar rápidamente palabras básicas en creole. Este es el caso de Mayra Hernández, activista de una organización ecuménica, quien ha estado apoyando en un Banco de la Cruz Roja.
 
Muchísima gente, profesoras una parte de ellas, se ha integrado a la gestión traductora en los hospitales y otros sitios, tanto en Santo Domingo, a donde han venido centenares de heridos y heridas, como en las partes accesibles de Haití y, sobre todo, en las zonas aledañas a la frontera por Jimaní, a unas cinco horas de Santo Domingo, el punto más cercano por tierra a Puerto Príncipe y a ese enorme universo devastado.
 
La solidaridad dominicana se ha extremado en las atenciones de salud. El último viernes, en el mayor de los hospitales que atiende politraumatizados, el Darío Contreras, se hicieron 30 intervenciones quirúrgicas mayores. Pero no faltan los problemas: la mayoría de las personas haitianas que ya están en condiciones de dejar el hospital -donde hay muchos hospitalizados en los pasillos- no tienen a dónde ir; ni parientes de este lado, ni familia allá donde todo se derrumbó.
 
La Secretaría de Salud Pública ha anunciado que contribuye a crear un campamento de rehabilitación en territorio haitiano, a unos 30 kilómetros de la frontera, con posibilidades de atender hasta 600 personas. La cifra de quienes han sido dados de alta en los hospitales dominicanos que se hallan en esta situación es ya de 300.
 
Según informó a SEMlac Irene Mathieu, de la Comisión de Salud de la Concertación de Solidaridad, siguen registrándose problemas muy graves: todavía el riesgo de infecciones transmisibles no es tan alto como sí lo es el tétanos y la gangrena, precisó. Hay necesidad de antibióticos contra la sepsis, dado el riesgo alto de infección de las heridas.
 
"Muchos pacientes tienen sangre coagulada por estar inmóviles y por las heridas traumáticas. Hay necesidad de provisiones de cirugía, como desinfectantes, sierras y recursos para la anestesia y las suturas", agregó.
 
En un llamado del movimiento de solidaridad en Dominicana, Mathieu explicó que "la logística y la distribución organizada de víveres y provisiones médicas no está llegando bien, por eso la ayuda que viene por tierra, como la que se envía desde aquí, es crucial".
 
Feministas de América se juntan por Haití
 
Acá, en el lado dominicano, se ha iniciado la actividad logística para instalar, a finales de enero, un Campamento Feminista Internacional con recursos y mujeres que creen en la "sororidad", esa filosofía de hermandad que suelen practicar las feministas. Pero, más que eso, se trata de acudir a un llamado inaplazable de quienes se aferran a la esperanza, no obstante haberlo perdido casi todo.
 
Dos organizaciones dominicanas bien conocidas en el continente, el Centro de Investigaciones para la Acción Femenina (CIPAF) y la Colectiva Mujer y Salud, son las promotoras de la iniciativa, según dijo a SEMlac Magaly Pineda, directora de CIPAF.
 
"Es un esfuerzo colectivo, organizado bajo la responsabilidad de las dos entidades que lo coordinan, y compuesto por todas las organizaciones e iniciativas que se comprometan a hacer acciones concretas bajo la premisa de contribuir a organizar, fortalecer y apoyar a las mujeres de Haití y a sus organizaciones.
 
"Se organizará como un espacio de referencia para la solidaridad internacional", recalcó. Pineda insistió en que trabajarán directamente con las mujeres de Haití y por eso convocan de manera singular a los grupos y organizaciones "que quieran que lleguen los recursos, directamente a las mujeres, en su papel de promotoras de atención primaria de todo tipo en sus comunidades".
 
Las ejecutivas de esas dos organizaciones, Sergia Galván y Magaly Pineda, estaban este fin de semana solicitando a sus pares en el continente apoyo para adquirir en Dominicana y Panamá recursos imprescindibles: sábanas, carpas, almohadillas higiénicas; alimentos como sardinas y enlatados diversos, además de medicinas.
 
El equipo ha pedido a SEMlac reproducir los datos bancarios a los que pueden enviarse las donaciones que posibiliten este esfuerzo. La cuenta habilitada para esta iniciativa es:
 
Colectiva Mujer y Salud, Banco de Reservas, Cta Corriente No. 010-251497-6, Swift code o ABA No. BRRDDOSD, C/ Isabel La Católica No. 201, Zona Colonial, Santo Domingo, República Dominicana.
 
El Campamento contará con un Centro de servicios de atención primaria de salud integral. También habrá un servicio de comunicaciones en el que harán acto de presencia las pioneras en transmisiones en Internet desde las mujeres: Radio Internacional Feminista, y además las que alimentan blogs y redes electrónicas organizadas por mujeres en la región. Así también nuestra agencia SEMlac, la mexicana CIMAC, el Cotidiano Mujer de Uruguay, y otras.
 
Tomará el nombre de Myriam Merlet, una muy destacada luchadora que pereció en esta contingencia, donde también murieron Magalie Marcelin y Anne Marie Coriolan, fundadoras de tres de las organizaciones más importantes en Haití que trabajaban por las mujeres y niñas.
 
Nacionalismo e insensibilidad también toman la palabra
 
En esta coyuntura de grandes tristezas, la inmensa mayoría de la población está haciendo su aporte a favor de Haití, como es el caso de 10.000 choferes de autos públicos que han donado sangre. Sólo en un día de esta semana, uno de los puestos de la Cruz Roja recibió 1.000 donaciones y el promedio en los otros Bancos de Sangre ha sido entre 100 y 300.
 
Pero también hay gente insensible que se añade a quienes practican un nacionalismo anti haitiano. En estos días, varias figuras del movimiento de mujeres han tenido que polemizar con Adriano Miguel Tejada, director de Diario Libre, el matutino gratuito de mayor circulación, y un caricaturista, Harold Priego, que ha dado vida a personajes representativos de segmentos humildes del pueblo, quienes, por lo general, abogan por la justicia y combaten la corrupción.
 
En esta aciaga circunstancia, Tejada la emprendió en un editorial contra la lideresa dominico haitiana Sonia Pierre, directora del Movimiento de Mujeres Dominico Haitiana (MUHDA), galardonada con el Premio de la Fundación Robert Kennedy y muy reconocida por sus luchas, a quien colocaron ajena a la tragedia de ese pueblo. Se preguntó Tejada, ¿dónde está Sonia Pierre?, y Priego la dibujó muy elegantemente vestida, mirando cómo llegan los contenedores con ayuda para ese pueblo.
 
El director de Diario Libre recibió un centenar de cartas y correos de rechazo por el ataque a Pierre. Denise Paiewonski, Lourdes Contreras, muchísimas personas sin cargos ni títulos, más Sergia Galván, directora de la Colectiva Mujer y Salud, le dejaron conocer al periodista todos los lugares en Haití donde podría encontrar a Sonia Pierre luchando frente a la muerte.
 
Galván le escribió: "Sonia está en Puerto Príncipe respirando el olor a muerte. Y secando las lágrimas de la violencia desnuda. Sonia está en Delmas cercenando la gangrena de la vida rota. Y sirviendo de muletas a los mutilados de la pobreza. Si realmente quiere encontrarla, pónganse el traje de la solidaridad, las botas del amor al prójimo y quítense la gorra de la cizaña y les aseguro que la encontrarán junto a la mayoría de dominicanas y dominicanos mostrando su rostro solidario".
 
"Otros riesgos" reclaman miradas y acciones claras
 
En este panorama tan sombrío, pero tan esperanzador, donde lo mejor de la gente resiste y se crece, muchísimas entidades y personas están expresando sus angustias, no sólo por la intranquilidad de que pudiera ser cierto que el proyecto Haarp de Estados Unidos, de desestabilización de campos magnéticos en el planeta, pudiera haber provocado este sismo descomunal, sino también porque la presencia estadounidense en Haití no augura nada bueno.
 
El último jueves se dijo que, después de poner su bandera en la torre de control del aeropuerto, Estados Unidos habría impedido el aterrizaje de un avión de Brasil y otro de Francia en la pista de Puerto Príncipe.
 
Una Mesa de Articulación de Asociaciones Nacionales y Redes de ONGs de América Latina y El Caribe, que se ha vitalizado en función de Haití, acaba de hacer una declaración contundente con sugerencias muy concretas para apoyar a la nación caribeña y alertar sobre la ocupación de Estados Unidos allí.
 
El colectivo lo conforman organizaciones de Brasil, Chile, Perú, Uruguay, Colombia, Guatemala, México, Paraguay, Argentina, Venezuela, Bolivia, República Dominicana y Redes Regionales de ONG, entre las cuales están la Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción al Desarrollo, la Articulación Feminista MARCOSUR, el Consejo de Educación de Adultos de América Latina y la Asociación Mundial de Radios Comunitarias de América Latina y El Caribe.
 
La Articulación demanda "la inmediata condonación de la deuda externa, que asciende a 891 millones de dólares. Estaremos atentos para que esta tragedia no sea aprovechada por los grandes intereses transnacionales para imponer un modelo de desarrollo que ha demostrado su fracaso, dejando de lado el derecho del pueblo haitiano de forjar su propio futuro. Este desastre no debe convertirse en una oportunidad para que se fortalezca la ocupación militar en el territorio haitiano", asegura.
 
Alertan de que la ayuda no presuponga nuevos endeudamientos con el Banco Mundial, el BID o el FMI, y subrayan que "la coordinación de la ayuda urgente debe estar en manos de las Naciones Unidas. Manifestamos nuestra preocupación por la intención de países como Estados Unidos de querer manejar la ayuda de manera unilateral".
 
La Articulación critica a las grandes cadenas de comunicación que, al resaltar episodios de violencia, pueden estimular la militarización de la ayuda. En su declaración, dada a conocer el sábado, piden también que la MINUSTAH, los cascos azules de la ONU, sea "reconvertida en un cuerpo de asistencia técnica que ayuda al pueblo haitiano a organizarse comunitariamente".
 
Luego, el grupo continental enumera pasos para "conformar un consejo coordinador de la ayuda para el corto plazo, mientras se estructuran los planes para la reconstrucción en el mediano y largo plazos, donde primen las necesidades de los haitianos y haitianas, con representación del gobierno haitiano, de la sociedad civil, de Naciones Unidas y de los países que hoy lideran la ayuda internacional".
 
Finalizan su declaración con estas palabras: "Las ONGs de América Latina ponen a disposición sus voluntades y capacidades para trabajar con el pueblo haitiano en la reconstrucción de su país, escuchar sus demandas y respetar su soberanía".
 
 
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