Queremos gravitar políticamente para lograr la integración de los pueblos

Mariano Vázquez

02/12/2009

Opinión

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A una semana del inicio de la cita más importante para las organizaciones gremiales del sur de América, el secretario de Relaciones Internacionales de la CTA y titular de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (CCSCS), Adolfo Aguirre, da cuenta de los desafíos para el 2010, la necesidad de generar propuestas superadoras y la pelea por una justa distribución de la riqueza.

- Aguirre, el 7 de diciembre se desarrollará en Uruguay la Cumbre Sindical del Cono Sur, ¿qué expectativas hay ante esta cita que encuentra a la CTA asumiendo por primera vez la secretaria general de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur?

Las expectativas son las mejores. Estamos preparando una delegación importante de dirigentes de la CTA de todo el país para participar de esta Cumbre Sindical del Cono Sur, que tendrá como objetivo el fortalecimiento de la integración por una justa distribución de la riqueza, que ha sido el lema que definimos en la última plenaria de la Coordinadora y que apunta a buscar el máximo de potencialidad que tiene el sindicalismo del cono sur.

- ¿Qué nivel de representación tendrá la Cumbre?

El máximo. La presencia es de primer nivel, en donde estarán los presidentes de la mayoría de las 13 centrales que integran la Coordinadora, entre ellos nuestro secretario general Hugo Yasky. Y también el secretario de Política Económica y Desarrollo Sustentable de la CSA Rafael Freire y los presidentes de la Federaciones Internacionales de Trabajadores. Hay una conciencia colectiva de que necesitamos construir nuevos acuerdos del sindicalismo, no sólo para interpretar cómo estamos, sino para definir hacia dónde vamos para gravitar políticamente en una integración que no sea de mercados, si no de los pueblos.

- ¿Cuál es la agenda del encuentro?

La agenda de la Cumbre arrancará el 5 y 6 de diciembre con un seminario de Seguridad Social desde la perspectiva de género y los desafíos del trabajo doméstico para la organización sindical; con el Encuentro sindical de Jóvenes del Cono Sur y la Reunión Grupo de Integración Hemisférica de la Confederación Sindical de las Américas (CSA). El 8 será la presentación de la Comisión de Justicia y el relanzamiento de la Comisión de Derechos Humanos. El día 7 habrá dos paneles y el debate en plenario. Uno de ellos abordará la realidad política y social que tenemos en el sur de América; el segundo panel será sobre los desafíos y prioridades que debería tener el sindialismo para el 2010. La idea es: más que decir qué nos molesta es poner por delante la construcción de una hoja de ruta para gravitar políticamente en todos los campos: con los Presidentes de la región, en estrategia institucional, en materializar las normativas y en derechos fundamentales de la OIT. El sindicalismo de por sí tiene unos quinces ejes temáticos de desarrollo sostenido, como la energía, el modelo de desarrollo productivo, el cambio climático, los derechos humanos, la justicia, son campos temáticos en los que podemos movernos muy bien porque tenemos mucho trabajo acumulado. Sabemos lo que no queremos, el tema es cómo estructuramos, con todo este saber que tiene el sindicalismo, el qué queremos y cómo se hace. Estrategia institucional que incluya legislaciones, acuerdos, propuestas.

- Estas cumbres siempre se realizan en forma paralela a la de los Presidentes del Mercosur, ¿a qué tipo de vínculos busca la Coordinadora llegar en esta nueva etapa que se inicia con la secretaría general en manos de la CTA?

Estamos en un cambio de ciclo para ver si podemos movernos de lo posible a lo necesario y cómo se construye el programa para eso. El cambio de ciclo importantísimo es que José Mujica es el nuevo presidente de Uruguay y un día antes de la Cumbre vamos a tener la noticia y vamos a aplaudir con mucha alegría el triunfo de Evo Morales en Bolivia. Son dos íconos que pueden expresar lineamientos de transformación, es decir, salirse de lo posible. Un ciclo para profundizar transformaciones tanto en los ámbitos de Estado y Sociedad, como en legislaciones que se salen de los cepos, de los moldes que pusieron los organismos internacionales. Por ejemplo, la legislación por la que avanzó Bolivia es para sacarse el sombrero y aprender de eso porque se convirtió en políticas de Estado. La transformación es pelea por eso se requiere un sindicalismo que esté a esa altura.

- ¿Y cuál es la pelea central?

Para lograr igualdad hay que pelear contra la concentración. Un dato político, por el voto popular se puede acceder a cosas soñadas. Eso lo ha demostrado América Latina. También hay que plantar cara en 2010, cuando sea la Presidencia Protempore de la Argentina y Brasil en el Mercosur con los intentos de llegar a un acuerdo de asociación Unión Europea-Mercosur. Es importante para la CTA y la región porque se pretende impulsar un tratado de libre comercio en donde los trabajadores estaríamos en inferioridad de condiciones en relación a los europeos y donde se beneficiarían algunos sectores del comercio. Durante la presidencia de España en la Unión Europea en 2010 es cuando se quiere materializar este TLC que hace 10 años nos pretenden imponer.

- En Honduras fue truncado un proyecto popular y en elecciones ilegales avaladas por los Estados Unidos se les ha pretendido lavar la cara a quienes el 28 de junio dieron un Golpe de Estado y expulsaron al presidente constitucional Manuel Zelaya, ¿cómo se actúa ante este dato negativo para los proceso de cambio en América latina?

El sindicalismo del mundo repudió el golpe de Estado en Honduras y por eso celebramos la carta que la CSI (Confederación Sindical Internacional) le envió a la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton repudiando el aval a las elecciones ilegales en Honduras y exigiendo que desconozca el resultado electoral de un gobierno de facto. La Cumbre seguirá en la misma linea, y las acciones deben seguir presionando a nuestros gobiernos para que desconozcan al gobierno que surja de estas elecciones, si no ocurre eso la OEA pasará a ser una anécdota y todos los avances que se hicieron desde el fin de la Guerra Fría serían una burla total porque un grupo de empresarios de San Pedro Sula con socios norteamericanos se habría burlado del mundo. Unasur, Mercosur, Pacto Andino, deben desconocer ese gobierno fraudulento.

- Agencia de Noticias de la CTA (ACTA)

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