La ciudad de Miami, urbe en la que pululan centenares de organizaciones de corte terrorista, aherrojadas por la intolerancia y encontrados sentimientos de frustración y venganza, vio nacer el pasado primero de octubre a un nuevo engendro del extremismo y la ultraderecha: la American Democracy Watch (ADW). Según declararon sus organizadores a la agencia española EFE, la misma está encaminada a enfrentar una supuesta injerencia del presidente Chávez en América Latina.
Baste conocer a sus miembros fundadores para evaluar que estos caceroleros intransigentes, imitadores de gente como la Vigilia Mambisa de Miguel Saavedra, pretenden con marchas y revueltas callejeras, crear un estado de opinión a favor de los golpistas hondureños, en contra de los países del ALBA y promocionar una imagen de defensores de la democracia y los derechos humanos, en franco contubernio con los representantes de la derecha republicana en Miami.
Favorecidos por Ileana Ros Lehtinen y los hermanos Díaz Balart, este grupo de contrarrevolucionarios radicados en Miami representan los más sórdidos intereses de la burguesía venezolana, boliviana, hondureña, nicaragüense y cubana, que han echado pies en polvorosa ante los avances de procesos revolucionarios y progresistas en sus países de origen. Ligados por ideología y por recibir de ellos fuentes de financiamiento, los miembros de ADW, apoyan irresolutamente a los contrarrevolucionarios venezolanos radicados en Miami, atacando junto a ellos a la Revolución Bolivariana.
Ayer 13 de octubre de 2009, en unión de otros grupúsculos de origen anti cubano como UMAP y la Junta Patriótica Cubana, los directivos de ADW y de la Organización Hondureña Integrada Francisco Morazán, convocaron a una nueva vigilia, entiéndase show mediático, para denunciar supuestos asesinatos cometidos en Cuba, Venezuela Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Otra vez la calle 8 de la Pequeña Habana los verá con sus acostumbrados alborotos, favorecer un discurso político basados en detractar a los gobiernos progresistas latinoamericanos mediante la difusión de falsas acusaciones contra los mismos en relación con el tema de los derechos humanos.
Su presidente, Francisco Portillo, ha defendido abiertamente el golpe de Estado contra el presidente constitucional Manuel Zelaya Rosales. Dirigente de una organización que ultraja al héroe hondureño al usar su nombre, la Organización Hondureña Integrada Francisco Morazán, defiende la realización de elecciones en Honduras, el próximo 29 de noviembre, excluyendo el retorno de Zelaya a la presidencia, posición compartida por los republicanos de derecha que han visitado recientemente Tegucigalpa. Su servilismo a los amos derechistas dentro del Congreso norteamericano, ha llegado al extremo de sugerir su participación en los próximos comicios como garantes internacionales.
La alianza de Portillo con los golpistas se puso de manifiesto el pasado 3 de octubre cuando con repudiable adulonería pidió la bendición de Dios para las FF AA de Honduras, a las que felicitó en el Día del Soldado hondureño, sin tener en cuenta que esos mismos militares hoy reprimen a su pueblo y ensangrientan las calles de Tegucigalpa y otras ciudades de Honduras.
Hace tres meses, el 10 de julio 2009, Portillo volvió a convocar a un grupo de hondureños y a sus socios de la mafia de Miami frente al Consulado hondureño en Miami, para presionar al presidente Barack Obama para que no apoye la restitución de Zelaya y ofrezca ayuda sin condiciones al golpista Micheletti.
Los ataques contra los países del ALBA no es un tema nuevo dentro del discurso político de Portillo, quien ha realizado frecuentes declaraciones al respecto a la prensa mediática de Miami y ha convocado, bajo la tutela de los mafiosos cubanos de Miami y el apoyo de sus congresistas ultraconservadores, para realizar labores de cabildeo dentro del Congreso norteamericano, en un intento por secuestrar la política de Obama hacia el conflicto hondureño. La adhesión de Honduras al ALBA el 25 de agosto de 2008, provocó de inmediato la reacción de los derechistas capitaneados por Portillo, quien declaró a raíz de este hecho: “Estamos muy preocupados con estas actuaciones del presidente Zelaya; no le traen ningún beneficio a los hondureños ni a la comunidad residente en Estados Unidos. Recogeremos firmas para enviárselas al presidente del Congreso, Roberto Micheletti, y a los diputados para que no aprueben el Alba, que sólo desestabiliza la frágil economía”.
Los socios de Portillo en esta aventura mediática y contrarrevolucionaria han sido reconocidos terroristas y extremistas de origen cubano, venezolano y nicaragüense. Pruebe de ello, por citar un ejemplo, es que la ultraderechista Junta Patriótica Cubana de Miami, le ofreció su sede, sita en el 4600 NW 7 street, a los miembros de ADW para que se reunieran el 31 de agosto de 2009 con el fin de enrumbar sus próximos pasos. Como resultado de esta reunión, los miembros de la ADW movilizaron el 4 de septiembre a un grupo de personas bajo la consigna de “No más Chávez”.
Otro destacado colaborador de Portillo dentro de la mafia terrorista anticubana, es Emilio Izquierdo Jr., Secretario de Relaciones Publicas de la Asociación UMAP, quien en julio de 2003 se opuso a la posible presencia de músicos cubanos al evento de los Premios Grammy Latino, que se celebrarían en septiembre de ese año. Desde su cargo dentro de la organización UMAP ha actuado reiteradamente en protestas callejeras a favor del arreciamiento de las medidas anticubanas y ha promovido serios desórdenes callejeros en Miami ante la presencia de artistas cubanos, tal como sucedió en 1999 cuando la visita del grupo Irakere.
Los vínculos de Portillo y de ADW con contrarrevolucionarios cubanos se han puesto de manifiesto en las actividades anticubanas y anti bolivarianas en las que ha participado, haciendo compañía a reconocidos terroristas radicados en Miami. Allí se le vio en una marcha dirigida contra el presidente Chávez y la Revolución Bolivariana, efectuada el 29 de enero de 2003. Un año después, el 27 de marzo de 2004, la calle 8 de Miami vio a Portillo en compañía de contrarrevolucionarios de Alpha 66, de Cuba Independiente y Democrática, Unidad Cubana, UMAP y del Congreso Nacional Cubano.
Llama la atención que en las actividades antichavistas promovidas por Francisco Portillo y sus socios de compañía, los gusanos cubanos y los escuálidos venezolanos de Miami, se han visto terroristas de repudiable historial criminal confraternizando con autoridades del Condado Miami Dade, así como con congresistas de ultraderecha. El 18 de enero de 2003, los caceroleros contrarrevolucionarios desfilaron en compañía de personajes como el entonces alcalde de Miami, Alex Penelas, Lincoln Díaz Balart, el corrupto ex secretario general de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Carlos Ortega, el ex ministro de Defensa venezolano Radamés Muñoz, así como otros destacados extremistas. Varios miembros de la Junta Patriótica venezolana, aliada en actividades terroristas con los Comandos F 4, estuvieron presentes en actividades asociadas a los actuales integrantes de ADW.
Uno de los más destacados integrantes de la American Democracy Watch es Elio Aponte, presidente de la Organización de Venezolanos en el Exilio (ORVEX), la que se ha erigido como una organización que intenta capitanear las campañas contra los países del ALBA en Miami, fundamentalmente contra Cuba, Venezuela y a favor del golpista Micheletti.
El propio Aponte, en irrisoria demanda, exigió al presidente Hugo Chávez el 29 mayo de 2007, que abandonara el poder en menos de 72 horas o tendría que atenerse a las consecuencia. Esta amenaza quedó en el olvido pues ni ORVEX ni los escuálidos han podido socavar la fortaleza de la Revolución Bolivariana.
Muchas han sido las denuncias que vinculan a Aponte y a ORVEX en el financiamiento y estimulación a las actividades de la contrarrevolución interna dentro de Venezuela. Según denunció Aporrea en julio de 2007, miembros de ORVEX y la Fundación Nacional Cubano Americana estaban financiando las actividades de grupos de estudiantes en Caracas, vinculados a desórdenes y la indisciplina social desestabilizadora. El propio Aponte declaró al respecto:”Estamos abriendo caminos para enviar suministros desde los Estados Unidos, así como apoyo moral y tecnología de lucha no violenta”.
Una vez más apareció ORVEX vinculada a la CIA y a organizaciones anticubanas, cuando el 24 de septiembre pasado se dio a conocer que cien estudiantes universitarios venezolanos fueron entrenados en Miami en técnicas de subversión callejera y desarrollo de motines, así como adoctrinamiento ideológico, para desestabilizar al gobierno venezolano de Hugo Chávez. Sin más demora, dichos estudiantes regresaron a Venezuela y montaron un show mediático frente a la representación de la OEA en Caracas.
La participación de ORVEX y de la Organización Hondureña Integrada Francisco Morazán, en franca alianza con la mafia terrorista anticubana de Miami y la ultraderecha republicana, en la creación del nuevo engendro contrarrevolucionario denominado American Democracy Watch, están condenadas al fracaso. El ALBA sigue adelante días tras día en franco fortalecimiento, mientras el clamor mundial condena a los golpistas hondureños. La verdad de los hechos habla por sí sola.