Uruguay

Frente Amplio para militar

Susana Andrade

22/08/2009

Opinión

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De cara a las próximas elecciones, llega el momento clímax de enarbolar banderas y decir “Acá estamos pueblo, votanos” aunque para los frenteamplistas todos juntos, ese hecho es detonante de una realidad palmaria: el Frente Amplio con sus logros no paró de hacer “campaña política” si quieren llamarle así, durante el Gobierno, porque se preocupó de instalar mecanismos para beneficio de la gente. El uso de los derechos consagrados en la constitución de la República como vivienda, salud, trabajo, salarios y seguridad social dignos fue y es preocupación fundamental.

Tales obligaciones del Estado para con sus integrantes eran letra muerta hasta que asumió la izquierda en el 2005. Con todas las dificultades instaladas como sarro social en las estructuras de la administración pública, legadas por los colorados y los blancos históricamente instalados en el poder en un “tuya mía” que llevó al país casi a la bancarrota, aún así se han hecho verdaderos cambios que esperamos profundizar en un próximo período. Por eso es necesario movilizar y redoblar la militancia de aquí al 25 de octubre pues se necesita el máximo de voluntades. Equitativa distribución de la riqueza y justicia social en todos los ámbitos nacionales para que haya democracia e integración en la ciudadanía. No más fracturas en el tejido de nuestra sociedad. Hay que hacerle entender a los compatriotas que somos iguales con hechos. Si todo no está bien todavía, es porque se necesita más tiempo para orquestar los planes en bien de la población que el Frente propuso, implementó en parte en estos cuatro años y pico, y sigue proponiendo.

A los beneficiarios de las operaciones de ojos o del plan Ceibal no se les preguntó pelo político para brindarles lo que por derecho constitucional tenían que haber disfrutado hace tiempo y sólo el FA tuvo presente. También se acabó la cultura de la mendicidad partidaria o la conocida “tarjeta de presentación” para obtener “favores” a cambio del voto. Una “parlamentocracia” que hacía pensar a la gente que los puso allí, que los legisladores eran súper poderosos y les concedían “gracias” de vez en cuando si gozaban de buen humor.

Aunque no le guste a la contra, hoy existe el derecho a la visión, a la salud en general, a la herramienta informática desde la escuela para tener igualdad de oportunidades en el conocimiento, y el discurso es; hay libertad de elegir tú y tu conciencia a quien vas a votar. En este gobierno no se toma de rehén a ningún oriental porque detentamos derechos por el sólo hecho de serlo. Muchos no sólo volvieron a tener visión, sino que se les cayeron las vendas para ver dónde está la sincera intención de que estemos bien todos y no sólo algunos. Incluso habiendo dado estabilidad a una economía que casi no sintió la crisis global. Cinco años no alcanzaron porque falta mucho por hacer y por eso se pide a la población que sea un aluvión de gente votando Frente Amplio para continuar con planes integradores de desarrollo y un nuevo concepto de país. Está acabando la caridad y empezando la justicia, como escribió Benedetti y cantan los Olimareños.

Aquellos que inventaron la indigencia uruguaya mal pueden tener estrategias para combatirla. Los dirigentes rosados o blanquicolorados a los que molesta el concepto de “clases”, están acostumbrados a privilegios heredados y centenarios basados en el olvido de las necesidades de los sectores humildes de la población de los cuales desconocen todo. Ni siquiera saben diferenciar entre carencia económica y mugre a los que prejuzgan sinónimos al mandar bañar a los marginados como si la pobreza se quitara con jabón.

Los sistemas neoliberales aplicados en administraciones anteriores fueron génesis de una marginación aguda hoy paulatinamente en retroceso, gracias a las políticas sociales del FA recuperando ciudadanía.

Sólo invitamos a reflexionar antes de elegir a quién votar.

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