Golpe de Estado en Honduras
Análisis de coyuntura: 17 de agosto de 2009
16/08/2009
- Opinión
Esta semana que inicia se presenta con varias situaciones importantes de resaltar. Sin duda alguna la Misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH será un factor muy importante para conocer in situ (en el lugar de los hechos) las graves violaciones a los Derechos humanos cometidas por el régimen de facto de Roberto Micheletti.
Debemos de estar muy pendientes de los informes de esta Comisión, puesto que de ellos se podrían estar derivando responsabilidades criminales y civiles contra los golpistas, deducidas en las Cortes Internacionales. Pero además este informe debería ser un importante soporte para la toma de medidas administrativas más agresivas contra los golpistas y violadores de los Derechos Humanos de parte de las autoridades de Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros.
Adicionalmente estamos seguros, tal y como lo ha dicho el Secretario General Insulza, el documento sobre el estado de los Derechos Humanos en Honduras de la CIDH será un insumo fundamental para la suspendida misión que la próxima semana tendrá la Comisión de Cancilleres de la OEA, que llega al país con el fin de ultimar detalles relativos a la posición de los golpistas en cuanto al Plan Arias.
Mientras tanto al final de esta semana tendremos, sino pasa nada extraordinario, la visita del Presidente Zelaya a Washington pospuesta desde la semana pasada. El Presidente Zelaya llegará a Estados Unidos, después de recibir nuevamente el apoyo incondicional de muy importantes Gobiernos de América cómo México, Ecuador, Brasil y Chile.
La gira realizada por el Presidente Zelaya a Sudamérica, ha dejado nuevamente claro, que los gobiernos de América, al unísono y de manera enérgica, están apoyando el retorno de Zelaya como salida única a la crisis y cómo requisito indispensable para asegurar que los golpistas de Honduras y sus patrocinadores derechistas de todas las Américas, no sientan ni siquiera un mínimo sentido de triunfo en este golpe a la democracia y a las aspiraciones de las mayorías.
Por otro lado está claro que la fortaleza de la resistencia interna contra el Golpe de Estado, se está manteniendo firme y en pie de lucha. No ha habido un solo día en que la resistencia no realice actividades de protesta y resistencia pacífica contra los golpistas. Dejando claro, a todos los observadores, que la mayoría del pueblo hondureño quiere una vuelta al orden constitucional. Sin duda alguna, la consistencia y la capacidad para sostenerse de la resistencia contra el golpe es un elemento determinante para cualquier solución a la crisis y el Departamento de Estado lo sabe. Sobre todo debería preocuparle que cada día que pasa, se vuelve cada vez más irreal la posibilidad de que sean aceptables o siquiera realizables en la fecha prevista y con las reglas establecidas, las próximas elecciones.
Pero también sabemos que la paciencia interna de todos los grupos se está perdiendo, que la Resistencia en las calles está manteniendo una disciplina “increíble y heroica” aún cuando recrudece la represión y se engrosan las listas de muertos, torturados, desaparecidos, perseguidos políticos y presos políticos.
Sentimos que algunos de los miembros de la resistencia quisieran radicalizar la lucha separándose de las calles, pero sabemos que los militares están en los cuarteles” listos para la guerra”, sólo esperando una mayor radicalización para “abrir fuego” contra la resistencia.
Sabemos también que los golpistas están divididos aún cuando sigan dando una imagen de unidad. Esa división deja por un lado a unos por sus responsabilidades directas en las violaciones de los Derechos Humanos que sin duda son los que tienen más que perder y por otro lado aquellos que están contando sus pérdidas. Ambos siguen esperando que las negociaciones de San José, no los dejen tan mal parados y puedan recuperar la caída libre de la economía a través de la posible cooperación internacional que tendría que acompañar la restitución del Presidente Zelaya, pero sobre todo la caída política de la desenmascarada “clase política tradicional”.
De manera que esperamos que durante la próxima visita de Mel a Washington, el Departamento de Estado de la Unión Americana, pueda definir una “ruta crítica definitiva” para llevar rápidamente a la restitución de Zelaya a la cabeza del Gobierno Hondureño. Todos sabemos que el Departamento de Estado no puede darle largas al asunto mucho más tiempo y también sabemos que Mel ha sido muy contundente al aceptar que él estaría dispuesto a firmar los acuerdos de San José impulsados por el Presidente Arias.
Washington tiene la palabra. Mel, la resistencia y el resto de países latinoamericanos han esperado y siguen esperando pacientemente que Washington de la estocada final a los Golpistas. Si esto no ocurre pronto, la moneda que sigue en el aire, podría caer al suelo, quedando de lado la propuesta del Plan Arias.
Guatemala, 17 de Agosto, 2,009.
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