Una lectura desde el referéndum 2007 en Costa Rica.

La disputa izquierdas-derechas como legitimación del centro?

05/08/2009
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Los movimientos sociales se componen de diversos sujetos sociales en situación y con diversos y asimétricos capitales (siguiendo a Bourdieu) sociales, culturales, simbólicos, materiales, etc. Los cuales, acorde a sus posibilidades, límites y alianzas estratégicas con otros actores logran potenciar o no sus agendas de lucha, dentro de una formación social. Que, como afirmaba Gramsci, implica una compleja articulación de trincheras supra y super estructurales, donde las sub-determinaciones, son las que pesan (Samir Amin) !Esta es la arena de lucha!. Y que debido a su articulación dinámica, histórica y siempre flexible ganan y/o pierden terreno de lucha política.
 
 Asunto que quedó patente en el proceso de acumulación de fuerza del movimiento anti-TLC, dónde se perdió potencia e iniciativa, ante la emergencia, por una parte del Frente de Lucha contra el TLC y su dinámica autónoma-intelectual-mediática, que a la postre tomó protagonismo en el 2007 y a la salida institucional centrista del referéndum que fracturo todo el proceso de acumulación de fuerza social que venía al menos desde el 2003. Es decir, tras dos años de haber gestionado el referéndum podemos cuestionarnos: ¿Puede existir una izquierda sin derecha? ¿Puede pensarse un espacio político sin centro?
 
A mi juicio, re-invindicar la lectura de esta tríada es casarse con la lectura europeísta de Norberto Bobbio (por ejemplo). Donde la dicotomía derecha-izquierda lo que hace es legitimar y reforzar la preponderancia del centro. Es decir, una lectura topológica que valida la propuesta reformista, a la vez que genera en las izquierdas la ilusión de identidades falsas, es decir, la identidad como un dato. Esta identidad de izquierda como mesiánico, demonio, “comunista”, “terrorista”, etc. Cuando en realidad la “identidad” es un proceso que media entre la auto-producción del propio espacio epistémico (y hasta ontológico) de lucha y las identificaciones falsas que otros actores le atribuyen a los que se “quieren” de izquierda.
 
Luego, volviendo a la pregunta ¿puede existir una izquierda sin derecha? Y por ende sin centro. Desde mi humilde criterio si es posible. Porque las izquierdas implican una o varias sensiblidades de lucha, desde varios espacios sociales de lucha, que pueden o no tener referentes teóricos que le impulsen a su praxis.
 
Por su parte, “la derecha” existe como una “naturalización ontologizante” de la dominación de la lucha de clases, que expresa y condensa a los “ganadores”. Quienes han construido y legitimado “su” historia (story) su verdad (como afirmaría Foucault), no la histotia (history). Clarísimo aspecto con la legitimidad naturalizada de La Nación o Telenoticias, para el caso costarricense, al cual, un importante contingente de la población lo asumen su versión como: LA VERDAD.
 
Es decir, en la triada izquierda-centro-derecha, el centro aparece como un “espacio” que se hipostasia como “EL legítimo”: de acercamiento y mediación entre la dicotomía derecha-izquierda. Por ende, al que todos aspiraríamos. Es decir, “buenito” (como diría Habermas: dialógico) donde los diversos sectores y actores renuncian explicita ó implícitamente a sus aspiraciones pro o anti sistémicas y como reunidos en la “gran familia” - y con ello reproduciendo el paternalismo autoritario de nuestra cultura política, como la ha analizado, magistralmente, Manuel Solís, en sus diversos textos-.
 
Renunciar a las propias, luchas y objetivos estratégicos como sucedió durante marzo-octubre 2007 en el referéndum de Costa Rica, favoreciendo un espacio "central-de-encuentro-dialógico-democrático" que se quería neutral y hasta (ilusoriamente) dialógico como lo era el referéndum. Es asumir esa lectura topológica que favorece el centro y por ende a la "derecha", y por ello, implica ya de sí, regalar la iniciativa táctica en la lucha de clases. En resumen, ¿si hubiese ganado el NO las fuerzas que se (regalemos) “quieren” de derecha hubiesen renunciado sin más a sus objetivos estratégicos de CLASE?
 
Luego, de cara a esta nueva coyuntura electoral costarricense ¿que opción político-partidista apoyar en este 2010? Eso es una discusión, no un dato.
 
- Javier A. Torres-Vindas es Sociólogo costarricense. http://socioarte2.blogspot.com
https://www.alainet.org/es/active/32207?language=es
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