La derecha sin candidato único frente a las elecciones generales de diciembre

La oposición fragmentada

04/06/2009
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Hechos: a seis meses de las elecciones presidenciales, la oposición no ha conseguido articular una candidatura única que pueda enfrentar al fuerte binomio del Movimiento al Socialismo: Evo Morales-Álvaro García Linera. Bajo el intento de frenar una virtual hegemonía en todas las instancias del Congreso Nacional, la oposición apela al único recurso que le queda: la mentira sistemática vociferada desde sus conglomerados mediáticos. La ciudadanía, sin embargo, sólo atiende a los hechos. En cuatro años de gobierno, Evo Morales nacionalizó los hidrocarburos y promulgó una nueva Constitución que garantiza salud, educación y buen vivir para todos los ciudadanos.

En las últimas elecciones generales, realizadas en diciembre de 2005, Evo Morales alcanzó un triunfo histórico con el 54% de los votos, pero no pudo conseguir la representación suficiente en la instancia senatorial. Hasta ahora los grupos conservadores y liberales del país, a través de los partidos tradicionales, han conseguido controlar la importante Cámara de Senadores, lo que ha impedido al Ejecutivo implementar con mayor eficacia sus proyectos de cambio.

Los sectores militantes del MAS y los movimientos sociales, la base fundamental del apoyo y la movilización de la Revolución Democrática y Cultural, han comenzado a desarrollar una campaña basada en la promoción de las conquistas sociales alcanzadas, los cambios económicos estructurales conseguidos y la importancia del liderazgo del Jefe de Estado, mientras la oposición amplifica los casos de corrupción y denuncia el “autoritarismo” en el Gobierno, con el respaldo de los grandes medios comerciales de comunicación social.

En su laberinto

A pesar de los esfuerzos de los intelectuales conservadores, de los sectores empresariales de la oligarquía y de funcionarios de la representación diplomática estadounidense para conseguir el acercamiento y unificación de los sectores de oposición, la derecha está dividida y no pudo conseguir una candidatura única para los comicios de diciembre. De esta manera, irán a las urnas con tres fórmulas diferentes: la del bloque de los Prefectos del Oriente y Sur bolivianos (Santa Cruz, Beni, Chuquisaca y Tarija), la de los sectores políticos liberales desplazados por el actual proceso de cambio y la de los sectores que apoyan al Alcalde de Potosí, René Joaquino.

Al no tener ninguna posibilidad electoral, los políticos conservadores más críticos del Gobierno en los últimos años, los ex vicepresidentes de la república Carlos Mesa y Jorge Quiroga, y el ex ministro Samuel Doria, han dado un paso al costado.

Los Prefectos, apoyados por los denominados Comités Cívicos, buscan impulsar una candidatura que canalice sus políticas autonomistas y asegure el control regional en el Oriente y el Sur donde se encuentran las millonarias reservas de hidrocarburos. Dentro de este panorama, el prefecto de Tarija, Mario Cossio, tiene más posibilidades, puesto que el de Santa Cruz, Rubén Costas, y el cívico Branco Marincovic están vinculados al grupo de mercenarios de Hungría, Croacia y Argentina que fue parcialmente desmantelado por la Policía Nacional en abril.

Por su parte, los sectores políticos tradicionales junto a los medios de comunicación empresariales han comenzado a promocionar la figura del ex vicepresidente de Gonzalo Sánchez de Lozada, Víctor Hugo Cárdenas, quien luego de la agresión de grupos indígenas vinculados al Gobierno, ha recibido el respaldo de las representaciones diplomáticas y de organizaciones internacionales de Derechos Humanos.

Por otro lado, el actual Alcalde Municipal de Potosí, René Joaquina, proveniente de los sectores populares de su ciudad, recibe el apoyo de algunas personalidades que antes fueron del MAS, como el ex senador y dirigente sindical, Filemón Escobar.

Internas en el oficialismo

El anuncio de Román Loayza, alto dirigente y constituyente del MAS, ex secretario Ejecutivo de los Campesinos de Bolivia y amigo personal de Evo Morales, de presentarse a la candidatura presidencial junto a la líder regional de Santa Cruz, Adriana Gil y al dirigente de la ciudad de El Alto, Roberto de la Cruz, ha provocado un brote de fraccionamiento en el bloque gubernamental.

Loayza manifestó que no tiene posibilidad de hablar con el Presidente de la República porque “está rodeado de un grupo palaciego que lo ha secuestrado de su relación con los sectores populares”. Desconociendo la voluntad de las mayorías que apoyan masivamente la acción del Gobierno en cada acto electoral, dijo también que los escandalosos hechos de corrupción, como el del ex presidente de Ypfb, Santos Ramírez, y de contrabando en Pando, van a provocar una caída del apoyo electoral al binomio oficialista.

La lista de candidatos del MAS se ha convertido también en tema de controversia y pugna, especialmente entre los dirigentes de los movimientos populares que apoyan a Evo Morales y al Gobierno y el grupo de actuales parlamentarios que tienen expectativa de reelección.

Por otro lado, las violentas prácticas espontáneas de la denominada “justicia comunitaria” de algunos sectores indígenas y campesinos contra disidentes y opositores han generado un debate acerca del proyecto autoritario que estaría incubando el Gobierno, situación que fue desmentida por el vicepresidente Álvaro García Linera. Los medios de comunicación aprovecharon la ocasión para hacer escándalo con este asunto.

Proyecciones

Las elecciones de diciembre, que aún tienen el problema del nuevo padrón biométrico que debe implementar la Corte Nacional Electoral, marcarán la continuidad y el ritmo del proceso de cambio y las reformas implementadas por el Gobierno con la nacionalización y recuperación de los recursos naturales, la redistribución del ingreso nacional y la implementación de la nueva Constitución Política del Estado, con una fuerte participación de los sectores populares.

La figura de Evo Morales se ha proyectado internacionalmente y su adhesión al proyecto de integración suramericana a través de Unasur y el Alba han marcado las nuevas tendencias de transformaciones sociales y políticas que se dan en la región.

Su reelección permitirá, por lo tanto, continuar con las reformas culturales, sociales y políticas realizadas en Bolivia en los últimos cuatro años y fortalecer las perspectivas de integración, unidad y solidaridad entre los pueblos de América Latina y el Caribe.

 

America XXI, año VI, No. 50, Junio 2009.

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