Mercosur: Encuentro interreligioso en Uruguay

03/05/2009
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En su calidad de Presidente pro tempore del Mercosur, Fernando Lugo, Presidente de Paraguay,  quiso  darle contenidos humanos a la gestión del Mercosur antes de terminar su mandato el 4 de julio cuando lo traspasará al Presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez.

Ese "darle un rostro al Mercosur", Lugo lo planteó mediante seis espacios de diálogo y encuentro: los trabajadores, energía, jóvenes, parlamentarios, sociedad y religiosidad. Sobre este último solicitó al CLAI (Consejo Latinoamericano de Iglesias) para convocar y coordinar las distintas expresiones religiosas de  los cuatro países miembros del Mercosur. El primer encuentro fue en Paraguay, el  11 y 12 de marzo. El segundo en Uruguay, 28 y 29 de abril. Los siguientes serán  en mayo, el 11 y  12 en Argentina y el 18  en Brasil.

La ronda en Uruguay se realizó en el Edificio Anexo del Palacio Legislativo en Montevideo. Fue precedida por una reunión informal, en la Iglesia Valdense de Montevideo, para interiorizar a los y las participantes sobre la temática y mecánica de las reuniones convocadas.

El trabajo del martes 28 se efectuó en Comisiones que crearon insumos para la reunión de la Mesa de Diálogo del día siguiente. A esa primera reunión fueron convocados los delegados a la Mesa y se podía agregar tres personas más por institución quedando abierta la participación a otras personas interesadas en la temática. Hubo 70 inscripciones que representaron  una amplia  diversidad de confesiones, aunque no estuvo presente el real mapa religioso del país.

Constituidos en cuatro grupos se consideraron los ejes de la  Relación con el Estado; Ciudadanía Religiosa; Diferencias sociales y  Defensa del Ambiente. El diálogo fue marcado por las ansias de comunicarse mutuamente en un espacio interreligioso que solamente se ha dado en muy pocas situaciones. Algunos de los interlocutores ya tenían la práctica de esas conversaciones al haber asistido a  la convocatoria que el Gobierno uruguayo hizo, en diciembre de 2008, a través de la Junta Nacional de Drogas.

El diálogo fue dispar pues se reunían Grupos Religiosos con claros compromisos sociales y formación, junto a otros con gran contenido místico espiritual en los que ciertos temas no habían sido mayormente trabajados. Hubo quienes buscaban una reivindicación de lo que consideraban sus derechos. Esto se facilitó frente a la ausencia de documentos y/o presentaciones por técnicos que estuviesen "por encima del bien y mal". Faltó el elemento que diera paridad de información a quienes participaban ya que  la temática, si bien era a partir de la fe, se consideraron tópicos socio políticos sobre los cuales no todos manejaban  la misma información.

El miércoles 29 funcionó la Mesa de Diálogo, compuesta de unos 35 delegados  por sus confesiones, para definir las propuestas producidas el día anterior, sistematizadas por CREAS. La discusión fue más rica que el día anterior.

El  grupo sobre Religiones y Estado fue el que consiguió consenso con mayor rapidez. Era de esperar, porque dentro del Mercosur, Uruguay es el Estado más laico, con una posición parecida a la de Francia, donde lo religioso es respetado, pero se excluye de todo lo que tiene que ver con el Estado. Lo religioso ingresa en el marco jurídico como Sociedad Civil junto a equipos de fútbol o sociedades sin fines de lucro. En los demás países lo religioso tiene canales de comunicación con el Estado que en Uruguay no existen.

En ese grupo la discusión se centró en el proceso que, a partir de canales claros de comunicación con el Estado, lleven a un reconocimiento que sea plasmado en leyes de derecho que reconozcan lo trascendente de la religión y su aporte único en la sociedad.  Hubo otros diálogos interesantes como el de la tenencia de la tierra y, por un momento olvidado, también se incorporó el  de la defensa del Acuífero Guaraní.

Muchas de las propuestas que llegaron eran voluntaristas. Algunos puntos respondían más una lista de deseos que a una temática lógica de un primer dialogo interreligioso. Esa situación se dio, especialmente, cuando hubo que definir el nombre de ese Ser Superior que tiene diferentes nombres y formas y sobre el cual no se pudo encontrar consenso.

La reunión terminó con una evaluación positiva y  el deseo de " que  no se quede aquí". Se propuso  que el CLAI vuelva a convocar al grupo. Fue clara la expresión de querer seguir encontrándose y descubriéndose mutuamente. Fue un déficit que en la infraestructura no se estableció, desde el principio, una participación de  la diversidad religiosa que fuera mas allá del marco cristiano.

Hubo invitación al Estado dirigida  a la Ministra de Educación y Cultura y al Vice Presidente de la Republica, que se redujo solo a la presencia, en un momento, de la Directora de Derechos Humanos del Ministerio de Educación. No en balde vivimos en un Estado Laico.+ (PE)

 

- Oscar Bolioli, pastor de la Iglesia Metodista en Uruguay, es actualmente presidente de la Federación de Iglesias Evangélicas en el Uruguay (FIEU).

PreNot 8112., Agencia de Noticias Prensa Ecuménica, Montevideo. Uruguay
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