Declaración de la Primera Conferencia Nacional Afrocolombiana: "una minga por la vida"
25/11/2002
- Opinión
"Si nosotros utilizamos el arma del espíritu, si nosotros utilizamos las armas
de nuestra tradición africana, como las usaron nuestros abuelos, en las
condiciones que llegaron acá para sobrevivir, tendremos la posibilidad, hoy en
día, de afirmarnos como pueblo; si nosotros no acudimos a esas armas, tengan
ustedes la seguridad, que no habrá oportunidad de sobrevivir a los enemigos, a
los enemigos pequeños, y a los grandes y poderosos enemigos".
El Pueblo Negro Afrocolombiano participante en esta Primera Conferencia
Nacional Afrocolombiano "Una minga por la vida", reunida en Bogotá, D.C, en los
días 22 al 25 de noviembre de 2002, descendiente de la diáspora africana
obligada y cruel; venido desde las orillas, el manglar, las ciénagas y
humedales, desde los vericuetos dela selva profunda, los encantos de las islas
coralinas y los territorios virtuales urbanos:
MANIFESTAMOS
1. Somos pueblo, y por tanto sujetos de autodeterminación y autonomía para
definir nuestro proyecto histórico de vida legados por nuestros ancestros con
el objetivo de edificar la vida con dignidad y libertad en nuestros
territorios.
2. Entendemos la autodeterminación como manifestación de nuestra identidad
cultural, de la recuperación y defensa de nuestros territorios, de la
construcción de un sentido de ciudadanía étnica y cultural, de la adopción de
un modelo de desarrollo acorde con nuestra cosmovisión, del ejercicio de formas
de gobierno propio y procesos organizativos autónomos; fortaleciendo nuestra
actitud política y acción colectiva para encontrarnos con los demás pueblos que
luchan por la construcción de un mundo solidario, tolerante y socialmente más
justo.
3. El actual modelo de sociedad con sus propósitos homogéneos y globalizantes
se contrapone a las posibilidades del ejercicio de la libre autodeterminación y
por consiguiente las posibilidades de construir una sociedad diversa y
pluralista entre todos los pueblos del mundo y en particular los hijos de la
diáspora africana.
4. Después de la esclavitud, cuyas secuelas en el tiempo aún no han sido
resueltas y reparadas, el desplazamiento como práctica estatal continua y
secular de desarraigo y avasallamiento, constituye uno de los más grandes
crímenes de lesa humanidad, que hemos padecido nosotros como etnia y cultura
diferenciadas del resto de la sociedad.
5. Consideramos que las políticas del Estado colombiano fundamentadas en la
imposición de un régimen de medidas militaristas, de recortes de la inversión
social, adalid de las privatizaciones, reproductor de integracionismo
hegemónico y saqueador de nuestros recursos naturales y culturales, subastador
de nuestro conocimiento y saberes tradicionales, empeoran las condiciones de
vida de nuestros pueblos, intensifican el espiral de violencia en nuestros
territorios y generan un mayor retroceso en el cumplimiento de los derechos
sociales económicos, culturales, políticos y territoriales que los
afrocolombianos conquistamos a través de toda la experiencia ancestral de
cimarronismo por la construcción de proyecto de libertad y dignidad.
6. Por lo anterior reclamamos del Estado colombiano el cumplimiento de la gran
deuda que tiene con el pueblo afrodescendientes, asumiendo los compromisos
adquiridos internacionalmente y que exige reparación por los daños causados por
la exclusión, racismo, marginalidad y explotación.
7. Así mismo, fieles a la filosofía milenaria del Montú, y ante la s crisis y
debilitamiento de la sociedad y del modelo de nación colombiana, propugnamos
por la construcción de un verdadero estado estructurado den la autonomía de sus
nacionalidades y sus regiones.
8. En esta conferencia, hito histórico en la lucha de los pueblos
afrocolombianos por su libertad, asumimos el compromiso de aportar a la
construcción del proyecto político del pueblo Afrocolombiano, considerando que
el movimiento social Afrocolombiano debe comprometerse a orientar su accionar
a:
a. Recuperar, fortalecer y proyectar nuestras formas organizativas ancestrales
b. Reconstruir, a partir de nuestros valores identitarios, un proceso
organizativo autónomo que conlleve a la estructuración de un pensamiento
Afrocolombiano.
c. Defender el territorio como espacio para el ejercicio del Ser, la
preservación de la vida y la resistencia cultural.
d. Ser autónomos en el ejercicio de nuestro derecho a la representación, de
modo que la vida, la palabra y la acción son indelegables.
9. El logro de estos propósitos, exige de nuestra parte:
- Superar la dispersión organizativa
- Fortalecer la unidad en la diversidad interna
- Cualificar la capacidad de acción política soportada en lo étnico , lo
territorial y lo cultural.
- Interactuar con otras expresiones alternativas en aras de construir un mundo
mejor, donde la humanidad tenga derecho a una nueva oportunidad sobre la
tierra.
10. En este contexto, las mujeres y los hombres afrocolombianos estamos
llamando a asumir la responsabilidad histórica que los legaron Benkos Biohó,
Barule y otros legendarios luchadores de las gestas palenqueras, quienes pese a
las adversidades, con arrojo y decisión rompieron las cadenas y construyeron
las primeras sociedades libres de América.
Para disponer nuestros espíritus al cumplimiento de este compromiso con nuestra
historia y con nuestra vida, aquí y para siempre sembramos entre nosotros este
árbol sagrado, bajo la mirada de los ancestros, de todos los muertos y también
de los vivos y delos que han de venir como símbolo de libertad y lucha...
"Padre Odumare, fuente de la luz y la oscuridad, semilla de la vida y de la
muerte, gran creador del Universo, sin la saliva de tu palabra que todo lo liga
y lo desata, y jsin la ckul nada existe ni se mueve. Te pedimos que ahora y
siempre estés con nosotros, los hijos de Muntú en esta tierra de América"
Bogotá - Colombia
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