Bogotá: victimas gritan: ni pendón ni olvido, castigo para los asesinos
05/09/2008
- Opinión
Bogotá
Durante la mañana del día viernes 5 de septiembre decenas de víctimas y representantes de organizaciones defensoras de los derechos humanos se concentraron frente al bunker de la Fiscalía General de la República para reclamar justicia y castigo para los responsables por mas de tres mil asesinatos en la región bananera de Urabá, en Antioquia, a propósito de la detención del general Rito Alejo del Río, ocurrida este jueves en la capital colombiana, a quien como comandante de la Brigada 17, que operaba en esa región se le sindica de nexos con paramilitares.
Ni perdón ni olvido, castigo para los asesinos. Justicia, verdad y reparación , gritaban hombres y mujeres portando pancartas frente a la sede del cuerpo investigativo, agolpados en la entrada principal y extendiendo fotografías y carteles alusivos a la desaparición de sus familiares, lideres cívicos, sindicalistas, dirigentes de la Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano, fuerza que predominaba en Urabá y fue exterminada a plomo físico en medio de una feroz persecución oficial a través de bandas paramilitares, detenciones de sus líderes, atentados dinamiteros a las sedes sindicales y toda serie de represión contra las fuerzas vivas de la región.
Iván Cepeda Castro, director del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado MOVICE, se pronunció por efectividad y rapidez en la investigación contra el importante oficial del ejército colombiano y anunció que sus organizaciones y los familiares de las víctimas estaban dispuestos a presentar documentos y pruebas para que se condene a los responsables de tantos crímenes.
“La detención del general Del Río es uno de los actos más importantes contra la impunidad en Colombia, él condujo las operaciones en la región de Urabá, una de las más golpeadas por el paramilitarismo convirtiéndose el alto oficial en uno de los principales aliados de los criminales”, señaló a la prensa Cepeda.
Rito Alejo, río de sangre el que corrió en Urabá
Los familiares de las víctimas agitaban sus consignas cada vez que algún vehículo se movía en la puerta principal de la Fiscalía como queriendo decirle al general en retiro del Ejército colombiano Rito Alejo del Río todas las verdades y condenas por la muerte de tantos hijos de la región bananera de Colombia, ubicada al noroeste, en la frontera con Panamá.
¡Rito Alejo, río de sangre el que corrió en Urabá! , ¡General de Río, asesino! Gritaban sin cesar. Muchas personas, reporteros de la prensa nacional e internacional pudieron captar esas imágenes y sonidos.
Los trabajadores de la Fiscalía que adelantaban una protesta en defensa de sus derechos escucharon el mensaje de las victimas: ¡La justicia se pone del lado de las víctimas! coreaban los manifestantes.
Bajo el mando del general en la brigada 17 en Carepa, Antioquia, los paramilitares cometieron varias masacres de civiles en su jurisdicción, incluida la tristemente matanza de Mapiripán. También desaparecieron a humildes campesinos y practicaban retenes en vías de la región. El general del Río no trajo pacificación a esta tierra, es un verdadero carnicero y verdugo de los pobladores de Urabá que debe ser castigado ejemplarmente por la justicia colombiana, sostienen voceros de organizaciones de victimas del terror
Durante la mañana del día viernes 5 de septiembre decenas de víctimas y representantes de organizaciones defensoras de los derechos humanos se concentraron frente al bunker de la Fiscalía General de la República para reclamar justicia y castigo para los responsables por mas de tres mil asesinatos en la región bananera de Urabá, en Antioquia, a propósito de la detención del general Rito Alejo del Río, ocurrida este jueves en la capital colombiana, a quien como comandante de la Brigada 17, que operaba en esa región se le sindica de nexos con paramilitares.
Ni perdón ni olvido, castigo para los asesinos. Justicia, verdad y reparación , gritaban hombres y mujeres portando pancartas frente a la sede del cuerpo investigativo, agolpados en la entrada principal y extendiendo fotografías y carteles alusivos a la desaparición de sus familiares, lideres cívicos, sindicalistas, dirigentes de la Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano, fuerza que predominaba en Urabá y fue exterminada a plomo físico en medio de una feroz persecución oficial a través de bandas paramilitares, detenciones de sus líderes, atentados dinamiteros a las sedes sindicales y toda serie de represión contra las fuerzas vivas de la región.
Iván Cepeda Castro, director del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado MOVICE, se pronunció por efectividad y rapidez en la investigación contra el importante oficial del ejército colombiano y anunció que sus organizaciones y los familiares de las víctimas estaban dispuestos a presentar documentos y pruebas para que se condene a los responsables de tantos crímenes.
“La detención del general Del Río es uno de los actos más importantes contra la impunidad en Colombia, él condujo las operaciones en la región de Urabá, una de las más golpeadas por el paramilitarismo convirtiéndose el alto oficial en uno de los principales aliados de los criminales”, señaló a la prensa Cepeda.
Rito Alejo, río de sangre el que corrió en Urabá
Los familiares de las víctimas agitaban sus consignas cada vez que algún vehículo se movía en la puerta principal de la Fiscalía como queriendo decirle al general en retiro del Ejército colombiano Rito Alejo del Río todas las verdades y condenas por la muerte de tantos hijos de la región bananera de Colombia, ubicada al noroeste, en la frontera con Panamá.
¡Rito Alejo, río de sangre el que corrió en Urabá! , ¡General de Río, asesino! Gritaban sin cesar. Muchas personas, reporteros de la prensa nacional e internacional pudieron captar esas imágenes y sonidos.
Los trabajadores de la Fiscalía que adelantaban una protesta en defensa de sus derechos escucharon el mensaje de las victimas: ¡La justicia se pone del lado de las víctimas! coreaban los manifestantes.
Bajo el mando del general en la brigada 17 en Carepa, Antioquia, los paramilitares cometieron varias masacres de civiles en su jurisdicción, incluida la tristemente matanza de Mapiripán. También desaparecieron a humildes campesinos y practicaban retenes en vías de la región. El general del Río no trajo pacificación a esta tierra, es un verdadero carnicero y verdugo de los pobladores de Urabá que debe ser castigado ejemplarmente por la justicia colombiana, sostienen voceros de organizaciones de victimas del terror
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