Los políticos de EEUU crean los mismos problemas que dicen combatir

545 individuos controlan a 300 millones: ¡Hay que echarlos a todos con el voto!

25/06/2008
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Los políticos son las únicas personas en el planeta que crean los mismos problemas que dicen combatir durante sus campañas electorales.

¿Se ha preguntado por qué tenemos déficit, si los demócratas y los republicanos dicen estar en contra de ellos?

¿Se ha preguntado por qué tenemos inflación y altos impuestos, si todos los políticos están en contra de la inflación y los altos impuestos?

Usted y yo no proponemos el presupuesto federal. Lo hace el Presidente. Usted y yo no tenemos la autoridad constitucional para votar sobre el destino de dineros. La tiene la Cámara Baja. Usted y yo no escribimos el Código Tributario: lo hace el Congreso. Usted y yo no determinamos la política fiscal: lo hace el Congreso. Usted y yo no controlamos la política monetaria, la controla la Reserva Federal.

Cien senadores, 435 parlamentarios, un Presidente y nueve ministros de la Corte Suprema -435 de 300 millones de humanos– son directamente responsables moral, legal e individuales de los problemas domésticos que plagan al país. En 1913 el Congreso delegó el deber constitucional de proveer una política monetaria realista a un banco privado, la Reserrva Federal, controlado por el gobierno, por tanto excluyo a los miembros del Consejo de la Reserva Federal porque ese problema fue creado por el Congreso. .

Excluyo a todos los intereses especiales, a los lobyistas, por una simple razón: ellos no tienen autoridad legal; no tienen habilitación legal para azuzar a un senador, a un parlamentario, o al Presidente o para hacer nada. Me importa un comino si ellos le ofrecen a un legislador un millón de dólares. El político tiene albedrío para aceptarlo o rechazarlo. Sin importar lo que el lobyista ofrezca, es el legislador quien tiene la responsabilidad de decidir cómo vota.

Esos 545 humanos gastan gran parte de sus energías para convencerlo de que lo que han hecho no es su culpa. Sin importar el partido político al que pertenezcan, todos cooperan en este fraude colectivo.

La diferencia entre un político y un ser humano normal es la cantidad excesiva de agallas. Ningún ser humano normal tendría las agallas de la Presidenta de la Cámara Baja para criticar al Presidente por engendrar los grandes déficits. El Presidente solo puede proponer los presupuestos. No puede forzar al Congreso para que los apruebe.

La Constitución, la "Ley Suprema de la Tierra", le da exclusiva responsabilidad a la Cámara Baja para originar y aprobar los impuestos y la asignación de dineros. ¿Quién es la Presidenta de la Cámara de Representantes? Es la líder del partido mayoritario [Demópcrata]. Ella y sus compañeros de la Cámara, no el Presidente, pueden aprobar el presupuesto que quieren. Si el Presidente lo veta, ellos pueden invalidar la acción.

Me parece inconcebible que una nación de 300 millones no pueda reemplazar a 545 incompetentes e irresponsables. Los hechos así lo demuestran. No puedo encontrar un solo problema doméstico que no sea consecuencia directa de estos 545 individuos.

Cuando usted entienda la simple verdad de que solo 545 individuos ejercen el poder del gobierno federal, entenderá que existe lo que ellos quieren que exista. Si el Código Tributario es injusto es porque ellos quieren que lo sea. Si existe un déficit presupuestario, es porque ellos así lo quieren. Si el ejército está en Irak, es porque ellos lo quieren allí. Si ellos no reciben dineros del Seguro Social porque están en un plan elitista de jubilación -inaccesible para el resto del pueblo- es porque ellos lo quieren así.

Los problemas del gobierno no son insolubles. No hay que permitir que estas 545 personas le echen la culpa, ¡sus culpas!, a quienes ellos mismos contratan, a los burócratas, cuyos trabajos ellos mismos pueden abolir; a los lobyistas, cuyos regalos y consejos podrían rechazar; a los reguladores, a quienes ellos mismos les dan el poder para regular y a quienes ellos mismos pueden quitarles ese poder.

Pero por sobre todo, no se deje engañar con la creencia de que existen fuerzas míticas –como la “economía”, la “inflación” o la “política”–, que les prohíben hacer los que ellos juraron hacer.

Sólo estas 545 personas, sólo ellas, son las responsables. Ellas, sólo ellas, tienen el poder. Ellas, sólo ellas, tiene que ser consideradas responsables por su único jefe: el pueblo, en el entendido que los votantes tienen el valor de controlar a sus propios empleados.

¡Hay que utilizar el voto para echarlos a todos y limpiar este caos!

- Charley Reese, de 71 años, es un columnista de varios periódicos muy conocido por sus desplantes y visiones paleo-conservadoras. En 1971-2001 estuvo ligado al Orlando Sentinel como articulista con responsabilidades editoriales. Su columna, que aparece tres veces por semana, la distribuye King Features Syndicate.

Traducción de Fernando A. Torres, periodista chileno residente en Berkeley, California.
https://www.alainet.org/es/active/24937
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