Robin Braverman: los niños no son objetos sino sujetos de derechos
12/06/2008
- Opinión
En entrevista con Robin Braverman directora para Colombia y Adriana Espinosa oficial de educación de la Organización Save The Children, en virtud del día internacional contra el trabajo de la niñez, y destacando el último informe `Esclavos puertas adentro´ se revisó el capitulo Colombia frente a la alerta sobre la explotación doméstica de los menores en el país.
Caja de Herramientas Virtual: ¿cuál es la labor de la organización no gubernamental Save The Children en Colombia?
Save the Children, trabaja en varios temas relacionados con la niñez en Colombia. Nosotros tenemos cuatro ejes muy fuertes que son: La educación, la protección, la respuesta a emergencias en la violencia y toda la incidencia en las políticas públicas que corresponde a la protección y a los derechos de la infancia.
C. H. V: Ustedes recientemente entregaron un informe sobre `Esclavos puertas adentro´, en el estudio se establece que en el mundo hay 40 millones de niños y niñas sometidos al trabajo doméstico. ¿Para el caso Colombia como se presenta esta situación?
S. T. C: La explotación de la infancia con referencia a la doméstica, al ser una actividad que se realiza en la escena privada, es una actividad que no se visibiliza porque se asume que lo que se haga dentro de la casa es el deber ser y entonces es muy difícil sacarlo al espacio público. Los menores están asumiendo una serie de funciones denigrantes, labores que por su condición de niños y niñas no deberían asumir.
C. H. V: ¿Hay que considerar el trabajo doméstico como una labor denigrante?
S. T. C: No, el trabajo doméstico no es una actividad denigrante y tampoco se puede llamar de peores formas cuando se hace referencia a la persona adulta, digamos que lo que se asume como peores formas es: Primero que esa actividad se delegue a menores de edad entiéndase niños y niñas antes de los 15 años; segundo que esa actividad se delegue de tal manera que el niño no pueda realizar las actividades propias de su infancia como las de educación, recreación y socialización. En muchas ocasiones esas labores son contratadas por otros hogares, es decir, son labores que el niño no realiza en su propia casa. En ese sentido se convierte aún mas en peores formas porque no están en la edad legal, ni tampoco están dadas las condiciones para la realización de las tareas asignadas.
C. H. V: ¿Cuáles son esas actividades de riesgo que se le delegan al niño trabajador doméstico?
S. T. C: Son como por ejemplo, dejar al cuidado otro niño o niña, incluso bebes. También las labores en la cocina, sabemos que manipular los alimentos y los aparatos eléctricos o de gas, conllevan un riesgo muy alto para los niños.
Estas actividades por nombrar solo algunas generan sobrecargas emocionales y físicas que pueden causar serios daños.
C. H. V: ¿Qué situaciones ocasionan que los niños busquen en algunos casos trabajar en actividades domésticas?
S. T. C: Los niños que se ven en la necesidad de trabajar como trabajador o trabajadora doméstica siempre están en situaciones apremiantes, donde en muchas oportunidades no les pagan, incluso los ponen a trabajar más de 12 horas diarias. En las investigaciones que ha hecho Save The Children en Latinoamérica, se encontraron niñas de 10 y 12 años que podían trabajar perfectamente 18 horas diarias. Además de tener una sobrecarga laboral estas situaciones van generando factores de riesgo muy complicados.
C. H. V: ¿Se puede manifestar en el trabajo doméstico el abuso sexual?
S. T. C: Esta problemática afecta gravemente la situación del menor. En las investigaciones y trabajos que ha hecho Save The Children, se ha identificado que los menores han sido explotados sexualmente por sus patrones y no gozan de ningún derecho laboral, es una situación explotadora que se vuelve más grave por la dificultad de hacer la denuncia como corresponde. Otro factor de riesgo es la imposibilidad de acceder al sistema de seguridad social.
C. H. V: ¿Existen políticas públicas que ayuden a los niños y a las niñas en situaciones donde se vulneran sus derechos?
S. T. C: Hemos detectado este tipo de maltratos y de vulnerabilidad a los derechos de la niñez, sin embargo, el proceso no es fácil porque no se puede irrumpir en una vivienda, sin tener los elementos probatorios que demuestren que en ese hogar se esta maltratando o incluso abusando de un menor. Todo tiene un proceso jurídico. La desinformación por parte de los niños y niñas limita una ruta de denuncia. Hemos encontrado casos donde se les niega el derecho al descanso, es decir, están totalmente confinados, otros pueden descansar un día a la semana y por lo general son los domingos.
C. H. V: ¿De donde provienen los niños y las niñas que realizan trabajos domésticos?
S. T. C: En su mayoría provienen de las zonas rurales, vienen del campo buscando acceder a los servicios sociales como la educación y la salud para mejorar sus condiciones de vida. Hay tanto déficit en las zonas rurales que tienen la esperanza de poder acceder a través de la generación de ingresos. Lo peor de todo es que la motivación que tienen para emplearse en las labores domésticas no les permite acceder ni a la educación, ni mucho menos a la salud porque las condiciones de trabajo no les brindan el bienestar que los menores requieren.
C. H. V: ¿Qué modelos se pueden replicar para que cuando el niño sea un adulto pueda tener herramientas que le faciliten la incorporación de manera digna en la sociedad?
S. T. C: En Honduras existe una institución que vela por los derechos de las niñas domésticas, donde el Ministerio de Educación reconoció después de mucho tiempo la labor del instituto como una escuela educativa alternativa y brindo la posibilidad para que las niñas pudieran nivelarse en una escuela formal. Para ello se requirió una inversión del Estado que ha demostrado un mejoramiento en la calidad de vida de las beneficiarias y a su vez ha contribuido en la disminución de la problemática.
El Estado colombiano debe empezar a asignar mayores recursos para programas integrales que beneficien a la población infantil. Hemos visto una política de seguridad democrática exitosa pero no hay políticas de seguridad y bienestar social enfocadas hacia la niñez y la adolescencia que minimicen los problemas que se reflejan actualmente y que a futuro genere una sociedad con competencias laborales en condiciones decentes.
C. H. V: ¿Quién debe asumir la responsabilidad de satisfacer las necesidades de los menores?
S. T. C: El problema es complejo, y no hay una sola respuesta, creemos que hay que conectar al sistema, es decir, el gobierno nacional a través de la implementación de unas políticas públicas que integren a los gobiernos departamentales y municipales. Son varios los factores de riesgo sobre todo en el trabajo infantil doméstico. Muchas veces no es ni la pobreza la que puede generar el trabajo infantil, sabemos que la causa principal es esa pero hay otras variables que inciden y que hacen mas complejo el problema. Con relación a las niñas trabajadoras domésticas que salen de sus casas huyendo del abuso y del maltrato familiar. Esto no se resuelve con la incorporación de los niños a la escuela, es una ayuda, pero, no resuelve el problema.
La situación de violencia intrafamiliar es muy grave y los niños buscan protección y en su desarrollo psicológico a tan temprana edad no tienen la capacidad para tomar las mejores decisiones.
C. H. V: ¿Dónde pueden los menores acceder a la información que les permita salir del maltrato?
S. T. C: Nosotros tenemos dentro de nuestros objetivos ayudar a los gobiernos a fortalecer el sistema de protección desde el ámbito nacional hasta el local, que allá una integralidad y una ruta en el sistema de forma ordenada y lógica, que le permita a cualquier ciudadano o ciudadana del grupo etáreo, entender como funciona el sistema de protección para recibir la atención requerida. El sistema debe proporcionar las herramientas necesarias para encontrar la salida a problemática social.
De otra parte, hay que desarrollar capacidades en los entes territoriales para el cumplimiento de la política, porque esta se realiza a través de proyectos y programas que respondan de manera pertinente y que involucre a los diferentes sectores como la salud, la educación, el medio ambiente que de manera directa o indirecta tienen que ver con la infancia.
C. H. V: ¿Qué cambios podemos impulsar desde la sociedad para mejorar el panorama de la infancia en Colombia?
S. T. C: Hay que sensibilizarnos en relación de que los niños existen y que no son objetos sino sujetos de derechos y que el principal garante de esos derechos es el Estado, pero que también existe una corresponsabilidad por parte de la sociedad en donde debemos estar velando porque los niños y las niñas estén protegidos, que no sigan siendo maltratados. Debemos valorar la voz de los niños, escucharlos e invertir con miras al futuro del país, porque los niños no son del mañana son de ahora, son el presente y lo que no hagamos ahora lo lamentaremos mañana.
- Sonia Acelas, Editora, Caja de Herramientas Virtual
Corporación Vivala Ciudadanía www.vivalaciudadania.org
Caja de Herramientas Virtual: ¿cuál es la labor de la organización no gubernamental Save The Children en Colombia?
Save the Children, trabaja en varios temas relacionados con la niñez en Colombia. Nosotros tenemos cuatro ejes muy fuertes que son: La educación, la protección, la respuesta a emergencias en la violencia y toda la incidencia en las políticas públicas que corresponde a la protección y a los derechos de la infancia.
C. H. V: Ustedes recientemente entregaron un informe sobre `Esclavos puertas adentro´, en el estudio se establece que en el mundo hay 40 millones de niños y niñas sometidos al trabajo doméstico. ¿Para el caso Colombia como se presenta esta situación?
S. T. C: La explotación de la infancia con referencia a la doméstica, al ser una actividad que se realiza en la escena privada, es una actividad que no se visibiliza porque se asume que lo que se haga dentro de la casa es el deber ser y entonces es muy difícil sacarlo al espacio público. Los menores están asumiendo una serie de funciones denigrantes, labores que por su condición de niños y niñas no deberían asumir.
C. H. V: ¿Hay que considerar el trabajo doméstico como una labor denigrante?
S. T. C: No, el trabajo doméstico no es una actividad denigrante y tampoco se puede llamar de peores formas cuando se hace referencia a la persona adulta, digamos que lo que se asume como peores formas es: Primero que esa actividad se delegue a menores de edad entiéndase niños y niñas antes de los 15 años; segundo que esa actividad se delegue de tal manera que el niño no pueda realizar las actividades propias de su infancia como las de educación, recreación y socialización. En muchas ocasiones esas labores son contratadas por otros hogares, es decir, son labores que el niño no realiza en su propia casa. En ese sentido se convierte aún mas en peores formas porque no están en la edad legal, ni tampoco están dadas las condiciones para la realización de las tareas asignadas.
C. H. V: ¿Cuáles son esas actividades de riesgo que se le delegan al niño trabajador doméstico?
S. T. C: Son como por ejemplo, dejar al cuidado otro niño o niña, incluso bebes. También las labores en la cocina, sabemos que manipular los alimentos y los aparatos eléctricos o de gas, conllevan un riesgo muy alto para los niños.
Estas actividades por nombrar solo algunas generan sobrecargas emocionales y físicas que pueden causar serios daños.
C. H. V: ¿Qué situaciones ocasionan que los niños busquen en algunos casos trabajar en actividades domésticas?
S. T. C: Los niños que se ven en la necesidad de trabajar como trabajador o trabajadora doméstica siempre están en situaciones apremiantes, donde en muchas oportunidades no les pagan, incluso los ponen a trabajar más de 12 horas diarias. En las investigaciones que ha hecho Save The Children en Latinoamérica, se encontraron niñas de 10 y 12 años que podían trabajar perfectamente 18 horas diarias. Además de tener una sobrecarga laboral estas situaciones van generando factores de riesgo muy complicados.
C. H. V: ¿Se puede manifestar en el trabajo doméstico el abuso sexual?
S. T. C: Esta problemática afecta gravemente la situación del menor. En las investigaciones y trabajos que ha hecho Save The Children, se ha identificado que los menores han sido explotados sexualmente por sus patrones y no gozan de ningún derecho laboral, es una situación explotadora que se vuelve más grave por la dificultad de hacer la denuncia como corresponde. Otro factor de riesgo es la imposibilidad de acceder al sistema de seguridad social.
C. H. V: ¿Existen políticas públicas que ayuden a los niños y a las niñas en situaciones donde se vulneran sus derechos?
S. T. C: Hemos detectado este tipo de maltratos y de vulnerabilidad a los derechos de la niñez, sin embargo, el proceso no es fácil porque no se puede irrumpir en una vivienda, sin tener los elementos probatorios que demuestren que en ese hogar se esta maltratando o incluso abusando de un menor. Todo tiene un proceso jurídico. La desinformación por parte de los niños y niñas limita una ruta de denuncia. Hemos encontrado casos donde se les niega el derecho al descanso, es decir, están totalmente confinados, otros pueden descansar un día a la semana y por lo general son los domingos.
C. H. V: ¿De donde provienen los niños y las niñas que realizan trabajos domésticos?
S. T. C: En su mayoría provienen de las zonas rurales, vienen del campo buscando acceder a los servicios sociales como la educación y la salud para mejorar sus condiciones de vida. Hay tanto déficit en las zonas rurales que tienen la esperanza de poder acceder a través de la generación de ingresos. Lo peor de todo es que la motivación que tienen para emplearse en las labores domésticas no les permite acceder ni a la educación, ni mucho menos a la salud porque las condiciones de trabajo no les brindan el bienestar que los menores requieren.
C. H. V: ¿Qué modelos se pueden replicar para que cuando el niño sea un adulto pueda tener herramientas que le faciliten la incorporación de manera digna en la sociedad?
S. T. C: En Honduras existe una institución que vela por los derechos de las niñas domésticas, donde el Ministerio de Educación reconoció después de mucho tiempo la labor del instituto como una escuela educativa alternativa y brindo la posibilidad para que las niñas pudieran nivelarse en una escuela formal. Para ello se requirió una inversión del Estado que ha demostrado un mejoramiento en la calidad de vida de las beneficiarias y a su vez ha contribuido en la disminución de la problemática.
El Estado colombiano debe empezar a asignar mayores recursos para programas integrales que beneficien a la población infantil. Hemos visto una política de seguridad democrática exitosa pero no hay políticas de seguridad y bienestar social enfocadas hacia la niñez y la adolescencia que minimicen los problemas que se reflejan actualmente y que a futuro genere una sociedad con competencias laborales en condiciones decentes.
C. H. V: ¿Quién debe asumir la responsabilidad de satisfacer las necesidades de los menores?
S. T. C: El problema es complejo, y no hay una sola respuesta, creemos que hay que conectar al sistema, es decir, el gobierno nacional a través de la implementación de unas políticas públicas que integren a los gobiernos departamentales y municipales. Son varios los factores de riesgo sobre todo en el trabajo infantil doméstico. Muchas veces no es ni la pobreza la que puede generar el trabajo infantil, sabemos que la causa principal es esa pero hay otras variables que inciden y que hacen mas complejo el problema. Con relación a las niñas trabajadoras domésticas que salen de sus casas huyendo del abuso y del maltrato familiar. Esto no se resuelve con la incorporación de los niños a la escuela, es una ayuda, pero, no resuelve el problema.
La situación de violencia intrafamiliar es muy grave y los niños buscan protección y en su desarrollo psicológico a tan temprana edad no tienen la capacidad para tomar las mejores decisiones.
C. H. V: ¿Dónde pueden los menores acceder a la información que les permita salir del maltrato?
S. T. C: Nosotros tenemos dentro de nuestros objetivos ayudar a los gobiernos a fortalecer el sistema de protección desde el ámbito nacional hasta el local, que allá una integralidad y una ruta en el sistema de forma ordenada y lógica, que le permita a cualquier ciudadano o ciudadana del grupo etáreo, entender como funciona el sistema de protección para recibir la atención requerida. El sistema debe proporcionar las herramientas necesarias para encontrar la salida a problemática social.
De otra parte, hay que desarrollar capacidades en los entes territoriales para el cumplimiento de la política, porque esta se realiza a través de proyectos y programas que respondan de manera pertinente y que involucre a los diferentes sectores como la salud, la educación, el medio ambiente que de manera directa o indirecta tienen que ver con la infancia.
C. H. V: ¿Qué cambios podemos impulsar desde la sociedad para mejorar el panorama de la infancia en Colombia?
S. T. C: Hay que sensibilizarnos en relación de que los niños existen y que no son objetos sino sujetos de derechos y que el principal garante de esos derechos es el Estado, pero que también existe una corresponsabilidad por parte de la sociedad en donde debemos estar velando porque los niños y las niñas estén protegidos, que no sigan siendo maltratados. Debemos valorar la voz de los niños, escucharlos e invertir con miras al futuro del país, porque los niños no son del mañana son de ahora, son el presente y lo que no hagamos ahora lo lamentaremos mañana.
- Sonia Acelas, Editora, Caja de Herramientas Virtual
Corporación Viva
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