Saber cuál es la orientación del viento
La difícil tarea de informar y pensar con independencia
29/03/2008
- Opinión
¡Qué dura se está convirtiendo en el Uruguay la tarea de ser periodista con criterios objetivos e independientes! Claro, los que hemos dedicado una vida luchar por la verdad en este camino, vivimos siempre las vicisitudes de quienes encuentras fácil y sencillo ver conspiraciones, coordinaciones, “ejes del mal” clubes del Toby, en donde supuestamente la gente de la prensa acuerda campañas en contra partidos, políticos, entidades, instituciones y el propio gobierno. Y, se quiera o no – más allá de que todos tengamos nuestro “corazoncito” – los que estamos metidos desde siempre, hasta las orejas, en esta difícil profesión no podemos sentirnos reos confesos de conspiraciones, más allá de que los medios periodísticos, cada uno de ellos o en coordinación, puedan utilizar su opinión editorial en lo que les plazca. Algo en que los periodistas de “pie a tierra” tienen poco que ver, o nada.
El comienzo de esta reflexión está inspirada en esa estúpida agresión sufrida por el colega Raúl Legnani, a quién algunos dirigentes del FA – “no todos”, como él mismo señala – sostuvieron que el veterano de mil años redacciones, micrófonos y luchas sin cuartel por la información le está haciendo el juego a la derecha y – como él tiene también un corazoncito muy grande con sangre bien roja y popular – por el triunfo de la izquierda, que le costó años de desvelos, agresiones, militancia, reportajes, etc. Militancia de años que lo llevó a ser también un perseguido de parte de la dictadura, lo que determinó se exilio en México luego de tener que refugiarse en la embajada del país hermano en Montevideo.
Sin embargo hoy Legnani también cayó en la bolada de quienes facilitan su argumentación política utilizando la diatriba y el lápiz de tachar. ¿Saben por qué se acusó a Legnani de “estarle haciéndole el juego a la derecha”? Porque tituló una nota de análisis publicada en LA REPUBLICA el 7 de octubre del pasado año, con una pregunta: ¿Las capas medias dejaron de ser aliadas fundamentales de la izquierda?
La preocupación de Legnani, obviamente, es la suerte de la coalición de izquierda dentro de dos años y, por supuesto, pensar que le estaba haciendo el “juego a la derecha” es una elucubración más que trasnochada, propia de claques de pasillo, que no entienden ningún análisis y creen que alguien – como fue Vázquez en su momento – podrá finalmente atar todos los cabos sueltos, superar las diferencias, imbuir a todos de una mística ganadora y de cambio. El electorado que apoyó al FA fue arrollador, policlasista y multipartidario en el que desapareció en la globalidad electoral el valor testimonial de los distintos grupos del FA. ¿O a esta altura no recordamos las razones de mucha gente para votar una u otra opción? ¿Tenemos presente todavía lo que se llamó ese torrente de los llamados “votos prestados” de muchos ciudadanos que por primera vez apoyaron a la izquierda?
Hoy más de una empresa encuestadora afirma que la ecuación electoral se está poniendo compleja para el FA, que la población mayoritariamente no está de acuerdo con el IRPF tal como está concebido y aplicado. Sin embargo las señales de alerta fueron superadas si mirar para el costado por el Ministerio de Economía, y ahora viene el fin de la ruta y quizás más adelante haya solo un muro infranqueable contra el que se estrellará el gobierno que quizás aguante hasta el final o, de alguna manera – como nos parece – planeará algunos cambios cosméticos que en definitiva de poco servirán para cambiar el sentimiento de la gente que “no se banca el IRPF”
El 5 de agosto se señaló que “si las capas medias se caen, la fractura social va a ser más grande y el abismo entre ricos y pobres puede ser aún mayor”. Y se agregó: “¿Se previó el impacto de la reforma tributaria en las capas medias bajas? ¿Se tuvo en cuenta que esas capas son históricamente votantes del Frente Amplio? ¿Esas capas no eran hasta hace poco las que estaban consumiendo y con ello reactivando el mercado interno?
Ahora se ha producido un cuasi escándalo al refrendar 3 de los 5 ministros de la Suprema Corte de Justicia la posición del Fiscal de Corte, que desde siempre falló sosteniendo que el IRPF aplicado a las jubilaciones, en “inconstitucional” Sin embargo desde el mismo momento en que se conoció el punto el ruido de la versiones ensordeció las verdades que para el gobierno debieran ser de a puño, porque es evidente que si la Suprema Corte determina que allí hay una “inconstitucionalidad”, lo obvio en un régimen democrático republicano, es que se baraje de nuevo el mazo, se entreveren bien las cartas y se de mejor manera. Obviamente, si la aplicación del IRPF a los jubilados es “inconstitucional”, se debe suspender de inmediato su cobro. Sobre ello no pueden existir dos opiniones. Y si las hay es que están motivadas por una obcecación ideológica fuera de lugar, dictada por una soberbia que poco tiene que ver con el régimen que queremos construir la mayoría de los uruguayos. Y, no nos cabe duda, la mayoría de los que votaron al FA, quienes no lo hicieron por caminos testimoniales, sino por un cambio que determinara, por supuesto, salir de la influencia de partidos tradicionales agotados y, evidentemente, sin posibilidades de construir el progreso en un país que languidecía.
Hoy como observadores interesados de la interna frentista –porque nosotros también hemos recibido el sayo de la diatriba fácil, de la “borratina”, del tirón de orejas, para lo que no valieron historias, militancia, sinsabores, exilios y proyección profesional – , siendo “despedidos” antes de ser “contratados”, acción concretada – para colmo – a través de los medios, sosteniéndose que materiales informativos colocados en mi blog personal, de los que nadie desmintió una línea, tenía objetivos malsanos de castigar políticamente a alguien, que era responsable de trascendidos de “mala fe”, cuando hoy las mismas “filtraciones” parecen un mal endémico.
¡Nos asombra la mediocridad de esos detractores que nunca fueron capaces de dar la cara y contestar en el mismo plano, cuando las puertas abiertas estuvieron siempre! Lo único que no sostuvieron, quizás para no jerarquizarme más de la cuenta, que el que esto escribe era uno de los integrantes del “eje del mal”. Pero la verdad es que muchas veces almuerzo con compañeros de la profesión en restaurantes de la Ciudad Vieja y, quizás, ello le sirviera a alguien para “ficharme” en ese rubro de los “enemigos”
Ahora, como también le preocupa a Legnani, me parece adecuado saber si hay un cambio o no en la estructura de las alianzas de clases y capas que sostienen al gobierno. Si lo hay, es necesario conocer si es consciente y elaborado o sólo está influido por lo complejo, que es tocar los intereses de las clases altas. Todo esto vale la pena discutirlo, de forma abierta y sin prejuicios. Para saber cuál es la orientación del viento que se expresará más adelante en las encuestas. Si los que deben se demoran en llegar a conclusiones y entre todos seguimos hablando de candidaturas, de nombres impuestos que en algunos casos – lamentablemente – por la caída del funcionamiento orgánico de la coalición de izquierda, solo tendrá un apoyo circunstancial de los dirigentes que se alinean en el próximo Congreso.
Olvidaba decir también en mi desmedro y finalmente, para no aburrir más a los lectores, que también durante un largo tiempo participé de encuentros con un grupo de amigos médicos frenteamplistas. Hoy, por razones que también me preocupan y que están entrelazadas con la totalidad de este análisis, ya esas reuniones caducaron, porque ninguno de ellos pueden admitir algunas cosas que se siguen viviendo en su sector.
Lo que también importa. Porque, nos importa, que la izquierda siga en el gobierno entendiendo que los otros caminos por los que podría optar la ciudadanía serían nefastos para el futuro.
- Carlos Santiago es periodista. Secretario de redacción de Bitácora.
El comienzo de esta reflexión está inspirada en esa estúpida agresión sufrida por el colega Raúl Legnani, a quién algunos dirigentes del FA – “no todos”, como él mismo señala – sostuvieron que el veterano de mil años redacciones, micrófonos y luchas sin cuartel por la información le está haciendo el juego a la derecha y – como él tiene también un corazoncito muy grande con sangre bien roja y popular – por el triunfo de la izquierda, que le costó años de desvelos, agresiones, militancia, reportajes, etc. Militancia de años que lo llevó a ser también un perseguido de parte de la dictadura, lo que determinó se exilio en México luego de tener que refugiarse en la embajada del país hermano en Montevideo.
Sin embargo hoy Legnani también cayó en la bolada de quienes facilitan su argumentación política utilizando la diatriba y el lápiz de tachar. ¿Saben por qué se acusó a Legnani de “estarle haciéndole el juego a la derecha”? Porque tituló una nota de análisis publicada en LA REPUBLICA el 7 de octubre del pasado año, con una pregunta: ¿Las capas medias dejaron de ser aliadas fundamentales de la izquierda?
La preocupación de Legnani, obviamente, es la suerte de la coalición de izquierda dentro de dos años y, por supuesto, pensar que le estaba haciendo el “juego a la derecha” es una elucubración más que trasnochada, propia de claques de pasillo, que no entienden ningún análisis y creen que alguien – como fue Vázquez en su momento – podrá finalmente atar todos los cabos sueltos, superar las diferencias, imbuir a todos de una mística ganadora y de cambio. El electorado que apoyó al FA fue arrollador, policlasista y multipartidario en el que desapareció en la globalidad electoral el valor testimonial de los distintos grupos del FA. ¿O a esta altura no recordamos las razones de mucha gente para votar una u otra opción? ¿Tenemos presente todavía lo que se llamó ese torrente de los llamados “votos prestados” de muchos ciudadanos que por primera vez apoyaron a la izquierda?
Hoy más de una empresa encuestadora afirma que la ecuación electoral se está poniendo compleja para el FA, que la población mayoritariamente no está de acuerdo con el IRPF tal como está concebido y aplicado. Sin embargo las señales de alerta fueron superadas si mirar para el costado por el Ministerio de Economía, y ahora viene el fin de la ruta y quizás más adelante haya solo un muro infranqueable contra el que se estrellará el gobierno que quizás aguante hasta el final o, de alguna manera – como nos parece – planeará algunos cambios cosméticos que en definitiva de poco servirán para cambiar el sentimiento de la gente que “no se banca el IRPF”
El 5 de agosto se señaló que “si las capas medias se caen, la fractura social va a ser más grande y el abismo entre ricos y pobres puede ser aún mayor”. Y se agregó: “¿Se previó el impacto de la reforma tributaria en las capas medias bajas? ¿Se tuvo en cuenta que esas capas son históricamente votantes del Frente Amplio? ¿Esas capas no eran hasta hace poco las que estaban consumiendo y con ello reactivando el mercado interno?
Ahora se ha producido un cuasi escándalo al refrendar 3 de los 5 ministros de la Suprema Corte de Justicia la posición del Fiscal de Corte, que desde siempre falló sosteniendo que el IRPF aplicado a las jubilaciones, en “inconstitucional” Sin embargo desde el mismo momento en que se conoció el punto el ruido de la versiones ensordeció las verdades que para el gobierno debieran ser de a puño, porque es evidente que si la Suprema Corte determina que allí hay una “inconstitucionalidad”, lo obvio en un régimen democrático republicano, es que se baraje de nuevo el mazo, se entreveren bien las cartas y se de mejor manera. Obviamente, si la aplicación del IRPF a los jubilados es “inconstitucional”, se debe suspender de inmediato su cobro. Sobre ello no pueden existir dos opiniones. Y si las hay es que están motivadas por una obcecación ideológica fuera de lugar, dictada por una soberbia que poco tiene que ver con el régimen que queremos construir la mayoría de los uruguayos. Y, no nos cabe duda, la mayoría de los que votaron al FA, quienes no lo hicieron por caminos testimoniales, sino por un cambio que determinara, por supuesto, salir de la influencia de partidos tradicionales agotados y, evidentemente, sin posibilidades de construir el progreso en un país que languidecía.
Hoy como observadores interesados de la interna frentista –porque nosotros también hemos recibido el sayo de la diatriba fácil, de la “borratina”, del tirón de orejas, para lo que no valieron historias, militancia, sinsabores, exilios y proyección profesional – , siendo “despedidos” antes de ser “contratados”, acción concretada – para colmo – a través de los medios, sosteniéndose que materiales informativos colocados en mi blog personal, de los que nadie desmintió una línea, tenía objetivos malsanos de castigar políticamente a alguien, que era responsable de trascendidos de “mala fe”, cuando hoy las mismas “filtraciones” parecen un mal endémico.
¡Nos asombra la mediocridad de esos detractores que nunca fueron capaces de dar la cara y contestar en el mismo plano, cuando las puertas abiertas estuvieron siempre! Lo único que no sostuvieron, quizás para no jerarquizarme más de la cuenta, que el que esto escribe era uno de los integrantes del “eje del mal”. Pero la verdad es que muchas veces almuerzo con compañeros de la profesión en restaurantes de la Ciudad Vieja y, quizás, ello le sirviera a alguien para “ficharme” en ese rubro de los “enemigos”
Ahora, como también le preocupa a Legnani, me parece adecuado saber si hay un cambio o no en la estructura de las alianzas de clases y capas que sostienen al gobierno. Si lo hay, es necesario conocer si es consciente y elaborado o sólo está influido por lo complejo, que es tocar los intereses de las clases altas. Todo esto vale la pena discutirlo, de forma abierta y sin prejuicios. Para saber cuál es la orientación del viento que se expresará más adelante en las encuestas. Si los que deben se demoran en llegar a conclusiones y entre todos seguimos hablando de candidaturas, de nombres impuestos que en algunos casos – lamentablemente – por la caída del funcionamiento orgánico de la coalición de izquierda, solo tendrá un apoyo circunstancial de los dirigentes que se alinean en el próximo Congreso.
Olvidaba decir también en mi desmedro y finalmente, para no aburrir más a los lectores, que también durante un largo tiempo participé de encuentros con un grupo de amigos médicos frenteamplistas. Hoy, por razones que también me preocupan y que están entrelazadas con la totalidad de este análisis, ya esas reuniones caducaron, porque ninguno de ellos pueden admitir algunas cosas que se siguen viviendo en su sector.
Lo que también importa. Porque, nos importa, que la izquierda siga en el gobierno entendiendo que los otros caminos por los que podría optar la ciudadanía serían nefastos para el futuro.
- Carlos Santiago es periodista. Secretario de redacción de Bitácora.
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