Pujas internas para hacer democrático el Banco del Sur

22/02/2008
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Buenos Aires

Las discusiones para constituir el Banco del Sur se retomarán en marzo. Los países chicos plantean dudas sobre su construcción democrática. Argentina asegura que eso está garantizado, aunque reconoce que las negociaciones son complejas.

En la primera semana de marzo se reunirán los técnicos de los 7 países sudamericanos que constituirán el Banco del Sur, la iniciativa regional para financiar obras sociales y de infraestructura para la integración.

Compleja por las diversas realidades de los países socios y las ambiciosas metas que persigue, las negociaciones se han demorado --según algunas voces que apoyan la iniciativa pero con una mirada crítica-- porque los países grandes quieren condicionar a los chicos, lo cual, para ellas, reproduciría la lógica de los mecanismos de financiación que quieren evitar, como los del FMI, del Banco Mundial o del BID.

"No es así en absoluto, porque desde el acta fundacional hay una voluntad política de nuestros gobiernos de hacer algo diferente a lo que son los organismos multilaterales. Cada país tendrá un voto más allá del aporte de capital que haga", aseguró a Terra una alta fuente del Ministerio de Economía argentino.

Sin embargo, los economistas peruano Oscar Ugarteche y belga Eric Toussaint (asesor del gobierno ecuatoriano) dijeron que Argentina y Brasil buscan imponer criterios dada su mayor capacidad de contribución, y que ese sería el factor que demora el arranque del Banco.

Toussaint dijo a Terra que "aunque el aporte puede ser proporcional al peso económico del país, los derechos de votos tienen que ser basados en el principio de 'un país un voto'. Si este principio no se aplica, el Banco del Sur utilizará el mismo ADN antidemocrático que el Banco Mundial, FMI y BID. Por lo tanto no constituirá una alternativa a estas instituciones, que carecen de legitimidad".

Igual previno, para la agencia ALAI, Ugarteche. "Los peces grandes se comen a los más chicos. Eso mismo estaría por pasar en la constitución del Banco del Sur". Y ambos culparon a la Argentina y Brasil, las dos economías más grandes de las 7, que se completan con Venezuela, Uruguay, Ecuador, Bolivia y Paraguay (Colombia, Perú y Chile han expresado diversa opinión sobre el Banco, pero tienen acuerdos de "libre comercio" con Estados Unidos y están en otra lógica de construcción regional).

El alto funcionario argentino que habló con Terra bajo condición de anonimato negó de plano que haya en Buenos Aires o Brasilia semejante idea. "Lo que estamos estudiando es una fórmula según la cual cada país hará un aporte obligatorio, no voluntario, en relación con su capacidad, que se calculará básicamente sobre el tamaño de su PBI. Este tema forma parte de la negociación en curso. Pero luego, en las decisiones de crédito, cada país tendrá igualdad de voto. No dependerá de su cuota; si fuera así, desvirtuaríamos el mandato político que tenemos", afirmó.

Para la fuente del Palacio de Hacienda, las demoras en la constitución del Banco (el acta se firmó en diciembre y los presidentes habían dicho que en 60 días quedaría listo el convenio constitutivo) se deben a que "son 7 países con realidades diversas, la mayoría con moneda propia pero uno, Ecuador, con el dólar; o con situaciones económicas y de desarrollo distintas, como pueden ser Brasil o Bolivia, entre otras diferencias. Fíjese que hasta deberemos redactar un anexo con un glosario sobre términos técnicos, para que todos nos pongamos de acuerdo sobre lo que decimos".

Pese a la dificultad de constituir un Banco que debería ser un eje clave de la futura Unión Sudamericana, el funcionario cree que este semestre estará listo el convenio, pero no arriesgó una fecha para empezar a operar, lo que también acarrerará debate por las necesidades sociales y de infraestructura distinta en cada nación. "Es que luego deberá ser aprobado por cada uno de los 7 congresos de los países y cada uno tiene sus tiempos". Luego insistió en que "la última palabra la tendrá el Consejo de Ministros que decida sobre las políticas del Banco. Eso garantizará un trato igualitario para todos los miembros del directorio".

Las dudas que, pese a todas estas explicaciones, tiene Toussaint es que "desgraciadamente Argentina y Brasil quieren aplicar en la práctica las reglas de las instituciones de Bretton Woods y del BID dominadas por la grandes potencias que las utilizan para promover sus intereses egoístas. Brasil y Argentina admiten la regla de 'un país un voto' solamente durante la reunión anual, mientras que en la gestión ordinaria se aplicaría la regla de la proporcionalidad que les favorece", sugirió.

Para Ugarteche, por su parte, la Declaración de Quito de mayo de 2007 garantizaba una institución distinta a la "democracia plutocrática" del BID, el FMI o el BM. El Banco del Sur debería orientarse, dijo, "hacia tipos de proyectos más sociales y más destinados a zonas empobrecidas para cerrar las brechas entre las zonas más prósperas y las menos prósperas".

Pero, según él, cuando se estableció que el capital social del Banco del Sur debía ser de 7.000 millones de dólares (1.000 millones cada socio), "Argentina, con el apoyo de Brasil, dijo que esto es poco razonable. Que el aporte de los países más grandes debe ser mayor y por tanto mayor el poder dentro del Banco de esos países. Esto naturalmente desvirtúa la idea de un Banco democrático".

A Ugarteche le recuerda cuando se creó la Comunidad Económica Europea en los años 50 y "resultaba que el gran ducado de Luxemburgo, una ciudad-Estado, tenía el mismo peso dentro de la Comunidad que Alemania, que era el motor de Europa. Esto se resolvió por las vías políticas en su oportunidad y con el tiempo los países pequeños de Europa terminaron equilibrando las tensiones de poder de los países grandes. La sede de la CEE se estableció en Bruselas por esa razón y hoy dicha ciudad es la capital de Europa unida".

Ugarteche propuso que si esto es motivo de discordia en el Banco del Sur, debería permitirse a los países pequeños tener un capital suscripto de 1.000 millones de dólares pero pagarlo con un tiempo de gracia distinto al de los países grandes.

Y concluyó: "El financiamiento del Banco del Sur vendrá del apalancamiento del mismo mediante la emisión de bonos en las monedas de los países miembros, en una canasta de moneda o en una unidad monetaria sudamericana que aún está siendo diseñada. Quizás sea el mejor momento para que los peces grandes consideren no comerse a los peces chicos, sino asociarse a ellos recordando que lo que está enfrente es un tiburón que se los quiere comer a todos y a quien le encantaría que esta iniciativa fracasara".

Fuente: http://www.terra.com.ar/canales/economia/176/176273.html

https://www.alainet.org/es/active/22404
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