Valparaiso
 
Tras la decisión del Parlamento de votar el Convenio 169 de la OIT con un texto interpretativo que restringe sus alcances, Gustavo Quilaqueo, Wünen (presidente) del Partido Mapuche fue enfático en señalar desde Valparaiso que, tras lo acontecido, sigue primando en el Congreso una lectura de las aspiraciones políticas y territoriales mapuches como una “amenaza” para el estado. Dirigente llamó al gobierno a restablecer diálogo político con el movimiento mapuche.

Diversas reacciones ha provocado la decisión de los principales conglomerados políticos chilenos, Concertación y Alianza por Chile, de someter a votación en el Congreso la aprobación del Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes con un “texto interpretativo” de sus alcances. Esta situación, a juicio de las organizaciones indígenas en general y el movimiento mapuche en particular, mutila el Convenio y viola el espíritu de dicho instrumento internacional, adoptado por la Conferencia Internacional del Trabajo el 27 de junio de 1989 y ratificado por gran parte de los estados de la región.
 
Cabe señalar que el pasado martes, por unanimidad, la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado aprobó el proyecto de acuerdo que aprueba el Convenio, con lo cual quedó en condiciones de ser sometido al pronunciamiento de la sala. Ello, luego de que la instancia acordara una polémica aclaración interpretativa al artículo 35 del mencionado Convenio que apunta a señalar que “que este instrumento sólo es aplicable a los Tratados vigentes ratificados por Chile y no es vinculante con otras declaraciones internacionales”, como aquella de Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas que consagra el derecho a la libredeterminación.
 
Gustavo Quilaqueo, Wünen (presidente) del Partido Mapuche Wallmapuwen, fue enfático en señalar desde Valparaiso que tras lo acontecido sigue primando en el Congreso una lectura de las aspiraciones políticas y territoriales mapuches como una “amenaza” para el estado y su estabilidad. “El trasfondo de esta interpretación es el abordaje desde la óptica de la seguridad nacional que algunos sectores del gobierno, el parlamento y principalmente las fuerzas armadas, insisten en realizar de nuestro pueblo. Es reflejo del miedo que les provoca un conflicto que ha estado presente en toda la vida republicana de este país y que aun hoy se niegan a abordar en su real dimensión política”, subrayó.
 
Esta óptica, según el dirigente, más allá del recurrente discurso del terror de la derecha, referido a un supuesto afán separatista mapuche, se relacionaría más bien con resguardar una hegemonía al interior de un territorio de importancia vital para el estado. “La ocupación del Wallmapu tuvo motivaciones económicas. Ese trasfondo se mantiene en la actualidad, cuando vemos nuestro territorio invadido de transnacionales. No es menor que los tres rubros económicos que más aportan al Producto Interno Bruto se encuentren en territorios indígenas; la minería en la zona aymara, y las industrias forestal y salmonera en nuestro territorio”, indicó. “El desarrollo chileno ha sido a costa de la explotación de nuestros pueblos, el atropello de nuestros derechos y el empobrecimiento de nuestra población, eso hay que transparentarlo de una vez”, subrayó.
 
Aprobación 'a la chilena'
 
Para el timonel de Wallmapuwen, si bien el Convenio 169 no es “la” solución al conflicto con el estado, “su ratificación es una aspiración muy sentida por el movimiento mapuche, por cuanto se enmarca en una senda de reconocimiento de derechos políticos y territoriales que la propia OIT ha planteado como un deber moral de los estados”. A juicio de Quilaqueo, no solo los mapuches serían perjudicados por la actitud asumida por los parlamentarios de gobierno y de oposición. “Mutilar el Convenio es mutilar la democracia, es burlarse no solo de los pueblos originarios y sus reivindicaciones, sino también de todos aquellos sectores chilenos que aspiran a vivir en un estado multicultural, plurinacional, orgulloso de su diversidad y donde los derechos de todos estén garantizados”, expresó.
 
“Con esta aprobación a la chilena - agregó Quilaqueo- el estado en su conjunto protagonizará un triste espectáculo ante la comunidad internacional... Se nos habla de democracia, pero cada día se nos cierran los espacios para avanzar en el abordaje de nuestras reivindicaciones, que no son otras que recuperar parte de la soberanía política, territorial y administrativa que por la fuerza los abuelos de esta clase política chilena arrebataron a los nuestros”. “Entre esta óptica perversa del Congreso y aquella policial que prima en el gobierno de turno, principalmente en la cabeza del señor Felipe Harboe, lo único que se logra es cerrar las puertas al diálogo político, abriendo un escenario de confrontación que nadie en el País Mapuche desea”, advirtió.
 
Finalmente y respaldando lo planteado por la Identidad Territorial Lafkenche, Quilaqueo hizo un llamado al Congreso a posponer la votación del Convenio y abrir “un espacio de diálogo político, donde el derecho a consulta y participación que consagra el Convenio sea respetado desde ya”. “La sesión de ayer en el Senado fue a puertas cerradas, no se permitió la participación ni la asistencia de los dirigentes que viajamos para estar presentes. Es una pésima señal que materias tan importantes para nuestros pueblos sean tratadas bajo llave por los parlamentarios. Yo emplazo a la presidenta Bachelet, en este segundo tiempo que dice haber iniciado, a retomar el diálogo político con nuestro pueblo”, subrayó.

Fuente: www.azkintuwe.org