Venezuela: para todos o para nadie
14/06/2002
- Opinión
Hay algo relativamente nuevo en materia de derecho en el tapete social de Venezuela:
el tema de los derechos republicanos, como complemento necesario para empezar a
defenderse ante el avance neoliberal y privatizadorl Junto a los derechos civiles,
políticos y sociales, podrán permitir el inicio de un Estado nuevo, que cuente de
verdad con un concepto de ciudadanía plenal Porque será entonces cuando los
ciudadanos estaremos obligados a pensar en el interés público directamentel Esta
podría ser la única forma de lograr que se defienda con la suficiente firmeza el
patrimonio público en lo económico, en lo cultural, en lo ambientall Habrá que
preparase, eso si, y contenerse, porque surgirá la indignación cívica al ir
descubriéndose las múltiples violaciones que se llevan a cabo -a cada momento-
contra nuestra tan vapuleada Res-Públical
Sin embargo, hay que tener en cuenta también, que los derechos civiles son a la vez
derechos humanos fundamentales de los mas pobres, así como que sin los derechos
sociales no hay posibilidad de un sistema capitalista eficiente, ni de un gobierno
legítimol Además que, sin los derechos políticos no existen garantías democráticas
y finalmente -y para ser breves- sin los derechos republicanos garantizados, no
habrá seguridad de que el Estado pueda realizar las tareas que de verdad le son
inherentesl Siendo que tanto la derecha, los liberales, los izquierdistas o los
socialdemócratas, han puesto desde siempre el énfasis sobre el concepto ciudadanía y
los derechos civiles y sociales; entonces los enemigos de los derechos de los
ciudadanos no son los liberales, m los socialistas, los socialdemócratas, m los
izquierdistas todos; sino los autoritarios, los patrimonialistas, los nepotistas y
en general, los corruptos de la política que bajo sus mascaras, ocultan alguna o
todas esas particularidadesl Pero se hace necesario entender la emergencia de los
derechos republicanos en función de la verdadera democratizaciónl
Cuando la democracia venezolana sea entendida como valor universal y deje de ser
“manoseada”, exigirá a la ciudadanía una creciente preocupación por los temas
públicosl Esto a su vez dará lugar, posiblemente, a tener en cuenta nuevos derechos
que irán convirtiéndose en leyesl Entre ellos, los derechos republicanos, que deben
entenderse como los que tiene cada ciudadano, es decir, que los bienes públicos –
“que son de todos y para todos”- se mantengan públicos y no sean apropiados mediante
procesos de privatización, por individuos ó grupos de intereses que suelen actuar
dentro de la sociedad como si fueran francotiradoresl Los derechos republicanos
pueden referirse al patrimonio histórico cultural, al ambiental ó al patrimonio
económico-público, o sea, a la cosa públical Ubicándonos en el tema central de ésta
nota: son derechos ciudadanos referidos a la Res-Públical
En la medida en que los bienes públicos, son de todos y para todos, están mal
defendidos y por consiguiente, permanentemente amenazadosl Es muy diferente la
amenaza a los bienes privados, que aquella que atenta contra los bienes públicos; la
primera va dirigida individualmente al propietario, quien estará muy atento a
defender su propiedadl En cambio la segunda , o sea, la amenaza a los bienes
públicos, a la Res-Pública, es amplia e indiscriminadal El titular de los bienes
públicos es la sociedad, la nación, el país, el conjunto de ciudadanos organizados
de manera colectival
Es cierto, sabemos que hay desventaja, pero es imprescindible colectivizar al máximo
la toma de conciencia de ese todos para todos y en defensa de lo de todosl Este
elemento de soberanía constituye la raíz madre del “habrá patria para todos o no
habrá para nadie” una consigna nacida de los movimientos populares que vienen
gritando a los cuatro vientos en nuestra América Latina, luchando para reivindicar
el principio soberano y colectivo en defensa del patrimonio de su territorio, el de
su progreso y su porvenirl Al respecto, nos parece esencial incentivar la
identificación colectiva con estos derechos, que hemos llamado derechos
republicanos, luchar por ellos, estar atentos para descubrir y contrarrestar
cualquier amenaza que venga de parte de los políticos privatizadores o de cualquier
intervención en beneficio de los grandes intereses, provengan éstos del capital
nacional o extranjerol
Nuestros derechos sobre la Res-Pública han estado -a propósito- mal definidos y por
ende, mal defendidosl Algunos juristas incluso los califican como “derechos difusos
“l Nosotros nos hemos atrevido a proponerlos como básicos, en este proceso
revolucionario de transición hacia la V República liderado por el presidente Hugo
Chávez, en tanto su validez podrá poner a participar vivamente al grueso de la
población, en la defensa de la Res-Pública, que finalmente no es otra cosa, que el
patrimonio económico político y que en lo político se traduce en la República, como
sistema de poder político legitimado por el pueblo y ejercido según su interésl
Evitar que la Res-Pública sea privatizada, debe ser el fin fundamental de cualquier
sociedad civilizada de nuestro continente, sumergido en la penumbra social, en la
pobreza, en vías de un mal llamado desarrollo que sólo ha significado destrucciónl
Los derechos republicanos, reivindican el diezmado concepto de ciudadanía su defensa
debe contar en primera instancia, con la participación colectiva, civilizadal Una
vez derrotada la contrarrevolución en Venezuela, ya que el desenlace está próximo,
deberá iniciarse un plan masivo de información que establezca con firmeza las bases
y el objetivo social a reivindicarl Defender entre todos los bienes que nos
pertenecen a todos participando de manera activa, nos podrá devolver la virtud del
“patria para todos o para nadie” l
Rodolfo Diverio V., Analista Político
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