Las negociaciones para liberar a los rehenes colombianos merecieron más tiempo

11/12/2007
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La decisión del Presidente Colombiano Alvaro Uribe, de terminar las negociaciones del Presidente venezolano Hugo Chávez, ha vuelto a anular cualquier esperanza de que las guerrillas del FARC liberen a los rehenes que tienen más tiempo detenidos. Mientras tanto las relaciones entre Venezuela y Colombia se han deteriorado rápidamente.

Los eventos recientes se pueden rastrear hasta junio de 2001 cuando el proceso de paz en Colombia ya cojeaba hacia el fracaso. Jorge Briceño, "líder militar" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), realizó una ominosa amenaza pública: "Tenemos que secuestrar gente del senado, del congreso, jueces y ministros, de todos los tres poderes [del gobierno Colombiano] y ya veremos como chillan".

En los siguientes dos años las FARC llevaron a cabo varios secuestros de altos funcionarios, se llevaron a la fuerza a docenas de legisladores, candidatos presidenciales y, después de haber derribado una avioneta en territorio controlado por la guerrilla, también secuestró a tres ciudadanos de EEUU que trabajaban para un contratista del Departamento de la Defensa. Desde entonces los rehenes han sucumbido en las junglas colombianas junto con oficiales militares capturados en batalla.

Algunos secuestrados han estado casi una década detenidos por las FARC, y se sabe muy poco sobre su salud o paradero. Once murieron en junio de 2007 bajo circunstancias que todavía se deben aclarar. Aproximadamente unos 45 rehenes permanecen cautivos mientras que sus familiares llenos de angustia claman por su liberación.

En los casos de "altos funcionarios" rehenes, las FARC no exige dinero para su liberación, como lo hacen con sus otras víctimas. La guerrilla exige que el gobierno colombiano intercambie a los funcionarios por prisioneros de la FARC, incluyendo a dos que ya han sido extraditados a EEUU. Antes de cualquier discusión sobre el intercambio de prisioneros la FARC primero exige que el gobierno colombiano saque a sus tropas de dos municipios: una zona de 800 kilómetros cuadrados.

El gobierno de Uribe se ha opuesto de manera constante a la creación de zonas desmilitarizadas, se rehúsa a cumplir con estas peticiones. Por su parte la FARC se rehúsan a cambiar de planes. Las pláticas entre las dos partes no han logrado absolutamente nada y los rehenes permanecen en cautiverio. Algunas veces se han vislumbrado soluciones al problema, sin embargo la esperanza de cada familia siempre es quebrantada.

El último episodio desesperanzador ocurrió a finales de noviembre. Las expectativas sobre liberar rehenes habían crecido en agosto de 2007, cuando Uribe autorizó al Presidente Venezolano Hugo Chávez y a la Senadora Colombiana de la oposición, Piedad Córdoba, su función como mediadores para entablar pláticas sobre el intercambio de prisioneros con las guerrillas.

Chávez y Córdoba—ambos políticos de izquierda—probaron tener mucha energía, ambos insistían en entablar el diálogo. Se reunieron con los líderes de la FARC, con los rehenes, con los representantes del congreso de EEUU y con quien fuera que podía hacer algo por los prisioneros.

El Presidente Uribe fue elogiado por ser tan flexible y por entablar el diálogo con sus rivales. Los familiares de los rehenes estaban todavía más optimistas, como no lo habían estado desde hace años.

Los esfuerzos de Chávez y Córdoba, vistos como "la última esperanza" para resolver la crisis de los rehenes, fueron lentos pero avanzaron; Iván Márquez, miembro del Secretariado de la FARC, estuvo en Caracas a principios de noviembre para hablar sobre liberación de los rehenes.

Sin embargo la esperanza pronto se desvaneció durante la semana del 19 de noviembre. Mientras estaban en Francia Chávez y Córdoba afirmaron que la FARC todavía no proporcionaban pruebas de vida de Ingrid Betancourt; una mujer franco-colombiana metida en la política, que es prisionera de la FARC desde el 2002. Chávez hizo enojar a Uribe aún más al revelar compromisos que el presidente colombiano realizó en privado; Uribe decidió desquitarse con Chávez dándole hasta el 31 de diciembre como última fecha para trabajar como mediador del conflicto.

El 21 de noviembre las pláticas con Chávez terminaron de manera abrupta. La siguiente es una cita de una conversación telefónica entre Chávez y el jefe militar del ejército colombiano: Uribe "ya no autoriza" al Presidente Venezolano y a la Senadora Córdoba como mediadores en el conflicto.

¿Cómo está ahora la situación?

Este último esfuerzo para liberar a los rehenes ha sido el que más esperanza provocó. El final tan abrupto de las pláticas deja a ambas partes sin algún otro plan para entablar el diálogo.

Las siguientes observaciones son acerca de la situación de hoy en día:

* A la FARC se les inculpa más. Las guerrillas merecen ser sancionadas por la situación que se padece al retener prisioneros por tantos años. También se les debe criticar por la rigidez que han tenido en todas las etapas de este primer diálogo. La FARC cometió varios errores graves durante el proceso, incluyendo dos de ellos que ocurrieron durante los últimos diez días de las pláticas. Primero dieron a conocer fotos de las pláticas que sostuvieron con la Senadora Córdoba sin su consentimiento, esto fue un golpe duro para la integridad del proceso en la arena mediática de la opinión pública colombiana. Después cometieron un error aún más grave al permitir que Chávez realizara su planeado viaje a Paris sin la información pertinente sobre el bienestar de la rehén Betancourt, cuya triste historia es primera plana en las noticias francesas. Chávez seguramente estaba enfurecido con los líderes de la FARC por la vergüenza que le harían pasar al presentarse con las manos vacías ante un público francés tan lleno de expectativas.

* El gobierno de Uribe también es culpable. Después de autorizar como mediadores a la Senadora Córdoba y al Presidente Chávez, el gobierno no hizo nada más para facilitarles esta tarea tan difícil. Nunca existió un esfuerzo conjunto entre los gobiernos colombianos y venezolanos para liberar a los rehenes. Después de que Uribe anunció la nominación de los dos mediadores no hizo esfuerzo alguno para apoyarlos, de hecho se libró de cualquier relación con el diálogo. La Senadora Córdoba viajó tres veces a Washington sin el apoyo del gobierno colombiano—sin apoyo oficial, ni financiero, sin señal alguna de que la apoyaran los políticos de Bogotá. Es más, el gobierno colombiano declaró de manera muy clara que utilizaría al ejército para dificultarle a la FARC su participación en los diálogos.

* Los mediadores cometieron errores sin embargo ninguno fue fatal. El Presidente Chávez y la Senadora Córdoba también pusieron de su cosecha de errores, aunque sólo se hayan excedido un poco y hayan sido algo indiscretos. Ninguno de los dos es un calificado mediador profesional, más bien son políticos bien conocidos por ser tan tenaces. Entre sus errores están el de las fotos de la Senadora Córdoba, arriba mencionadas, fotos que la muestran compartiendo situaciones triviales al lado de miembros de la FARC en Caracas. También está la revelación en Francia, por parte de Chávez, de una conversación privada que sostuvo con Uribe sobre una futura reunión con el líder de la FARC Manuel Marulanda; además Chávez no siguió el protocolo y le telefoneó al General Mario Montoya, aunque el Presidente Uribe le pidió claramente que no lo hiciera.

Sin embargo la decisión que tomó el Presidente Uribe de terminar con el diálogo por esta llamada parece un pretexto. ¿Por qué terminar con el diálogo en vez de resolver el problema al expresar el malestar que le causó tal conducta de manera pública? A menos que ya estuviera buscando cualquier razón para terminar con el proceso del dialogo, el cual ya no podía controlar. Un proceso tan delicado puede llevar mucho tiempo en realizarse y requiere de mucha paciencia y el gobierno colombiano demostró tener muy poca.

Seguir adelante


* Los Presidentes Chávez y Uribe deben bajarle a su tono. El "despedir" a Chávez como mediador ha ocasionado la peor crisis en las relaciones entre Colombia y Venezuela que se ha visto en décadas. Aunque los dos gobernantes tienen ideas opuestas antes habían evitado cualquier tipo de ataque verbal. Desde el 21 de noviembre, cuando Chávez llamó "mentiroso" a Uribe y también mencionó que éste le "escupía" en la cara se congelaron las relaciones entre los dos países y se le ordenó al embajador de Venezuela en Colombia que regresara. Mientras tanto Uribe acusó a Chávez de fomentar el "terrorismo marxista" del régimen de la FARC en Colombia.

* La FARC deben continuar mostrando las "pruebas de vida". Recientemente, las guerrillas mencionaron que proveerán las "pruebas de vida", videos o fotos de los rehenes, esto será un gesto de su buena fe. En Francia el Presidente Chávez dijo que las guerrillas están planeando la publicación de las pruebas antes de que termine el año. El 30 de noviembre el ejército colombiano afirmó que había capturado a tres miembros de la FARC en Bogotá con cinco videos de las víctimas. Los familiares de las víctimas en cuestión agradecieron al Presidente Chávez y a la Senadora Córdoba por la presión a la cual sometieron a la FARC y que dio como resultado la evidencia de que sus familiares siguen todavía con vida.

Ver a los rehenes con vida, para algunos por primera vez después de más de cuatro años, es un aspecto positivo el cual podría hacer que el diálogo empezara de nuevo porque se le ha puesto un "lado humano" al proceso político. Esta evidencia podría tener el suficiente impacto en la opinión pública para reiniciar las pláticas.

El Presidente Chávez y la Senadora Córdoba merecen nuestros más profundos agradecimientos. Aunque ambos cometieron algunos errores desafortunados, los mediadores realizaron su trabajo con energía, perseverancia, paciencia y creatividad.

Si sólo les hubieran dado más tiempo ...

- Adam Isacson es el director del Programa para la Desmilitarización de América Latina (Demilitarization of Latin America program) en el Centro de Política Internacional (Center for International Policy, CIP, www.ciponline.org). Desde 1995 el autor ha coordinado los esfuerzos de la CIP para la desmilitarización. Isacson también trabaja en conjunto con el Programa de las Américas y con otras organizaciones que están relacionadas con asuntos colombianos.

Traducción por: Vicente Castañar Flores

Fuente: Programa de las Américas del Centro de Relaciones Internacionales (IRC) 

http://www.ircamericas.org

https://www.alainet.org/es/active/21131
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