No se pase diputado Messmer.....!ya está de buen tamaño!
07/11/2007
- Opinión
Hace mucho tiempo atrás que intento ser tolerante pensando que, dadas las reglas del juego democrático, todos tenemos el derecho de pensar como queramos y que, además, aconseja la experiencia que esta tolerancia debe de ser mayor cuando se trata del adversario político, lo que nos permite vivir en un clima de paz, haciendo de las diferencias ideológicas, espacios de discusión basados en el respeto mutuo y la altura moral.
Sin embargo, mi paciencia ha llegado a su límite por eso, Messmer, hoy te digo: Ya está de buen tamaño, basta de agredir y de faltar al respeto. Hay cosas que, ni siquiera en nombre de la democracia, es posible seguir tolerándote.
Seguramente pensarás que la que escribe estas líneas es una desconocida y tienes razón. No soy ni diputada, ni senadora, ni ningún tipo de autoridad visible. Soy, simplemente, una mujer más del montón. Sí, de ese montón, 54% para ser exacta, que votó en las elecciones presidenciales para que gente como tú deje de joder a Bolivia. Por lo tanto, soy mayoría y con la autoridad que me da la mayoría, es que ahora me dirijo a ti harta, completamente cansada de tus desplantes y tu malacrianza.
Parece que ni el hecho de haber sido diplomático (aunque obviamente no de carrera, sino por oportunismo partidario), ni el ser ahora parlamentario, te han enseñado normas de educación y de mínima consideración con el prójimo. Amparado en tu fuero, te das el lujo de faltarle el respeto al hombre, que te guste o no, es el Presidente Constitucional de Bolivia, aun cuando sea moreno e indio, que es, en realidad, lo que realmente les molesta a la gente de tu clase, ¿no es cierto? Que el “indio de m....” como ustedes lo llaman en sus conversaciones coloquiales de pasillo, esté haciendo en beneficio de nuestro país y su gente, (incluido tú), cosas que ustedes jamás pudieron hacer en veinte años de cuoteo y corrupción.
Entonces repites, machacona y ridículamente, lo que tu socio medialunero Costas dijera hace unos días en Santa Cruz y nos extraña profundamente que ni tú ni él, ambos “leídos y estudiados” (¿habrás ido alguna vez a la Universidad o serás del grupo de gente que piensa que lo único que vale en la vida no es el estudio, sino el dinero?), antes de proferir insultos, no se hayan remitido al diccionario para averiguar el significado de la palabra ”macaco”. Pues entonces, me tomaré el trabajo de ilustrarlos a ambos: Macaco es un género de primates oriundos del Congo; se trata de uno de los primates más inteligente, muy cercano al Chimpancé y por lo tanto, situado en el nivel inmediatamente inferior en la espiral evolutiva del hombre; investigaciones científicas realizadas el año 2005 han descubierto en el comportamiento de este mono rasgos casi humanos, especialmente, en el área de la inteligencia emocional. En otras palabras, traduzco: El Macaco es un mono muy inteligente y casi humano. Si lo vemos desde la biología animal, lo tuyo no ha sido un insulto sino tan solo, una constatación científica: Aquella que afirma que el Macaco es uno de nuestros antepasados.
Pero te entiendo Messmer. Sé lo que pasa contigo y con todos los y las integrantes de tu grupito de oligarcas trasnochados: Están respirando impotentemente por la herida, porque saben que el pueblo de a pie como yo, es decir, los casi ocho millones de bolivianos y bolivianas, ya no les cree ni lo que respiran, justamente, por sus heridas.
Sabemos que lo que defienden no es ni el país ni sus intereses porque ustedes de patriotas, no tienen absolutamente nada; siempre han preferido al imperio del Norte y siempre han pensado en Bolivia como un país atrasado (Atrasado, es más embaucable), ingobernable y lleno de indios mugrientos e ignorantes a quienes hay que sojuzgar y ojalá, matarlos todos, para que así se convierta en el patio trasero de sus amos yanquis, y que lo terminen de saquear y destrozar en complicidad con ustedes, como ya lo han hecho en veinte años de vergonzosa vida política. Por eso insultan, por eso agreden con bajezas, por eso mienten sistemáticamente desde sus canales de televisión, desde su prensa escrita, desde sus periodistas vendidos y sin conciencia. Por eso también es que quieren ahora, secuestrar la Asamblea Constituyente y bloquearla sin remedio, jugando cruelmente con los intereses de los chuquisaqueños a través de unos cuantos dirigentes corruptos e irresponsables, que ésta misma noche han decidido decirle no al país por tercera vez, en un intento tenaz de in viabilizar el espacio más democrático de toda la vida republicana de Bolivia, donde estamos representados todos y no solo ustedes, los que creen de manera asombrosamente equivocada, que por tener cara blanca son mejores que los verdaderos dueños de estas tierras, esclavizados hacen más de quinientos años por todos los Pizarro como tú. Claro, porque esa Asamblea Constituyente está diseñando el verdadero país que ustedes se empeñan por negar sistemáticamente.
¿Así que te da vergüenza Evo Morales? Pues fíjate que a mí el que me da vergüenza, muchísima vergüenza eres tú, porque ni siquiera guardas el decoro necesario que tu investidura de “padre de la Patria” te obliga frente a la comunidad internacional; ni siquiera eres prudente y sensato para darte cuenta que ese “Macaco” del que tú tienes vergüenza, es el Presidente más votado de Bolivia en lo que va de nuestra historia democrática moderna; un modelo de líder en la historia democrática latinoamericana moderna, que a pesar de haber nacido terriblemente pobre y sin oportunidades, tuvo la suficiente resiliencia, es decir, la capacidad para saber luchar venciendo las adversidades y llevar adelante, con asombrosa lucidez y olfato político, un proyecto de país que está cambiando, desde los hechos y no solo desde el discurso demagógico al que tú estás acostumbrado a practicar, la manera de concebir el Estado con la necesaria vocación de servicio y la profunda convicción de vida. Es decir, diseñar a pesar tuyo y de tu gente, una Bolivia donde haya lugar para todos. No porque sea “extraterreno”, sino porque simplemente, es un hombre que no ha perdido la humildad, que tiene claro que el gobernante debe obedecer el mandato de sus gobernantes y no valerse de ellos engañándolos, pero sobre todo, porque conserva la virtud de saber escuchar y entender, a diferencia de ustedes, que ya ni siquiera se escuchan a sí mismos, presos de su orgullo sin límites; que es reconocido más allá de nuestras fronteras con los máximos títulos académicos sin haber jamás pisado una sola Universidad, que no haya sido la Universidad de la Vida. Un revolucionario, pues, un hombre de verdad. Algo que evidentemente tú, ni siquiera volviendo a nacer, alcanzarías.
Déjame decirte que, viéndote declarar con tanta furia y despecho contra el Presidente, haciendo gala de tu malacrianza e irrespeto, con sobredosis de soberbia arrogancia, no puedo evitar compararte con lo significa Evo Morales para Bolivia y toda Latinoamérica en su conjunto y te confieso, me das lástima. Te ves tan chiquito, tan insignificante como ser humano, que me nace una convicción profunda dentro del alma: Seres como tú no valen nada, absolutamente nada.
María Bolivia Rothe
Boliviana, médica especialista en Salud Pública, harta de tanta falta de respeto y decidida a luchar, cueste lo que cueste, por una Bolivia para todos.
Sin embargo, mi paciencia ha llegado a su límite por eso, Messmer, hoy te digo: Ya está de buen tamaño, basta de agredir y de faltar al respeto. Hay cosas que, ni siquiera en nombre de la democracia, es posible seguir tolerándote.
Seguramente pensarás que la que escribe estas líneas es una desconocida y tienes razón. No soy ni diputada, ni senadora, ni ningún tipo de autoridad visible. Soy, simplemente, una mujer más del montón. Sí, de ese montón, 54% para ser exacta, que votó en las elecciones presidenciales para que gente como tú deje de joder a Bolivia. Por lo tanto, soy mayoría y con la autoridad que me da la mayoría, es que ahora me dirijo a ti harta, completamente cansada de tus desplantes y tu malacrianza.
Parece que ni el hecho de haber sido diplomático (aunque obviamente no de carrera, sino por oportunismo partidario), ni el ser ahora parlamentario, te han enseñado normas de educación y de mínima consideración con el prójimo. Amparado en tu fuero, te das el lujo de faltarle el respeto al hombre, que te guste o no, es el Presidente Constitucional de Bolivia, aun cuando sea moreno e indio, que es, en realidad, lo que realmente les molesta a la gente de tu clase, ¿no es cierto? Que el “indio de m....” como ustedes lo llaman en sus conversaciones coloquiales de pasillo, esté haciendo en beneficio de nuestro país y su gente, (incluido tú), cosas que ustedes jamás pudieron hacer en veinte años de cuoteo y corrupción.
Entonces repites, machacona y ridículamente, lo que tu socio medialunero Costas dijera hace unos días en Santa Cruz y nos extraña profundamente que ni tú ni él, ambos “leídos y estudiados” (¿habrás ido alguna vez a la Universidad o serás del grupo de gente que piensa que lo único que vale en la vida no es el estudio, sino el dinero?), antes de proferir insultos, no se hayan remitido al diccionario para averiguar el significado de la palabra ”macaco”. Pues entonces, me tomaré el trabajo de ilustrarlos a ambos: Macaco es un género de primates oriundos del Congo; se trata de uno de los primates más inteligente, muy cercano al Chimpancé y por lo tanto, situado en el nivel inmediatamente inferior en la espiral evolutiva del hombre; investigaciones científicas realizadas el año 2005 han descubierto en el comportamiento de este mono rasgos casi humanos, especialmente, en el área de la inteligencia emocional. En otras palabras, traduzco: El Macaco es un mono muy inteligente y casi humano. Si lo vemos desde la biología animal, lo tuyo no ha sido un insulto sino tan solo, una constatación científica: Aquella que afirma que el Macaco es uno de nuestros antepasados.
Pero te entiendo Messmer. Sé lo que pasa contigo y con todos los y las integrantes de tu grupito de oligarcas trasnochados: Están respirando impotentemente por la herida, porque saben que el pueblo de a pie como yo, es decir, los casi ocho millones de bolivianos y bolivianas, ya no les cree ni lo que respiran, justamente, por sus heridas.
Sabemos que lo que defienden no es ni el país ni sus intereses porque ustedes de patriotas, no tienen absolutamente nada; siempre han preferido al imperio del Norte y siempre han pensado en Bolivia como un país atrasado (Atrasado, es más embaucable), ingobernable y lleno de indios mugrientos e ignorantes a quienes hay que sojuzgar y ojalá, matarlos todos, para que así se convierta en el patio trasero de sus amos yanquis, y que lo terminen de saquear y destrozar en complicidad con ustedes, como ya lo han hecho en veinte años de vergonzosa vida política. Por eso insultan, por eso agreden con bajezas, por eso mienten sistemáticamente desde sus canales de televisión, desde su prensa escrita, desde sus periodistas vendidos y sin conciencia. Por eso también es que quieren ahora, secuestrar la Asamblea Constituyente y bloquearla sin remedio, jugando cruelmente con los intereses de los chuquisaqueños a través de unos cuantos dirigentes corruptos e irresponsables, que ésta misma noche han decidido decirle no al país por tercera vez, en un intento tenaz de in viabilizar el espacio más democrático de toda la vida republicana de Bolivia, donde estamos representados todos y no solo ustedes, los que creen de manera asombrosamente equivocada, que por tener cara blanca son mejores que los verdaderos dueños de estas tierras, esclavizados hacen más de quinientos años por todos los Pizarro como tú. Claro, porque esa Asamblea Constituyente está diseñando el verdadero país que ustedes se empeñan por negar sistemáticamente.
¿Así que te da vergüenza Evo Morales? Pues fíjate que a mí el que me da vergüenza, muchísima vergüenza eres tú, porque ni siquiera guardas el decoro necesario que tu investidura de “padre de la Patria” te obliga frente a la comunidad internacional; ni siquiera eres prudente y sensato para darte cuenta que ese “Macaco” del que tú tienes vergüenza, es el Presidente más votado de Bolivia en lo que va de nuestra historia democrática moderna; un modelo de líder en la historia democrática latinoamericana moderna, que a pesar de haber nacido terriblemente pobre y sin oportunidades, tuvo la suficiente resiliencia, es decir, la capacidad para saber luchar venciendo las adversidades y llevar adelante, con asombrosa lucidez y olfato político, un proyecto de país que está cambiando, desde los hechos y no solo desde el discurso demagógico al que tú estás acostumbrado a practicar, la manera de concebir el Estado con la necesaria vocación de servicio y la profunda convicción de vida. Es decir, diseñar a pesar tuyo y de tu gente, una Bolivia donde haya lugar para todos. No porque sea “extraterreno”, sino porque simplemente, es un hombre que no ha perdido la humildad, que tiene claro que el gobernante debe obedecer el mandato de sus gobernantes y no valerse de ellos engañándolos, pero sobre todo, porque conserva la virtud de saber escuchar y entender, a diferencia de ustedes, que ya ni siquiera se escuchan a sí mismos, presos de su orgullo sin límites; que es reconocido más allá de nuestras fronteras con los máximos títulos académicos sin haber jamás pisado una sola Universidad, que no haya sido la Universidad de la Vida. Un revolucionario, pues, un hombre de verdad. Algo que evidentemente tú, ni siquiera volviendo a nacer, alcanzarías.
Déjame decirte que, viéndote declarar con tanta furia y despecho contra el Presidente, haciendo gala de tu malacrianza e irrespeto, con sobredosis de soberbia arrogancia, no puedo evitar compararte con lo significa Evo Morales para Bolivia y toda Latinoamérica en su conjunto y te confieso, me das lástima. Te ves tan chiquito, tan insignificante como ser humano, que me nace una convicción profunda dentro del alma: Seres como tú no valen nada, absolutamente nada.
María Bolivia Rothe
Boliviana, médica especialista en Salud Pública, harta de tanta falta de respeto y decidida a luchar, cueste lo que cueste, por una Bolivia para todos.
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