Estado de desastre nacional:

El país vive un segundo Mitch y vienen más lluvias

19/10/2007
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El presidente Daniel Ortega declaró este viernes "estado de desastre nacional" ante los graves daños humanos y materiales provocados por tres fenómenos metereológicos, a efectos de concentrar todos los recursos públicos en la atención de la emergencia.

"Estamos realmente frente a una situación de emergencia nacional (...) se trata de que nos unamos para enfrentar la situación", dijo Ortega durante una reunión con el equipo de gobierno que conforma el Comité Nacional de Emergencia.

Mientras tanto, continuaban las lluvias en gran parte del país, incluida la capital. Un reporte del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales pronostica que la onda tropical número 37, localizada entre Puerto Rico y Venezuela, podría llegar a Nicaragua entre el domingo y el lunes próximos.

El 16 de octubre de 1998, Nicaragua comenzó a vivir una de sus peores tragedias naturales, cuando por diez días consecutivos el Huracán Mitch, estacionado en el golfo de Honduras, descargó 130 milímetros de agua por día, dejando pérdidas materiales arriba de los 1,500 millones de dólares y más de 2 mil muertos.

El Director del Sistema Nacional de Prevención y Mitigación de Desastres (SINAPRED), Ramón Arnesto Soza dijo que Nicaragua vive una situación dramática igual a la de hace 9 años, porque las lluvias de las últimas dos semanas, han dejado caer un promedio de 162 milímetros de agua por día, peor que el Mitch, y eso es lo que tiene anegado el Departamento de Chinandega, que precisamente fue uno de los mayormente afectados en 1998.

Del seis al 14 de octubre cayeron en Chinandega y León 600 milímetros de agua, y durante el huracán Mitch, en 1998, cayeron 130 milímetros, agregó Soza.

"Estamos en un período muy crítico y peligroso y hay que tomar una serie de previsiones", sostuvo, agregando que se precisa tomar medidas más rígidas en cuanto a la administración del desastre y eso va a demandar una declaratoria de desastre nacional.

Soza aseguró que debido a la llegada de la Onda Tropical No. 37 y un eje de vaguada, las afectaciones van a crecer y están conscientes de ellos.

"Los suelos están sobresaturados. Existe el gran problema de que con poca cantidad que siga de las precipitaciones, indudablemente que estamos expuestos a que se vuelva a inundar y a que también estemos en el riesgo de que esas masas de tierra que están en las laderas más inclinadas, más altas, se deslaven", alertó.

Profundizó en que los riesgos son altos y por eso van a seguir activados los albergues, porque el país vive un estado excepcional en términos económicos y sociales.

Las cifras del desastre

De acuerdo con el jefe de la Defensa Civil, coronel Mario Pérez-Cassar, a la devastación causada por el huracán Félix en la Región Autónoma del Atlántico Norte siguieron las inundaciones provocadas por las lluvias sobre extensas zonas del occidente del país.

El huracán arrasó con 351 comunidades indígenas del norcaribe del país, dejando 102 muertos, 133 desaparecidos y cuantiosos daños materiales en 34.000 kilómetros cuadrados de territorio.

Pérez-Cassar reveló que cuatro áreas protegidas, entre ellas el Parque Saslaya y los Cayos Miskitos, han sido devastadas; y las 680 mil hectáreas de bosques de pino destruidas, podrían causar en la estación seca, sobre todo entre marzo y mayo, incendios imposibles de apagar, puesto que el pino es un árbol equivalente al combustible.

Además, también han sido severamente dañadas las cuencas hidrográficas de los ríos Coco, Wawa, Grande de Matagalpa, Kukalaya y Prinzapolka. "Esto significa que habrá un incremento del 74% de emisión de dióxido de carbono", aseguró Perez-Cassar.

A ello se sumó luego una larga jornada de lluvias, que aún persiste, en las zonas norte, noroccidental y central del país, con un saldo preliminar de nueve muertos y más de 20.000 damnificados en 138 localidades, así como cuantiosos daños en la infraestructura vial.

A 47 días de iniciada la emergencia, suman oficialmente en toda Nicaragua 109 muertos, 133 desaparecidos (a quienes, según dijo Ortega, "ya tendríamos que dar por muertos", lo que elevaría a 245 la cifra de fallecidos) y 216 mil personas damnificadas (37.287 familias), afirmó el militar, quien agregó que hay más de 22 mil viviendas afectadas, y tres mil kilómetros de viales destruidos.

Las lluvias afectaron 537 localidades en 46 de los 153 municipios del país, y destruyeron de forma total o parcial 22.000 viviendas, 150 escuelas e iglesias, nueve puentes y 3.000 kilómetros de caminos, de éstos 1.410 en zonas productivas, dijo Pérez-Cassar.

Además se contabilizan daños en 680.000 hectáreas de bosques y 100.000 hectáreas de cultivos diversos, y se perdieron 45.000 cabezas de ganado de todo tipo, agregó.

Tanto Pérez-Cassar como el secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Atención, Prevención y Mitigación de Desastres, Ramón Arnesto Soza, dijeron a Ortega que la gravedad de la situación amerita la declaración del estado de desastre.

Ortega firmó el decreto tras recibir el detallado informe.

El decreto fue leído por la Coordinadora de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, en la sede de la secretaría general del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que sirve de Casa de Gobierno.

El decreto destaca que en los meses de septiembre y octubre se han presentado tres sistemas meteorológicos de gran intensidad como el huracán Félix, que azotó el Caribe Norte de Nicaragua.

También se han producido intensas lluvias asociadas a bajas presiones y actualmente un eje de vaguada que afecta el occidente y centro norte de Nicaragua, que ha provocado inundaciones en todo el país.

Anteriormente, el gobierno declaró estado de desastre el Caribe Norte por el paso del huracán "Félix" y alerta verde en nueve departamentos (provincias) del país y alertas amarilla y roja para los 13 municipios de Chinandega, provincia fronteriza con Honduras.

El mandatario aclaró que se decretaba el estado de desastre y no de emergencia nacional, porque este último implica la suspensión de las garantías constitucionales. Estamos más bien abocándonos con el pueblo mismo para enfrentar esta situación, y que lleguemos a diciembre en mejores condiciones, dijo Ortega.

"No queremos limitar ningún derecho a ningún ciudadano. Se trata de comprometernos a trabajar con la mayor disciplina y dedicación para superar esta situación tan compleja y que luego vayamos encontrando la mejor manera de encaminarnos en la lucha contra la pobreza", apuntó Ortega.

Agregó que habrá que recurrir de nuevo a la solidaridad internacional porque el recién elaborado presupuesto de la nación estaría en crisis y "ya no se adecua a la situación del país".

El "estado de desastre nacional" autoriza legalmente al Ejecutivo a gestionar recursos externos y a dirigir planes especiales de rehabilitación, priorizando la labor de ciertas entidades públicas.

La medida manda a los ministerios y entes descentralizados del Estado efectuar inmediatamente programas de asistencia en todo el territorio nacional a favor de los afectados por estos fenómenos climáticos, según el decreto leído por la Secretaria de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo.

El decreto de hoy dictamina que los ministerios y entes descentralizados en el área de su competencia deben de emprender de forma inmediata programas en todo el país que ayuden a remediar la calamidad causada por los fenómenos meteorológicos.

Los ministerios, con el apoyo del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) y el Instituto de la Vivienda Urbana y Rural y otras instituciones y el apoyo de la comunidad internacional pondrán en práctica programas para la rehabilitación y reconstrucción de los daños ocurridos en todo el país, sostiene el documento.

Asimismo ordena a los entes estatales a disponer de fondos propios y de la cooperación internacional para rehabilitar redes de agua, energía, alcantarillado y vivienda.

Los centros de albergue en todo el territorio se mantendrán para atender a los afectados, así como las tareas de búsqueda y rescate en sitios bajo emergencia, indica el comunicado.

A la reunión asistió una misión venezolana que llegó este viernes a Managua encabezada por el canciller Nicolás Maduro e integrada por varios ministros del gobierno de Hugo Chávez.

El canciller venezolano, Nicolás Maduro, repitió las palabras del mandatario Hugo Chávez, quien el jueves se comunicó telefónicamente con Ortega y le ofreció apoyo, especialmente en equipos de construcción de caminos y viviendas.

Ortega dijo que las pérdidas materiales "son incalculables y millonarias, pero lo primero es seguir enfrentando la emergencia que continúa, pues estamos en la parte final, pero más dura de la época lluviosa en esta zona", explicó.

Maduro le respondió que "somos hermanos en una sola patria y lo que les pasa a ustedes nos duele igual a nosotros y por ello vamos a trabajar hombro a hombro con los nicaragüenses para buscar a salir adelante".
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