De traiciones al conocimiento y devotos confesos
07/09/2007
- Opinión
Hay temas que han de discutirse no con el corazón sino con datos objetivos, razonamientos cuidadosos que nos lleven a conclusiones sustentadas , escribía hace unos días el padre Mauricio Víquez a propósito del referéndum sobre el TLC (Mi corazón… ¿dice? La Nación 24 de agosto del 2007). Bien apunta el P. Víquez en su incisivo comentario que hay temas que requieren de la razón. Discrepo sin embargo, de la afirmación que el artículo contiene: sentir es una realidad innecesaria de cara al problema que ahí hemos de enfrentar. El padre Víquez sabe más que yo en esto, pero Jesús ve y siente compasión ante el hambre de los que le siguen (Mt 15, 32).
Recojo dos ideas que expone el padre Víquez en su artículo:
La primera, citando a Ardusso "el creyente no puede creer a la ligera, ya que es un sujeto humano dotado de exigencias de honestidad intelectual y de rectitud moral respecto a los actos que realiza".
La segunda no estamos ante un asunto de fe de ni de pasión, tampoco ante un asunto que pueda ser abordado desde sentimientos irracionales , interesa la realidad y lo que ella revela a través de datos objetivos.
De lo citado, en el primer caso me encanta recordar que el creyente tiene una exigencia de honestidad intelectual y de rectitud moral respecto de los actos que realiza, esa doble cualidad no solo lo enaltece sino lo acerca a lo que esencialmente es.
Sobre lo segundo, ya que lo que se discute no es del ámbito de la fe, debe ser abordado con datos objetivos: eso sí es real, como dicen en el mercado: los números hablan. Aquí el riesgo, como ya lo han planteado algunos, es asumir que estos temas son solo de los especialistas, si ello fuera así ¿de cuáles especialistas?
Esta semana El Financiero (No. 632, 3-9 septiembre del 2007, página 6) trae una entrevista con el diputado Fernando Sánchez, el título de la nota es sugerente "Primo de Presidente sale rayado". Entre las facetas del entrevistado e indicadas en la nota, se encuentran politólogo, administrador, devoto católico, ex campeón de natación, cantante y escritor. Tengo que decir que me llamó mucho la atención su confesa devoción católica, ¿cuántos jóvenes profesionales hoy se declaran devotos católicos? Realmente, creo que pocos.
Este jueves (06 de septiembre), el Semanario Universidad publicó la nota "El sí juega la carta del miedo". En ella se informa sobre un memorando dirigido al Presidente de la República de parte del Vicepresidente de la República y del diputado Fernando Sánchez. El contenido resalta la propuesta de ambos personajes por apelar, en la campaña del Sí al TLC, a argumentos que faltan a la verdad y discrepan de la realidad, como estrategias para persuasión. Según consigna la nota, al diputado Sánchez, por demás devoto católico, le interesa transmitir que hay una realidad: si no pasa el TLC se perderán muchos trabajos. ¿Será esto una afirmación que nace del estudio, la investigación y los datos objetivos o más bien de lo que el padre Víquez llamó sentimientos irracionales que apelan al temor y el chantaje? ¿No será más bien que lo que propone Sánchez es una ingrata traición al conocimiento real, verdadero y objetivo?
Afirmarse devoto católico parece entonces que no garantiza que siempre se hablará con la verdad, en este caso, pareciera que, en vez de verdad y datos objetivos se recurre al miedo. Pero bueno, como no es sobre un dato de fe, quizá se exima, a quienes así actúan de la exigencia de rectitud moral respecto a los actos que realizan.
En los últimos años, Centroamérica se ha especializado en la peor y más rentable de las exportaciones: la de personas. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID, 2007) durante el año 2006, Centroamérica recibió un total de $ 10,755 millones (incluida Costa Rica con $ 520 millones). Estas remesas superan los $ 2,640 millones que recibió el año pasado la región en inversión extranjera directa. Se que soy muy mal pensado pero ¿no habrá detrás de todo esto una lógica perversa para estimular la migración? Al fin y al cabo pensará alguno, si por cada dólar que recibo en inversión extranjera, me llegan cuatro por remesas, es mejor exportar gente, más aún cuando se van, me quitan presión social.
Lo ingrato de las remesas es que fueron enviadas por centroamericanos que, entre otros factores, fueron expulsados por eventos naturales, por conflictos sociales pero principalmente por un estilo de crecimiento que acentuó la concentración de los ingresos, desestimuló actividades agrícolas y procuró la desregulación de los mercados. Lo ingrato de las remesas es que son enviadas, por hombres y mujeres que requirieron de una visa que ya no se pide a los productos. Lo ingrato de las remesas es que son enviadas por muchos que perdieron su ciudadanía en el camino y solo la recobraron cuando llegaron allá y empezaron a enviar remesas. No querer ver y sentir el drama migratorio y el hambre ajena, acentuado por este estilo de crecimiento que se consolida con este tipo de tratados comerciales, es poco humano y menos cristiano.
Coincido con el P. Viquez en que la discusión sobre el CAFTA requiere datos objetivos, razonamientos cuidadosos para llegar a conclusiones sustentadas y acertadas. Parafraseando su artículo digo: niego que la mentira, el engaño y el recurso al miedo sean criterios válidos de cara al próximo referéndum.
El diputado Sánchez nos notificó que es devoto católico, aunque tristemente, por sus ocupaciones no parece leer al P. Víquez. Yo soy católico aunque viendo ese caso, prefiero ser católico a secas que confeso devoto.
Fuente:
Costa Rica Solidaria
www.costaricasolidaria.com
Recojo dos ideas que expone el padre Víquez en su artículo:
La primera, citando a Ardusso "el creyente no puede creer a la ligera, ya que es un sujeto humano dotado de exigencias de honestidad intelectual y de rectitud moral respecto a los actos que realiza".
La segunda no estamos ante un asunto de fe de ni de pasión, tampoco ante un asunto que pueda ser abordado desde sentimientos irracionales , interesa la realidad y lo que ella revela a través de datos objetivos.
De lo citado, en el primer caso me encanta recordar que el creyente tiene una exigencia de honestidad intelectual y de rectitud moral respecto de los actos que realiza, esa doble cualidad no solo lo enaltece sino lo acerca a lo que esencialmente es.
Sobre lo segundo, ya que lo que se discute no es del ámbito de la fe, debe ser abordado con datos objetivos: eso sí es real, como dicen en el mercado: los números hablan. Aquí el riesgo, como ya lo han planteado algunos, es asumir que estos temas son solo de los especialistas, si ello fuera así ¿de cuáles especialistas?
Esta semana El Financiero (No. 632, 3-9 septiembre del 2007, página 6) trae una entrevista con el diputado Fernando Sánchez, el título de la nota es sugerente "Primo de Presidente sale rayado". Entre las facetas del entrevistado e indicadas en la nota, se encuentran politólogo, administrador, devoto católico, ex campeón de natación, cantante y escritor. Tengo que decir que me llamó mucho la atención su confesa devoción católica, ¿cuántos jóvenes profesionales hoy se declaran devotos católicos? Realmente, creo que pocos.
Este jueves (06 de septiembre), el Semanario Universidad publicó la nota "El sí juega la carta del miedo". En ella se informa sobre un memorando dirigido al Presidente de la República de parte del Vicepresidente de la República y del diputado Fernando Sánchez. El contenido resalta la propuesta de ambos personajes por apelar, en la campaña del Sí al TLC, a argumentos que faltan a la verdad y discrepan de la realidad, como estrategias para persuasión. Según consigna la nota, al diputado Sánchez, por demás devoto católico, le interesa transmitir que hay una realidad: si no pasa el TLC se perderán muchos trabajos. ¿Será esto una afirmación que nace del estudio, la investigación y los datos objetivos o más bien de lo que el padre Víquez llamó sentimientos irracionales que apelan al temor y el chantaje? ¿No será más bien que lo que propone Sánchez es una ingrata traición al conocimiento real, verdadero y objetivo?
Afirmarse devoto católico parece entonces que no garantiza que siempre se hablará con la verdad, en este caso, pareciera que, en vez de verdad y datos objetivos se recurre al miedo. Pero bueno, como no es sobre un dato de fe, quizá se exima, a quienes así actúan de la exigencia de rectitud moral respecto a los actos que realizan.
En los últimos años, Centroamérica se ha especializado en la peor y más rentable de las exportaciones: la de personas. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID, 2007) durante el año 2006, Centroamérica recibió un total de $ 10,755 millones (incluida Costa Rica con $ 520 millones). Estas remesas superan los $ 2,640 millones que recibió el año pasado la región en inversión extranjera directa. Se que soy muy mal pensado pero ¿no habrá detrás de todo esto una lógica perversa para estimular la migración? Al fin y al cabo pensará alguno, si por cada dólar que recibo en inversión extranjera, me llegan cuatro por remesas, es mejor exportar gente, más aún cuando se van, me quitan presión social.
Lo ingrato de las remesas es que fueron enviadas por centroamericanos que, entre otros factores, fueron expulsados por eventos naturales, por conflictos sociales pero principalmente por un estilo de crecimiento que acentuó la concentración de los ingresos, desestimuló actividades agrícolas y procuró la desregulación de los mercados. Lo ingrato de las remesas es que son enviadas, por hombres y mujeres que requirieron de una visa que ya no se pide a los productos. Lo ingrato de las remesas es que son enviadas por muchos que perdieron su ciudadanía en el camino y solo la recobraron cuando llegaron allá y empezaron a enviar remesas. No querer ver y sentir el drama migratorio y el hambre ajena, acentuado por este estilo de crecimiento que se consolida con este tipo de tratados comerciales, es poco humano y menos cristiano.
Coincido con el P. Viquez en que la discusión sobre el CAFTA requiere datos objetivos, razonamientos cuidadosos para llegar a conclusiones sustentadas y acertadas. Parafraseando su artículo digo: niego que la mentira, el engaño y el recurso al miedo sean criterios válidos de cara al próximo referéndum.
El diputado Sánchez nos notificó que es devoto católico, aunque tristemente, por sus ocupaciones no parece leer al P. Víquez. Yo soy católico aunque viendo ese caso, prefiero ser católico a secas que confeso devoto.
Fuente:
Costa Rica Solidaria
www.costaricasolidaria.com
https://www.alainet.org/es/active/19549?language=es