La Decisión Nacional

10/04/2002
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La crisis de representatividad de los partidos políticos, la carencia de dirigentes sociales de todo tipo(sindicales, religiosos, empresariales y culturales), la falta de liderazgo en las fuerzas armadas y de seguridad y la ausencia de un gobierno y funcionarios del Estado capacitados para resolver las nuevas situaciones que día a día crea la sociedad argentina, todo ello hace que este país marche resueltamente a su disgregación. Quisimos empezar de golpe con un juicio terminante para poder luego desarrollarlo, e intentar luego, establecer posibles causas. Hoy los partidos políticos y sus dirigentes de turno encabezan la tabla del desprestigio nacional. Desde hace casi veinte años la república de los abogados (Alfonsín, Menem, de la Rúa, Rodríguez Saá, Duhalde para nombrar sólo los presidentes) nos hundió en el pozo de la nada. La carencia de dirigentes o figuras sociales es espantosa. Nunca más un Rucci en los gremios, ni un cura Castellani en la Iglesia, ni un Borges como parapeto a la mediocridad de las expresiones culturales. Del ejercito, no ya un Perón, que sería mucho pedir, ni siquiera un Lanusse. De la aeronáutica nunca más un brigadier San Martn. De la policía, ni un Villar por asomo. ¿Qué ha pasado con la dirigencia argentina? No tomó conciencia que perdimos una guerra internacional, la de Malvinas, y las guerras perdidas se pagan, sobre todo si el enemigo forma parte del poder mundial como lo es Inglaterra ( Inca la perra, dice Martín Fierro). La denominada reconstrucción democrática de 1983 se funda sobre una derrota internacional y sobre un poder prestado desde afuera(1). Alfonsín desnaturaliza la genuina actividad política como arquitectónica de la sociedad para transformarla en "negociación". La revolución productiva prometida por Menem se transformó en el desguace y privatización fraudulenta de las empresas del Estado. Liquidó el aparato productivo argentino. La política honesta de De la Rúa concluyó con la multiplicación de la deuda externa y el robo de los ahorros del pueblo argentino con una medida de carácter stalinista como fue la incautación de los depósitos particulares por parte del Estado. Rodríguez Saá fue sólo una promesa que duró la luz de un fósforo. Y ahora Duhalde, con tres meses de gobierno tratando de hacer todos los deberes que le impone el FMI y sin poder realizar ninguno bien. La dirigencia política argentina solo convalida las decisiones tomadas fuera de nuestro país por los diferentes loobys internacionales que han tomado el territorio nacional como coto de caza privado. Carece de decisión nacional, que es la decisión que prefiere los intereses nacionales y pospone los intereses extranjeros. En cuanto a las otras dirigencias están contenidas en un discurso infinito de vaguedades insustanciales(por ej.: el pueblo unido jamás será vencido) que hace innecesario detenerse en ellas. Su método sigue siendo el de la rosca: estar cerca del poder político para tener poder social o económico. Y así la enseñanza primordial del peronismo que dice: El poder no se toma, se construye, es lo último que tienen en cuenta. Todas las generaciones cuando tienen que afrontar una situación social conflictiva siempre afirman que es la última y la peor de toda la historia. Así pasó con la anarquía de 1820, con la crisis de 1930, con el golpe de l955, pero esta que vivimos hoy en Argentina no es una crisis, cuyo concepto es separar las partes de un asunto o problema para poder emitir un nuevo juicio, sino que estamos viviendo un período de decadencia iniciado hace casi veinte años. Período de decadencia que se caracteriza por "la quiebra o desaparición de la decisión nacional en la solución de los problemas argentinos".(2) Es de tal gravedad la decadencia dirigencial argentina que hoy muchos de sus publicitados representantes se quieren ir, o se van al extranjero. Así el arzobispo de Buenos Aires, manifestó su voluntad de irse a Roma, el secretario de la CGT oficial de instalarse en Bruselas y el escritor Abel Posse en conchabarse en París como embajador en la Unesco. Olvidando la enseñanza del adagio: Hic Rhodus, hic saltus. Aquí está Rodas, esto es tu Patria con sus contradicciones y problemas cruzados de todo tipo, pero sólo aquí se puede bailar, pues hacerlo en el extranjero es sólo una parodia o un remedo de baile. Notas: 1. -Existe sobre el tema un artículo brillante de Julio Cardozo titulado "No conviene tomar el poder". 2. Nos limitados a la única dirigencia que existe hoy en Argentina que es la surgida a partir de la restauración democrática de 1983, dado que no existe dirigencia de la dictadura militar (1976-83) vigente y ningún dirigente actual defiende públicamente esos ideales.
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