Carta abierta de Pérez Esquivel a Duhalde

10/02/2002
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Buenos Aires, 10 de febrero de 2002 Señor Presidente de la Nación
Dr. Eduardo Duhalde Reciba el fraterno saludo de Paz y Bien. A través de esta carta abierta le envío algunas reflexiones y propuestas que hacen a la realidad que vive el pueblo argentino. El país ha entrado en una situación de incertidumbre total que pone en peligro su integridad. En los últimos años, la falta de políticas coherentes de los gobiernos constitucionales, como durante la pasada dictadura militar, el sometimiento a los grandes intereses financieros, a las políticas impuestas por el FMI, nos han llevado al vaciamiento económico, a la destrucción de la capacidad productiva del país y a la pérdida de los valores éticos y espirituales que hacen a la vida y a la identidad del pueblo. Lamentablemente muchos ciudadanos vivimos la falta de credibilidad en las instituciones del Estado por el mal manejo de los recursos y sus políticas erráticas, el desprestigio de las dirigencias políticas y el mal funcionamiento del poder judicial - el caso más notorio es la Corte Suprema de Justicia - salvo las raras excepciones de aquellos que cumplen con el mandato encomendado por el pueblo y que son referentes sociales y éticos en funciones del Estado. Señor Presidente, usted asumió la responsabilidad de conducir a la Nación en una situación conflictiva y con graves problemas a resolver. Debemos reconocer que es un gran gesto de coraje y servicio a la patria, el aceptar y asumir los desafíos del momento y preparar los caminos y las bases necesarias para la normalización del país. Duele en el corazón y el espíritu ver como muchos hombres y mujeres se van del país desesperanzados y frustrados por el permanente engaño y deterioro que sufren; lo hacen con dolor. El país esta viviendo un éxodo masivo de jóvenes, cansados de no encontrar alternativas y posibilidades de vida en el país y a quienes, con la promesa del futuro les han robado el presente e hipotecado el futuro y la esperanza. Es necesario recuperar el espíritu de lucha y resistencia social y asumir los desafíos de reconstruir el país. El pueblo argentino tiene reservas éticas y capacidad suficiente para enfrentar positivamente la situación. Cientos, miles de organizaciones sociales en todo el país tienen trabajos concretos y posibilidades de aportar nuevas alternativas. Las Asambleas del pueblo constituidas en los barrios, son una clara muestra del interés y preocupación del pueblo; saben lo que no quieren y buscan construir nuevos espacios de participación democrático. Son los signos de esperanza. Por otra parte debemos hacer un análisis profundo de cómo se llegó a la actual situación. En un país potencialmente rico, con una gran capacidad productiva y de desarrollo, que había desterrado el analfabetismo y alcanzado un buen nivel en la salud y en la educación, ¿qué pasó para caer en la actual situación y llegar a ser un país pobre y quebrado económica y anímicamente, con un aumento incesante de desocupados, de pobres, de niños/as que mueren de hambre y de enfermedades evitables?. Cuando todo esto sucede los gobiernos criminalizan las protestas sociales en lugar de buscar solución a los problemas. No es con la represión como se resolverá esta profunda crisis social, económica, política. Hay responsables, Señor Presidente, usted bien lo sabe. La mafia financiera está enquistada como un cáncer y ha saqueado el país, llevándose los capitales al exterior y hoy goza de total impunidad. Lamentablemente el gobierno no hace nada para sancionarlos y llevarlos ante la justicia. Son fuerzas poderosas que presionan a los gobiernos para imponer su voluntad e intereses, y tienen el poder, incluso, de dar un golpe de Estado, a través del control del mercado. Nadie entra en la casa de uno si no se lo permitimos, salvo que sean ladrones que entran por asalto, o traidores que abren las puertas a los saqueadores. Para revertir esto se requiere de coraje y entereza, pero sobre todo, ser coherente entre lo que se dice y lo que se hace. Es necesario enfrentar los grandes problemas que nos afectan: el pago de la Deuda Externa, ilegítima, inmoral e injusta, es una forma de condicionamiento e imposición política y económica del FMI al país. Estamos frente al peligro que el gobierno que usted preside, termine dolarizando la economía, si no logra controlar la crisis y equilibrar la situación financiera. Bien sabe que hay sectores que presionan para dolarizar la economía. Empeño que el ex presidente Menem pone para imponer la re-colonización del país, bajo la órbita de los EE.UU. y la pérdida de la soberanía nacional definitiva. . Mientras tanto se debería suspender todo pago de intereses y generar un "Fondo para el desarrollo del país" atendiendo los derechos básicos de la población y generando fuentes de trabajo. Sin embargo el gobierno continúa pagando los servicios de la deuda, por sobre la Deuda Social que el Estado tiene con el pueblo, que debe soporta un alto costo humano en todos los sectores, en particular entre los más empobrecidos y necesitados. El FMI, los economistas y los gobernantes, tratan que los números cierren en sus cuentas y privilegian las ganancias; olvidando que detrás de los números hay hombres, mujeres, niños, ancianos, jóvenes que nos cuestionan e interpelan y reclaman el derecho a una vida digna. Otro grave problema es la política de Derechos Humanos, la impunidad jurídica, los problemas no resueltos y pendientes, la decisión del gobierno de no conceder la extradición de criminales reclamados por otros países, y continuar con la impunidad en el país. Los organismos de derechos humanos y muchos sectores sociales y políticos reclamamos la nulidad de las leyes de impunidad, para que sean juzgados en el país. Sin embargo hasta el presente no se ha logrado. Es necesario pensar en el rol de las fuerzas armadas, hoy condicionadas nuevamente a asumir la remilitarización del país y el continente, bajo el mando impuesto por los EE.UU., que plantean las hipótesis de conflictos considerando como enemigo al pueblo. Es la misma Doctrina de la Seguridad Nacional que hoy ha cambiado de máscara. El entrenamiento de tropas latinoamericanas bajo el mando de fuerzas de los EE.UU. para el "Plan Colombia" tiene consecuencias graves para el continente latinoamericano. En el país se vienen realizando maniobras militares, los "Operativos Cabaña 2000 y Cabaña 2001, realizados respectivamente en las provincias de Córdoba y Salta. El pueblo no necesita armas que han servido para reprimirlos y violar los derechos humanos, necesita recursos para la educación, la salud y el trabajo. Es necesario recuperar a las fuerzas armadas como parte integral del pueblo, pero nunca como fuerzas de represión contra el pueblo. Dignificar y elevar a las instituciones armadas en el rol que deben cumplir en una sociedad, pero nunca ocultas en la sombras de la impunidad de los crímenes cometidos. Bien sabe que sobre la impunidad es imposible construir una democracia. Debemos oponernos a que se envíen tropas argentinas para ser utilizadas en enfrentamientos entre hermanos latinoamericanos, como con el Plan Colombia. Es necesario garantizar y fortalecer los acuerdos de Paz entre los pueblos, para impedir que se genere un nuevo Vietnam en América Latina. El pueblo ha dejado de ser espectador frente a los males que sufre. Reacciona con dolor y bronca ante el deterioro del Estado y la situación económica y moral, el "corralito financiero" que el gobierno ha impuesto y por medio del cual se apropia inconstitucionalmente de los ahorros de la población, mientras la mafia financiera retira del país grandes recursos económicos con total impunidad. Es la pesada herencia que han dejado los gobiernos de Carlos Menem y Fernando De la Rúa . No es justo que nuevamente el pueblo tenga que cargar con el peso de quienes, incompetentes y corruptos, han saqueado el país. El pueblo se vienen manifestando en todos los sectores sociales; se ha asumido como protagonista dejando de ser agentes pasivos y transformándose en gestores de su propia vida y constructores de su propia historia, reaccionando de diversas formas en todo el país y culminando en las grandes manifestaciones populares de los cacerolazos, los piqueteros, las movilizaciones de los jubilados, sindicatos, organismos de derechos humanos, entre otros sectores sociales afectados por el deterioro social. Hasta ahora Sr. Presidente, debo decirle que las medidas tomadas por el gobierno son más de lo mismo. Son paliativos, medidas de contención y no de fondo. No se ha investigado a los responsables de cometer "terrorismo económico", de haber vaciado el país de sus recursos y destruido su capacidad productiva. Es cierto que dos jueces han iniciado actuaciones, pero el gobierno sabe quienes son los responsables de llevar al país a la quiebra, no puede ignorarlo, y debe tomar medidas de prevención y sanción. Debe hacerlo antes que sea tarde, porque volverán por más. Son buitres insaciables. Ud. señaló públicamente que cambiaría las alianzas con el capital financiero, por el productivo. Estamos de acuerdo que esa política se implemente rápidamente, potenciando la capacidad productiva del país y articulando políticas de desarrollo para las necesidades del pueblo. Un hecho muy preocupante es la política exterior del gobierno argentino, signada por el sometimiento y los condicionamientos que imponen el gobierno de los EE.UU , el FMI y el Banco Mundial. El Ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Ruckauf, en una actitud falta de dignidad y valores éticos, ha manifestado después de su visita a Washington, que acepta las presiones del gobierno de los EE.UU. para condenar ante la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, al gobierno de Cuba, sobre supuestas violaciones de los derechos humanos. Ese servilismo fue utilizado con otros países que han claudicado para obtener créditos del FMI. Es una larga y triste historia, que tiene mas de 40 años, el bloqueo al pueblo cubano. Cuba siempre ha sido solidario con la Argentina y ha dado más de un ejemplo de dignidad e independencia de la gran potencia, que busca de cualquier forma imponer su hegemonía. Los derechos humanos no tienen fronteras y es necesario que todos sin excepción lo pongan en práctica en bien de sus pueblos. Nunca pueden estar para ser bastardeados y utilizados para atacar a un pueblo hermano. Si el gobierno argentino tiene algo que preguntar a Cuba, debe hacerlo con la altura, dignidad y respeto que se merece y nunca para recibir un crédito del FMI ,bajo la presión de los EE.UU. La dignidad no se vende, no tiene precio en el mercado, y menos aún someterse al vasallaje y la pérdida de la dignidad. Este sistema neoliberal, a todo le pone precio, y valor a nada. Precio y valor no son lo mismo. Los valores de la libertad, la dignidad humana y soberanía del pueblo, no se cotizan en la bolsa de valores. El Canciller Carlos Ruckauf, durante su gobierno en la Provincia de Buenos Aires, propició la mano dura policial y aumentaron las torturas y los asesinatos por el gatillo fácil policial. Es partidario de imponer la pena de muerte y denunciar el Pacto de San José de Costa Rica mientras la situación de la provincia es lamentable con graves violaciones de los derechos humanos, económicos, sociales y culturales. ¿Con qué autoridad puede hablar sobre Cuba si no tiene conductas claras y coherentes? Es necesario que revean esa actitud, que la Argentina tenga pensamiento propio y que se contribuya a fortalecer la integración continental y la cooperación con el pueblo cubano. Antes hablaba el canciller del gobierno de Menem, de "relaciones carnales" con EEUU ¿Cuándo vamos a poder escuchar hablar de la independencia y autonomía del país, de la integración de los pueblos de nuestra América, de relaciones justas y equitativas con todo los países? En este sentido también preocupa enormemente la creación del ALCA, otra imposición de los EE.UU. Es necesario negociar con todos los países del mundo, pero con independencia. Si entra el ALCA en América Latina y en nuestro país, las consecuencias serán nefastas ya que terminará de destruir la capacidad productiva de nuestros pueblos, como los acuerdos regionales del Mercosur que, a pesar de todas las dificultades actuales, hay que fortalecer y consolidar como mercado regional e integración continental. Caso contrario la imposición de la hegemonía norteamericana nos llevará, reitero, a la pérdida definitiva de la soberanía. Sr. Presidente, hoy tiene la posibilidad de aportar al país una nueva esperanza basada en situaciones concretas. Sabemos que hay sectores que quieren desestabilizar al gobierno. Hay rumores y situaciones poco claras, pero hay que enfrentarlos con el pueblo y para ello es necesario hablarles y decirles la verdad. Tendrá el apoyo de todos aquellos que queremos un país libre y soberano. Perón lo dijo hace muchos años. "El año 2000 nos encontrará unidos o dominados", esa es la elección. Luchemos por un país libre y soberano y para eso se necesita de coraje y decisiones claras. Hay posibilidades de salir de esta trampa, potenciando la capacidad productiva del país. Faltan planes concretos y acuerdos con las provincias, que la sociedad civil y organismos no gubernamentales participen activamente en la gestión y control del uso de los fondos de coparticipación. Pensar en nuevos conceptos de desarrollo integral, generar fuentes de trabajo AHORA, no el Plan Trabajar que es un paliativo. El Frente Nacional Contra la Pobreza, que integramos, le ha hecho llegar propuestas concretas. El ingreso del pequeño y mediano productor rural e industrial en el MERCOSUR, los convenios con la Unión Europea, o acuerdos bilaterales con otros países dispuestos a invertir en planes de desarrollo sostenibles. La palabra "Crisis" viene de crecimiento, con todo lo negativo y todo lo positivo que tiene. Es un gran desafío y la conciencia colectiva del pueblo está cambiando, dolorosamente, pero cambiando. Hay muchos signos de esperanza y protagonismo social. Tenemos conciencia que el camino no es fácil, que está plagado de dificultades ya que han dejado el campo minado. Solo me resta recordarle la rebelión de los estudiantes en París, en Mayo del 68, que decían : " La imaginación al poder" y algo muy importante a tener en cuenta. "Seamos realistas, pidamos lo imposible". En nuestra situación concreta lo que parece imposible, si nos unimos, es posible. Le reitero el fraterno saludo de Paz y Bien y le deseo lo mejor en esta "patriada" que asumió de servir al pueblo y ayudar a salir de la grave situación en que nos han sumergido. Lo peor que podemos hacer en la vida, es pasar con las manos vacías; tratemos de pasar por la vida con las manos llenas de solidaridad y esperanza. Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz
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