Apreciados señores accionistas de Pescanova. Parece ser que están convocados para el 25 y 26 de abril a la Junta General Ordinaria. Yo al no ser accionista no puedo estar presente pero me gustaría que alguno de Ustedes elevara una serie de preguntas a la dirección. Estas cuestiones nacen de la lectura del informe que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha publicado para evaluar el impacto real que han tenido los casi 20 años de “incentivos especiales” aplicados al extremo sur de Chile para beneficiar la presencia de empresas en esta zona. Como bien sabrán una de las máximas beneficiadas de estas ayudas ha sido su filial NovaAustral que en la región de Magallanes cría salmones para la exportación y procesa pescado obtenido en los mares del Sur.

El informe de BID señala que “el deterioro ambiental y la falta de sustentabilidad de algunas actividades que se ha observado en la región se ha acrecentado con la incorporación de algunas iniciativas que indiscriminadamente y sin ninguna protección a los recursos bases, apuntaron solamente a aumentar la producción y explotar nuevos nichos de oportunidades”. Mi pregunta entonces sería, ¿Consideran que Pescanova en el Sur de Chile, beneficiándose de estos incentivos, lleva políticas medioambientales serias con un negocio ya de por sí tan medioambientalmente crítico como la cría de salmones en cautividad? ¿Es la salmonicultura un rubro de los que ha permitido un crecimiento en beneficios tan considerable en los últimos años de Pescanova? Porque el BID la identifica como uno de los sectores donde el crecimiento económico pudiera presentar un potencial riesgo para el uso sustentable de los recursos naturales.

Segunda pregunta. ¿Cómo contabiliza Pescanova estos incentivos especiales o bien cómo los podríamos valorizar? Sobretodo porque es preocupante su uso según afirma el BID: “La actual configuración de los incentivos especiales demuestra que éstos no tienen elementos para ayudar a proteger los recursos naturales. Por el contrario tienen el potencial de hacer crecer actividades económicas en la región que no sólo pudieran generar nuevos impactos ambientales negativos o intensificar el deterioro ambiental ya existente, como también sobre-explotar y destruir la base sustentable de los recursos naturales locales”. Por ejemplo, a mí me consta, que la planta de Nova Austral en Porvenir está en conflicto con la municipalidad por la mala gestión de sus residuos.

Y por último, ¿cómo plantea la dirección de Pescanova su continuidad en países como Chile? Seguro que a los señores accionistas les preocupa el impacto social de Pescanova, y entiendo que no parece que sea aceptable. Dice el BID que “en la última década, hubo un desempeño pobre en indicadores de población, crecimiento económico, empleo de calidad y diversificación de las exportaciones” y lo corroboran las declaraciones realizadas por María Eugenia Burgos, inspectora de trabajo de Punta Arenas, región donde Pescanova está muy presente: “El nivel de remuneración en el sector no es alto, ha bajado las remuneraciones en los últimos años. Las condiciones han sido o te bajamos el sueldo o te despedimos, esa fue la condición”.

- Gustavo Duch Guillot es director de Veterinarios sin Fronteras (España)

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