Los exiliados de la democracia

Por estos días, Bolivia esta en calma, una calma que precede a la tormenta. El complicado panorama político muestra sus efectos: una marcha de jóvenes ante la Prefectura de Oruro exigía en días previos al año nuevo, a gritos, con pancarta y bloqueo que se les otorgue doscientos pasaportes como mínimo por día, no los treinta y cuatro planeados, este fenómeno es pan de cada día en las capitales de departamento, las personas se van de Bolivia. Parecería que a la gente ya no le convencen los discursos de la administración Morales, los índices macroeconómicos son mostrados vía cátedra por los oficialistas, pero los bolsillos del ciudadano de a pie padecen de desnutrición severa.

Tal es el escenario en el que se mueve la presente gestión gubernamental, cuidando lo macro pero descuidando lo micro y los ciudadanos ya han dado su calificación a este accionar votando con los pies sino como explicar la creciente migración hacia países del exterior, ante la inestabilidad política no hay discursos que valgan ni esperanzas en un futuro mejor. Por lo que una de las grandes tareas es atender las necesidades mas sentidas de la población que se traducen en empleos dignos.

El complicado proceso constituyente

El proceso constituyente es el que enrarece la atmosfera política, dos concepciones aparentemente contrapuestas han generado enfrentamientos sociales, entre la visión de la esfera gubernamental que concibe la Asamblea Constituyente como un espacio de cambio social de características revolucionarias y la oposición hecha ciudadanía movilizada, comités cívicos y partidos, quienes exigen que este cambio sea consensuado. Cada una ya tiene sus banderas: el oficialismo, mayoría absoluta y la oposición, dos tercios.

La reunión del oficialismo este fin de semana en el Chapare cochabambino, definirá el rumbo político a seguir en Sucre, dos son las alternativas posibles: ¿como ceder en los dos tercios sin que esto parezca una derrota política? o seguir por el camino trazado "avanzar sin concertar", como se ha hecho hasta ahora.

El olvidado proceso pre-constituyente

Una de las tareas planteadas por la gestión de Carlos Mesa fue encarar la constituyente a partir del Consejo Pre – Constituyente conformada por destacadas personalidades de nuestro país, si este consejo hubiese tenido éxito se habrían llegado a acuerdos mínimos y necesarios, por lo tanto otro hubiese sido el derrotero de la Asamblea Constituyente, evitando la presencia constante de consensos y disensos que se estima aparecerán en las comisiones que trabajaran la nueva carta magna.

Hora trabajada, hora pagada

A cinco meses de la instalación de la Asamblea Constituyente, hay que hacer números de la sangría económica que le causan a los bolsillos del ciudadano: cuatro (4) millones de bolivianos (que equivalen a veinte mil bonos Juancito Pinto) se destinan al pago de los sueldos de los 255 constituyentes cada mes. La ciudadanía que se ha pronunciado, en solitario primero y esperemos en lo futuro multitud mediante, por la unidad de Bolivia y por que oficialismo y oposición concreten acuerdos, también debería hacerlo para que los asambleístas cumplan con el trabajo que les fue encomendado, no solo por el costo sino por las duras consecuencias que la inactividad de la Asamblea Constituyente está causando. Piensen en Bolivia, señores constituyentes.

La Paz, Chuquiagu Marka, 2 de Enero de 2006.

- El autor invita a sus lectores a opinar, criticar y comentar este articulo en su blog "Palabras Libres" (www.analiza.tk) y colaborar con propuestas para la Asamblea Constituyente y Autonomías de Bolivia (www. Laconstituyente.org).