La herencia mortal

30/03/1998
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Panamá.- Al llegar los primeros segundos del siglo XXI, los panameños/as celebraremos el haber asumido la totalidad de las operaciones y la administración del Canal, así como el control de las propiedades (áreas e instalaciones) de las fuerzas armadas de los Estados Unidos en el territorio nacional. Esta meta final -el sueño de "un sólo territorio, una sola bandera"-, como parte del alpinismo generacional de la gesta nacionalista panameña se habrá logrado después de mucho andar; sin embargo, las sendas y caminos que quedan por recorrer hasta el año dos mil se vuelven sinuosos y estrechos Que mas se puede pensar, si en los últimos años los tres ejes de la reversión y reconversión civil de las bases militares estadounidenses (la creación del Centro Multilateral Antidrogas, el traslado del Centro de Pruebas Tropicales del Ejército al proyecto universitario de la Ciudad del Saber y el estado ambiental de los polígonos de tiro que han de revertir) no tienen las cuentas claras. Ni las autoridades nacionales, ni los militares estadounidenses han informado al pueblo panameño -principal protagonista de las movilizaciones nacionalistas del presente siglo- sobre el desarrollo de estos procesos, ?será que en todo este asunto seguirá predominando el secreto diplomático? Los polígonos de tiro De los tres ejes señalados el menos publicitado es el del estado de la reversión de los Polígonos de Tiro. Los principales polígonos de tiro que se conocen son los de Emperador (8.461 hectáreas), Balboa Oeste (3.727 hectáreas) ubicados al sur del canal y Piña (2,556 hectáreas) al norte del canal. Este trío de polígonos suma un total de 14.744 hectáreas. La ocupación y utilización de estas hectáreas data de los primeros años de la república. El polígono de tiro de Emperador funciona desde 1930, Piña desde 1940 y Balboa Oeste desde 1965. Estos sitios han estado destinados para entrenamientos y maniobras militares con énfasis especial en el uso de explosivos y en algunos casos agentes químicos. Su administración ha estado a cargo de los diversos componentes de las fuerzas armadas de los Estados Unidos: el Ejército Sur en Emperador y Piña, y la Fuerza Aérea y los comandos especiales SEALS (soldados preparados para acciones en mar, aire y tierra) en Balboa Oeste. Como resultado de estas prácticas aproximadamente 4.661 has. (31% del total de hectáreas de los polígonos) se encuentran contaminadas con explosivos no detonados. En los polígonos de Balboa Oeste y Piña hay un total de 1934 hectáreas (41% del total de áreas contaminadas) catalogadas de áreas con muy alta, alta y mediana densidad de explosivos no detonados. Un caso particular es el polígono de Emperador, en el cual parte del área mas contaminada entra como daga en unos de los costados del canal que es catalogada como área de funcionamiento del mismo. ?Limpiarán lo que ensuciaron? Para los militares del Ejército Sur las acciones necesarias para atender este peligroso estado ambiental se reducen a hacerse cargo sólo de la limpieza de 12 hectáreas en Emperador, 16 en Balboa Oeste y 5 en Piña, los cuales representan un total de 33 hectáreas (0.70% del total de áreas contaminadas), una cifra realmente alarmante. Entre otras soluciones propuestas se encuentran las siguientes: 1) algunas áreas dentro de los polígonos no serán atendidas porque el terreno es boscoso o muy empinado lo cual es una garantía para limitar la presencia humana, 2) en las zonas de entrenamiento y maniobra sólo se atenderá las áreas de herbazales en la superficie, 3) en las zonas de impacto se limitará el acceso con barreras y señales y 4) se apoyarán campañas de educación pública para prevenir el peligro que representan las áreas contaminadas. Otra consideración importante, es la posibilidad de mantener las áreas como polígonos y transferirlas como tales al gobierno nacional. Las propuestas presentadas forman parte del cumplimiento del artículo IV de los Tratados del Canal, el cual señala que: "A la terminación de cualesquiera de las actividades u operaciones conforme este acuerdo, los Estados Unidos estarán obligados a adoptar todas las medidas para asegurar, hasta donde sea viable, que toda amenaza a la vida, salud y seguridad humana sea removida de cualquier sitio de defensa, área de coordinación militar o porción del mismo, en la fecha que cese la autorización para su uso por parte de las fuerzas armadas de los Estados Unidos...". Empero, visto lo actuado, las preguntas surgen: ?es suficiente y responsable estas propuestas? ?son coherentes con el proceso de reversión y reconversión civil de las áreas militares?, ?cumplirá el Ejército Sur con lo pactado o se cubrirá con el manto de "hasta donde sea posible" del artículo IV? Es decisivo que estas preguntas se tengan en cuenta a la hora de pensar en el futuro de la reversión y la reconversión civil de las propiedades militares. A la hora de sentir y proyectar el Panamá que queremos en el siglo XXI, un país libre de los símbolos de la muerte o con la herencia mortal de una tierra contaminada con explosivos.
https://www.alainet.org/es/active/153

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