Propuestas económicas y sociales de los candidatos

23/11/2006
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Las propuestas económicas y sociales de los candidatos y el desarrollo sostenible y equitativo

Quienes suscribimos este comunicado, preocupados por el bienestar público a largo plazo, deseamos ofrecer los siguientes comentarios sobre las propuestas económicas y sociales de los dos candidatos a la Presidencia del Ecuador.

Los candidatos han hecho varias propuestas que implicarían un aumento del gasto público, y en particular del gasto corriente, lo cual sería fiscalmente insostenible si es que disminuye el precio internacional del petróleo crudo, el precio de otros productos de exportación, o aumentan las tasas de interés internacionales. Considerando que la relativa bonanza que vive el país por el incremento de los precios del petróleo no es permanente, el aumento en el gasto público debería sustentarse en políticas nacionales de reactivación económica de largo aliento.

En esa dirección existen algunas propuestas desarrolladas por el candidato Correa, fundamentadas en la reactivación del empleo privado y público, los enlaces productivos internos y la inversión social. Este tipo de planteamientos no ha sido propuesto por el candidato Noboa.

El aumento del gasto público debe igualmente sustentarse en un manejo tributario eficiente. No obstante, la reducción del impuesto a la renta, propuesta por el candidato Noboa, además de afectar los ingresos fiscales, tendrá impactos severos sobre logros que el país ha tardado mucho tiempo en conseguir.

La propuesta del candidato Noboa, de construir 300.000 viviendas anuales a un precio promedio de $10.000 cada una, en particular, luce claramente inviable, dado que requeriría una inversión de $3.000 millones anuales (suponiendo que fuese posible construir una vivienda adecuada por ese monto). Adicionalmente, excede la capacidad del sector de la construcción, y abrumaría la capacidad de expansión de los servicios públicos (redes de electricidad, agua potable, saneamiento, etc.). Por su inviabilidad, este ofrecimiento electoral podría generar frustración e inestabilidad política.

La propuesta de vivienda del candidato Correa luce más viable. Esta propuesta contempla un subsidio para la construcción de viviendas de $3.600 por unidad. Tal subsidio dependería de la demanda efectiva de la población y de la capacidad de la industria de la construcción para atenderla. Si se llegase hasta a 80.000 viviendas anuales, la inversión del Estado, en términos de subsidio representaría $288 millones anuales, lo cual cabe dentro de los parámetros del Presupuesto del Estado.

Los dos candidatos han propuesto incrementar el Bono de Desarrollo Humano, un subsidio focalizado en las familias de bajos ingresos con hijos menores de edad. Las evaluaciones de impacto han demostrado que si dicho subsidio es adecuadamente focalizado, puede ser efectivo en aumentar la matrícula y asistencia escolar, así como en reducir el trabajo infantil, y mejorar la asistencia a centros de salud. Sin embargo, el manejo de subsidios focalizados no es una medida sostenible en el largo plazo ni permitirá superar de manera consistente la pobreza que afecta a estos sectores. Además de incrementar los ingresos para la mayoría de su población, Ecuador requiere ampliar las oportunidades y capacidades de sus mujeres, hombres, niños, niñas y adolescentes.

El candidato Correa se ha pronunciado a favor de los presupuestos sensibles al género, como una herramienta para mejorar la eficiencia e impacto de los recursos del Estado sobre el mejoramiento de la calidad de vida y la igualdad de oportunidades de los hombres y las mujeres ecuatorianas; este es sin duda un pronunciamiento de avanzada, que no ha sido realizado antes por candidato alguno en nuestro país.

Es importante evidenciar que mientras la propuesta de Rafael Correa parte desde una óptica de construcción de derechos en la política social, la de Álvaro Noboa se afianza en la entrega de camisetas y sillas de rueda, en un estilo clientelar y populista.

En el último año, los ingresos petroleros del Estado han aumentado significativamente por efectos de la reforma a la Ley de Hidrocarburos, la declaratoria de caducidad del contrato con la Occidental, y el alza en los precios internacionales del petróleo. Es loable que el Estado haya creado varios fondos de inversión de dichos ingresos, incluyendo la CEREPS, el Fondo de Ahorro y Contingencia, y el FEISEH. No obstante, la utilización eficiente de dichos recursos depende en gran medida de la capacidad del Estado. De no consolidarse la capacidad del Estado para gestionar la inversión pública, dichos recursos (particularmente de CEREPS y FAC) podrían revertir al presupuesto, y nuevamente, como ya ha sucedido en el pasado, diluirse en proyectos y acciones puntuales, desarticuladas y coyunturales, sin efectos multiplicadores y con limitado impacto.

El fortalecimiento de la capacidad de gestión de la inversión pública del Estado no constituye una opción para el candidato Noboa. El ha señalado que concesionará o privatizará las empresas estatales. No está claro, incluso, si mantendrá la participación del Estado en la producción petrolera, al cuestionar la capacidad de Petroecuador e indicar que buscará entregar nuevas concesiones a empresas privadas extranjeras. También ha dicho que respetará los contratos existentes con las empresas extranjeras, por lo cual no queda claro si buscará revertir las reformas a la Ley de Hidrocarburos. Por su parte, Correa ha indicado que buscará consolidar la inversión pública en áreas estratégicas, incluyendo hidrocarburos e hidroelectricidad.

Con respecto a la deuda pública externa, los dos candidatos han hablado de una posible reestructuración forzosa de la deuda y reducción de su servicio. El servicio de la deuda se ha reducido a niveles manejables (3.7 % del PIB en el 2007, y se estima porcentajes menores en años futuros), por lo cual una moratoria o reestructuración forzosa no luce necesaria, y más bien podría conllevar un encarecimiento de crédito al cual tendría acceso el Ecuador. Se podría contemplar una recompra o pre-pago de ciertos tramos caros de la deuda externa (bonos global 2012 y 2030, ciertos tramos de la deuda multilateral), como lo han hecho gobiernos de diverso signo ideológico (Argentina, Brasil, Colombia, México, Uruguay, Venezuela, etc.).

En el caso del candidato Noboa, varios analistas económicos y empresariales han indicado la importancia de que establezca un fideicomiso ciego para la administración de sus 114 empresas, en el caso de ser electo (como lo han hecho empresarios electos en otros países). No obstante, el candidato no ha indicado ningún compromiso en esta dirección. Luce preocupante la posibilidad de que utilice el poder político para consolidar su poder económico, aprovechando el ejercicio del poder público para su beneficio personal, como ya lo hizo anteriormente en su paso por la Junta Monetaria, durante el gobierno de Abdalá Bucaram, según informes de prensa.

En relación con la gestión ambiental, mientras el candidato Correa plantea el respeto a la naturaleza y un aprovechamiento sustentable de nuestros recursos mediante el fortalecimiento de la institucionalidad ambiental del Estado, para el candidato Noboa esta no constituye más que una fuente inagotable de extracción de riqueza que puede aprovecharse sin ningún control ni sanción.

Aunque todavía será necesario ajustar y complementar las propuestas una vez que Ecuador tenga un nuevo Presidente, sin duda es Rafael Correa quien de mejor manera garantiza una conducción social y económica más equitativa, incluyente y sostenible.

Ecuador, 22 de noviembre, 2006

Amparo Armas

Juan Carlos Cuéllar

Mario Melo

Martha Moncada

Alex Rivas Toledo

(siguen más firmas)
https://www.alainet.org/es/active/14672?language=en
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS