La dictadura militar de ayer. Las Fuerzas Armadas hoy (I)
16/11/2006
- Opinión
Algunos medios de comunicación publicaron fotos del presidente Kirchner, junto a militares de la dictadura en la Provincia de Santa Cruz. Cuando me consultaron los periodistas dije que: “no me extrañaba que dirigentes políticos tuvieran contactos y diálogo con los militares del “Proceso”; en algunos casos los hechos no pasaron de las fotos circunstanciales y en otros casos fueron acuerdos políticos. Lo mismo ocurrió con empresarios, medios de comunicación, sindicalistas y sectores de la iglesia.
Otros hechos pusieron en evidencia que dirigentes políticos de los partidos mayoritarios, el Peronismo, el Radicalismo, y el Partido Comunista, querían llegar a acuerdos con los dictadores, negociar el paso del llamado a elecciones al poder político, situación que se dio después de la derrota militar en las Islas Malvinas y el fuerte deterioro que sufría la Junta Militar con la resistencia del pueblo, fundamentalmente desde los organismos de derechos humanos y el reclamo internacional. Algunos dirigentes políticos pretendían llegar a consolidad alianzas y constituir un gobierno cívico- militar, negociando la política de derechos humanos y la situación de los desaparecidos. Uno de los objetivos centrales era dejar en la impunidad los crímenes cometidos y los desaparecidos. Decían que: “Hay que mirar el futuro, lo pasado es doloroso, es una triste página en el sufrimiento del pueblo, pero hay que lograr avanzar olvidando el pasado y recuperar la democracia”, “los militares cometieron “errores” y ahora quieren entregar el gobierno a los civiles y para ello es necesario negociar la política de los DD.HH.”. Estos, como muchos otros justificativos se esgrimían para justificar lo injustificable. Mientras las cárceles estaban llenas de militantes peronistas, radicales, comunistas y sectores sociales que nada tenían que ver con los partidos políticos, cuya militancia era social con los más necesitados, como religiosos y laicos.
Nuestra respuesta fue invariable: Los DD.HH. no se negocian, el reclamo del pueblo es “Aparición con Vida de los miles de desaparecidos. Juicio y Castigo a los responsables”. En el ejercicio de hacer memoria, recordemos que muchos políticos fueron a golpear los cuarteles reclamando que salgan las tropas. El Almirante Massera en sus pretensiones y ambiciones políticas tenía reuniones con los Montoneros en Madrid, buscando acuerdos y alianzas.
Cincuenta años de golpes militares y gobiernos civiles débiles impidieron fortalecer las instituciones del Estado y la democracia. Hay un cono de sombras y olvidos intencionados que en algún momento historiadores e investigadores, tendrán que sacar a la luz para saber la verdad de una época vivida y sufrida por el pueblo.
Hoy, algunos medios de comunicación opositores al gobierno del Presidente Kirchner, que sacan a relucir fotos para descalificarlo. Son las “chicanas políticas”.Tengamos presente que unas fotos no significan que el presidente compartía los objetivos del procedo militar, ni que era cómplice de la barbarie desatada contra el pueblo. Es necesario analizar los hechos y las conductas que ponen en evidencia que Kirchner, durante su gobierno, tomó decisiones políticas que los mandatarios que le precedieron no quisieron hacer y esto fue terminar con la impunidad, e iniciar los juicios a los represores.
Hay que reconocer que durante el gobierno de Alfonsín, con sus contradicciones y falta de coraje político, se llegó al juicio a la Junta Militar, fue un paso importante, pero parcial. Pero a eso se sumaron, durante el gobierno de Menem, los indultos a los represores que violaron los derechos humanos. Son diferencias cualitativas que hacen a la política de DD.HH. y la clarificación del pasado reciente.
Los organismos de DD.HH. reconocemos los avances realizados en esa dirección: la recuperación de espacios de la memoria, de lugares que fueron centros clandestinos de detención que permiten a las nuevas generaciones tener presente lo que significa la defensa de los DD.HH. Se han dado pasos significativos en la búsqueda de la Verdad y Justicia. Frente a las políticas que buscan confundir y generar dudas hay que responder, como se dice popularmente, “al pan, pan y al vino, vino”, las cosas claras y en su lugar. En esa dirección es necesario acompañar al gobierno y fortalecer la construcción democrática.
A la vez hay que estar atentos: si el presidente y su gobierno son coherentes entre el decir y el hacer. Quedan “bolsones residuales de la dictadura”, son los “dinosaurios” que continúan justificando sus horrores y gozando de la impunidad. Han pasado treinta años y muchos criminales continúan en libertad.
En otras cosas debemos decir que hay diferencias con el gobierno, que no estamos de acuerdo con los caminos que ha tomado y que consideramos que no ayudan a construir un proyecto de país. Es un gobierno reformista que continúa con la misma política neo-liberal. Las contradicciones son muchas, entre ellas no querer investigar las consecuencias de la deuda externa; tienen todas las posibilidades de hacerlo, como el juicio iniciado por Alejandro Olmos, pero no existe la voluntad política desde el gobierno. Sin embargo paga la deuda ilegítima al FMI. Las consecuencias para el país representan transferencias de capitales al exterior y más hambre y marginalidad en el pueblo argentino. Esta situación no se soluciona con subsidios, prebendas y punteros políticos.
Uno de los temas que preocupan y que es necesario encarar en profundidad es analizar qué pasa hoy con las Fuerzas Armadas, los objetivos que tienen y qué representan para la vida del pueblo y la defensa de la soberanía nacional. Es necesario reconocer, y es un avance positivo, que hoy las FF.AA. están subordinadas a las decisiones políticas del Poder Ejecutivo y de su Comandante en Jefe, el Presidente de la Nación. Van adquiriendo y ajustando en el tiempo, el rol que les compete dentro de la democracia. Queda un largo camino a recorrer y otros a reparar, quedan problemas pendientes en la búsqueda de la Verdad y Justicia.
La derrota en Malvinas, marca con fuerza el descalabro y el fin de la aventura de la dictadura; entra en crisis la hipótesis de conflicto de la Doctrina de Seguridad Nacional, que se basaba en la confrontación Este-Oeste, cuando el conflicto se desarrolló en la confrontación Norte-Sur. El golpe de Estado y la implantación de la dictadura militar, las violaciones de los derechos humanos, haberse situado al margen de toda ley y Estado de Derecho, llevó a que las FF.AA. hayan quedado marginadas de la ciudadanía, desacreditadas y sin objetivos. Son muchos los interrogantes sobre el rol que compete a las FF.AA. en la construcción democrática para saber hacia dónde van. Su formación y objetivos, planes de estudios, inserción social e integración en la ciudadanía, son caminos a transitar y el pueblo debe asumir su responsabilidad y analizar qué FF-AA. quiere y para qué. Son muchos los desafíos, el país no es más el que fue, y las políticas impuestas han cambiado drásticamente el rostro de lo que consideramos como Nación.
No podemos medir con la misma vara el pasado y el presente. Tratemos de acercar algunos hechos concretos. ¿Qué se entiende por soberanía?. La respuesta nos deja perplejos: ¿Existe la soberanía nacional cuando se están vendiendo las empresas nacionales a empresas extranjeras? No existe en el país una ley que regule la venta de tierras a extranjeros. Asombroso y estúpido. Tomemos algunos ejemplos significativos: La empresa Tierras Patagónicas, propiedad de Luciano Benetton compraron un millón de hectáreas en varias provincias, expulsando de sus tierras a los Mapuches. Muchos otras empresas extranjeras han comprado tierras en la Argentina con total y absoluta complicidad de los gobiernos provinciales y el gobierno nacional. Turner, Thompkin, entre muchos otros.
Durante la década menemista fueron privatizadas la mayoría de las empresas nacionales, lo que pone en evidencia que el país ha perdido su soberanía y capacidad de decisión sobre sus propios recursos. YPF vendida a REPSOL. Los actuales dueños de Ferrocarriles Argentinos cerraron ramales dejando a miles de trabajadores en la calle, se incrementaron los pueblos fantasmas. Teléfonos del Estado hoy en manos de Telefónica y Telecom; Aerolíneas Argentinas, empresa víctima del saqueo de IBERIA. Esas empresas extranjeras se han quedado con el patrimonio del país y los recursos energéticos. La pregunta que debemos hacernos es, entonces: ¿ A quién van a defender las FF.AA. si no existe la soberanía nacional? -¿Cuál es su rol e hipótesis de conflicto?
En la llamada “globalización”, se ha concentrado el poder-dominación en manos de las empresas transnacionales que han provocado el aumento de la pobreza y la exclusión social. Otro de los problemas de esta devastación permanente es el daño al medio-ambiente, la contaminación y destrucción, dejando tierras áridas y al pueblo sin recursos, en particular a los indígenas y campesinos, pequeños y medianos productores.
Los mares del Sur y toda la costa atlántica marítima y la riqueza de sus recursos sufre el estado de indefensión, ya que su plataforma marítima ha quedado librada a la voracidad de flotas extranjeras con total y absoluta impunidad, que se llevan los recursos del mar. Cabe preguntarse si la Marina cuenta con los recursos necesarios para la vigilancia y protección de los recursos nacionales. Las zonas de fronteras, su extensión y recursos son devastados por la rapiña económica, sin medir los daños del presente y del futuro. Son fronteras permeables.
Son muchas las preguntas y debemos encontrar respuestas entre todos. Abrir espacios y el diálogo nos permitirá construir el país que queremos. Es necesario pensar las FF.AA. que el país necesita.
Otros hechos pusieron en evidencia que dirigentes políticos de los partidos mayoritarios, el Peronismo, el Radicalismo, y el Partido Comunista, querían llegar a acuerdos con los dictadores, negociar el paso del llamado a elecciones al poder político, situación que se dio después de la derrota militar en las Islas Malvinas y el fuerte deterioro que sufría la Junta Militar con la resistencia del pueblo, fundamentalmente desde los organismos de derechos humanos y el reclamo internacional. Algunos dirigentes políticos pretendían llegar a consolidad alianzas y constituir un gobierno cívico- militar, negociando la política de derechos humanos y la situación de los desaparecidos. Uno de los objetivos centrales era dejar en la impunidad los crímenes cometidos y los desaparecidos. Decían que: “Hay que mirar el futuro, lo pasado es doloroso, es una triste página en el sufrimiento del pueblo, pero hay que lograr avanzar olvidando el pasado y recuperar la democracia”, “los militares cometieron “errores” y ahora quieren entregar el gobierno a los civiles y para ello es necesario negociar la política de los DD.HH.”. Estos, como muchos otros justificativos se esgrimían para justificar lo injustificable. Mientras las cárceles estaban llenas de militantes peronistas, radicales, comunistas y sectores sociales que nada tenían que ver con los partidos políticos, cuya militancia era social con los más necesitados, como religiosos y laicos.
Nuestra respuesta fue invariable: Los DD.HH. no se negocian, el reclamo del pueblo es “Aparición con Vida de los miles de desaparecidos. Juicio y Castigo a los responsables”. En el ejercicio de hacer memoria, recordemos que muchos políticos fueron a golpear los cuarteles reclamando que salgan las tropas. El Almirante Massera en sus pretensiones y ambiciones políticas tenía reuniones con los Montoneros en Madrid, buscando acuerdos y alianzas.
Cincuenta años de golpes militares y gobiernos civiles débiles impidieron fortalecer las instituciones del Estado y la democracia. Hay un cono de sombras y olvidos intencionados que en algún momento historiadores e investigadores, tendrán que sacar a la luz para saber la verdad de una época vivida y sufrida por el pueblo.
Hoy, algunos medios de comunicación opositores al gobierno del Presidente Kirchner, que sacan a relucir fotos para descalificarlo. Son las “chicanas políticas”.Tengamos presente que unas fotos no significan que el presidente compartía los objetivos del procedo militar, ni que era cómplice de la barbarie desatada contra el pueblo. Es necesario analizar los hechos y las conductas que ponen en evidencia que Kirchner, durante su gobierno, tomó decisiones políticas que los mandatarios que le precedieron no quisieron hacer y esto fue terminar con la impunidad, e iniciar los juicios a los represores.
Hay que reconocer que durante el gobierno de Alfonsín, con sus contradicciones y falta de coraje político, se llegó al juicio a la Junta Militar, fue un paso importante, pero parcial. Pero a eso se sumaron, durante el gobierno de Menem, los indultos a los represores que violaron los derechos humanos. Son diferencias cualitativas que hacen a la política de DD.HH. y la clarificación del pasado reciente.
Los organismos de DD.HH. reconocemos los avances realizados en esa dirección: la recuperación de espacios de la memoria, de lugares que fueron centros clandestinos de detención que permiten a las nuevas generaciones tener presente lo que significa la defensa de los DD.HH. Se han dado pasos significativos en la búsqueda de la Verdad y Justicia. Frente a las políticas que buscan confundir y generar dudas hay que responder, como se dice popularmente, “al pan, pan y al vino, vino”, las cosas claras y en su lugar. En esa dirección es necesario acompañar al gobierno y fortalecer la construcción democrática.
A la vez hay que estar atentos: si el presidente y su gobierno son coherentes entre el decir y el hacer. Quedan “bolsones residuales de la dictadura”, son los “dinosaurios” que continúan justificando sus horrores y gozando de la impunidad. Han pasado treinta años y muchos criminales continúan en libertad.
En otras cosas debemos decir que hay diferencias con el gobierno, que no estamos de acuerdo con los caminos que ha tomado y que consideramos que no ayudan a construir un proyecto de país. Es un gobierno reformista que continúa con la misma política neo-liberal. Las contradicciones son muchas, entre ellas no querer investigar las consecuencias de la deuda externa; tienen todas las posibilidades de hacerlo, como el juicio iniciado por Alejandro Olmos, pero no existe la voluntad política desde el gobierno. Sin embargo paga la deuda ilegítima al FMI. Las consecuencias para el país representan transferencias de capitales al exterior y más hambre y marginalidad en el pueblo argentino. Esta situación no se soluciona con subsidios, prebendas y punteros políticos.
Uno de los temas que preocupan y que es necesario encarar en profundidad es analizar qué pasa hoy con las Fuerzas Armadas, los objetivos que tienen y qué representan para la vida del pueblo y la defensa de la soberanía nacional. Es necesario reconocer, y es un avance positivo, que hoy las FF.AA. están subordinadas a las decisiones políticas del Poder Ejecutivo y de su Comandante en Jefe, el Presidente de la Nación. Van adquiriendo y ajustando en el tiempo, el rol que les compete dentro de la democracia. Queda un largo camino a recorrer y otros a reparar, quedan problemas pendientes en la búsqueda de la Verdad y Justicia.
La derrota en Malvinas, marca con fuerza el descalabro y el fin de la aventura de la dictadura; entra en crisis la hipótesis de conflicto de la Doctrina de Seguridad Nacional, que se basaba en la confrontación Este-Oeste, cuando el conflicto se desarrolló en la confrontación Norte-Sur. El golpe de Estado y la implantación de la dictadura militar, las violaciones de los derechos humanos, haberse situado al margen de toda ley y Estado de Derecho, llevó a que las FF.AA. hayan quedado marginadas de la ciudadanía, desacreditadas y sin objetivos. Son muchos los interrogantes sobre el rol que compete a las FF.AA. en la construcción democrática para saber hacia dónde van. Su formación y objetivos, planes de estudios, inserción social e integración en la ciudadanía, son caminos a transitar y el pueblo debe asumir su responsabilidad y analizar qué FF-AA. quiere y para qué. Son muchos los desafíos, el país no es más el que fue, y las políticas impuestas han cambiado drásticamente el rostro de lo que consideramos como Nación.
No podemos medir con la misma vara el pasado y el presente. Tratemos de acercar algunos hechos concretos. ¿Qué se entiende por soberanía?. La respuesta nos deja perplejos: ¿Existe la soberanía nacional cuando se están vendiendo las empresas nacionales a empresas extranjeras? No existe en el país una ley que regule la venta de tierras a extranjeros. Asombroso y estúpido. Tomemos algunos ejemplos significativos: La empresa Tierras Patagónicas, propiedad de Luciano Benetton compraron un millón de hectáreas en varias provincias, expulsando de sus tierras a los Mapuches. Muchos otras empresas extranjeras han comprado tierras en la Argentina con total y absoluta complicidad de los gobiernos provinciales y el gobierno nacional. Turner, Thompkin, entre muchos otros.
Durante la década menemista fueron privatizadas la mayoría de las empresas nacionales, lo que pone en evidencia que el país ha perdido su soberanía y capacidad de decisión sobre sus propios recursos. YPF vendida a REPSOL. Los actuales dueños de Ferrocarriles Argentinos cerraron ramales dejando a miles de trabajadores en la calle, se incrementaron los pueblos fantasmas. Teléfonos del Estado hoy en manos de Telefónica y Telecom; Aerolíneas Argentinas, empresa víctima del saqueo de IBERIA. Esas empresas extranjeras se han quedado con el patrimonio del país y los recursos energéticos. La pregunta que debemos hacernos es, entonces: ¿ A quién van a defender las FF.AA. si no existe la soberanía nacional? -¿Cuál es su rol e hipótesis de conflicto?
En la llamada “globalización”, se ha concentrado el poder-dominación en manos de las empresas transnacionales que han provocado el aumento de la pobreza y la exclusión social. Otro de los problemas de esta devastación permanente es el daño al medio-ambiente, la contaminación y destrucción, dejando tierras áridas y al pueblo sin recursos, en particular a los indígenas y campesinos, pequeños y medianos productores.
Los mares del Sur y toda la costa atlántica marítima y la riqueza de sus recursos sufre el estado de indefensión, ya que su plataforma marítima ha quedado librada a la voracidad de flotas extranjeras con total y absoluta impunidad, que se llevan los recursos del mar. Cabe preguntarse si la Marina cuenta con los recursos necesarios para la vigilancia y protección de los recursos nacionales. Las zonas de fronteras, su extensión y recursos son devastados por la rapiña económica, sin medir los daños del presente y del futuro. Son fronteras permeables.
Son muchas las preguntas y debemos encontrar respuestas entre todos. Abrir espacios y el diálogo nos permitirá construir el país que queremos. Es necesario pensar las FF.AA. que el país necesita.
https://www.alainet.org/es/active/14592
Del mismo autor
- Adolfo Pérez Esquivel: “Parem o mundo, eu quero descer!” 06/04/2022
- “¡Paren el mundo, me quiero bajar!” 05/04/2022
- Na guerra todos perdem, não há guerras justas 18/03/2022
- La primera víctima de la guerra es la Verdad 17/03/2022
- En la guerra todos pierden, no hay guerras justas 10/03/2022
- Partió Desmond Tutu al encuentro con el Padre 28/12/2021
- El perro se muerde la cola con el FMI y la Deuda Eterna 17/12/2021
- Territorios y pueblos originarios 14/10/2021
- Diálogo 2000 y SERPAJ envían misiva al Papa Francisco 18/05/2021
- La incomunicación en los medios hegemónicos de comunicación 14/04/2021