Viva Noboa, muera la inteligencia
- Opinión
Lo más triste es que le tienen tanto miedo al cambio
que parecería que la tontería saldrá premiada”
María Avelina Roldán
El domingo 15 de octubre del año en curso se llevaron acabo elecciones para Presidente y Vicepresidente, diputados, concejales y consejeros, en el Ecuador. Como es común, en la historia política del país, las encuestas difundidas en días anteriores no se acercaron a los resultados finales, teniendo como ganador parcial --pasan a segunda vuelta los dos más votados-- a Álvaro Noboa Pontón, el portador del mayor emporio económico del Ecuador.
En plena calle Melancolía --cerca de de donde vive Sabina-- sentado en la reformada plaza Tirso de Molina, el privilegio de la información me traía las conclusiones de mi hermana María Avelina sobre el proceso electoral. Ella, que votó por primera vez en estas elecciones, es quien me regaló las pautas para estructurar el presente artículo.
Comenzaré por describir brevemente a los dos finalistas, luego revisaré muy brevemente el escándalo de las encuestas y el conteo rápido, y cerraré con un esbozo de los escenarios posibles a partir de las dos alternativas que se le presentan a la ciudadanía para la segunda vuelta electoral[1].
Los perfiles de los finalistas[2]
Álvaro Noboa nacía políticamente[3] en 1996 cuando fue nombrado presidente de
En 1998, sorprendentemente para el país, fue el candidato presidencial del Partido de Bucaram[5] (Partido Roldosista Ecuatoriano) y llegó a la segunda vuelta electoral, terminando segundo tras un margen pequeñísimo de votos[6] frente a Jamil Mahuad.
Para las elecciones del 2002, después de haber hecho una campaña extensísima que comenzó al día siguiente de haber perdido las elecciones por primera ocasión y tras haber roto relaciones con el PRE, se presentó con partido político propio. Llegó por segunda ocasión a la segunda vuelta y perdió nuevamente con un margen de cuatro puntos porcentuales frente al Coronel Lucio Gutiérrez.
El día domingo 15 de octubre, sorprendió al Ecuador volviendo a estar en una segunda vuelta[7], pero sobretodo por haber subido estrepitosamente en la última semana hasta posesionarse primero con 26% de la votación nacional. El de su partido será el bloque más grande en el Congreso Nacional.
Rafael Correa proviene de
El arte maravilloso de la política no tiene variables fijas y este candidato que a enero de este año se posicionaba quinto o sexto en la intención de voto, pudo haber ganado en primera vuelta a tres semanas de la elección, cuando tenía --repito según aquellas encuestadoras de las que hablaremos en breve-- más de cuarenta puntos porcentuales.
Sin duda alguna, su extraordinaria campaña y el anuncio de no tener candidatos a diputados porque creía en
Los resultados de E vote y las encuestas
Quedó claro para el mundo, que cuando la empresa privada brasilera de conteo rápido eleccionario E- vote, abandonó el país, sin entregar los resultados previstos para treinta horas antes de su salida, había un gatito que se hacía pasar por conejillo.[10] Más grave es cómo el Tribunal Supremo Electoral (TSE) había contratado a esta empresa y las condiciones que le había puesto para una tarea tan importante como el conteo rápido de una elección presidencial: en primer lugar, el contrato no permitía ninguna auditoria al proceso de la empresa brasilera; en segundo, esta empresa había sido cuestionada desde que se llamó a concurso. El problema real es que los cinco vocales principales del TSE pertenecen a los cinco partidos que mejor conforman mayorías en el Congreso para nombrarlos y eso lo estipula
Más todavía, que el Tribunal no tuviera ninguna estrategia alternativa y hasta hoy --veinte y seis de octubre, es decir once días después de la elección-- haya candidaturas de provincias sobre las que no se publica ni un voto. Los resultados presidenciales finales fueron oficialmente terminados hace solo cuatro días.
Del lado de las encuestas, debe hacerse una primera e indispensable aclaración[11]: en el Ecuador no hay encuestas oficiales, son todas producto de encuestadoras privadas que llevan alrededor de tres elecciones equivocándose del medio a la mitad. Cito dos ejemplos sobre esta elección: Gilmar Gutiérrez, hermano del defenestrado presidente Lucio, terminó tercero en estas elecciones con diecisiete puntos y medio, cuando los encuestadores le daban el quinto o sexto lugar con menos del diez. León Roldós había bajado mucho en las últimas semanas y dudaban si llegaba o no al segundo lugar peleándolo con Noboa en más o menos veinte puntos; al final Noboa obtuvo el veintisiete y Roldós el catorce, siendo cuarto.
El mayor problema que acarrean estos dos casos, --E- vote y encuestas-- es que el fraude es una posibilidad cierta para la gran mayoría de ecuatorianos que tejiendo cabos creen que los militares lo sustentaron de alguna manera a favor de Gutiérrez y Noboa, y que Noboa movilizó muchísima gente a las mesas de votación para que efectivizaran el presunto fraude. El abandono de E-vote y el tan grande desfase entre lo que decían las encuestas y lo que reflejaron los votos permiten esa elucubración que no ha sido probada de ninguna manera, pero que mina tristemente este ya tan vilipendiado modelo democrático.
Las alternativas que tiene el país
Entre las amenazas de un nuevo fraude y el país diseccionado por dos propuestas absolutamente distantes parte la carrera a la segunda vuelta.
No es una elección ideológica. Los medios internacionales minimizan la situación del país al afirmarlo. No están ahí Uribe contra Chávez. Es bastante más triste que eso.
Noboa no es derecha, es mafia redondeada a la enésima potencia de tontería. Es implosivamente una amenaza gravísima para el país.
Correa es izquierda, pero con matices. Es un candidato que se autoproclama personalmente moralista conservador y políticamente “Humanista Cristiano de Izquierda”. Peligroso menjurje que en ningún caso se acerca al descalabro que significaría la candidatura del magnate.
Noboa significa no cambio. No estabilidad, no cambio. Es aperturismo salvaje, entreguismo internacional, incontinencia demagógica[12], la tontería al poder.
Correa significa cambio y ese es su mayor peso. Es verdad que es cambio radical y acaso abrupto; cierto que las formas que lo preceden, Correa en mano en campaña, no auguran cambio leve. Pero decir cambio en el Ecuador y jugarse por él es condenarse a perder. Correa no es Chávez, no tiene ejército a su favor ni ninguna estructura similar, menos los tres millones de barriles que Venezuela vende diariamente. Ni siquiera una bomba de gasolina en el imperio.
Noboa sí tiene una fortuna y la cuidará. Como hicieron sus diputados, que hace menos de un año llevaron a juicio político al Subsecretario de agricultura, porque este, en ejercicio de sus funciones, multó a una de las mega empresas del potentado Noboa. Sus intereses son clarísimos, proteger desde el poder sus ya blindadas empresas, potenciarlas y lograr superar a su padre. Edípicamente matarlo de una vez.
Aún cuando somos críticos con la propuesta personalista y la escasa vocación orgánica de Rafael Correa, encontramos los planteamientos políticos de Alianza País como una posibilidad de que se generen algunos de los cambios que demanda la mayor parte de la ciudadanía. Por eso y, por la necesidad de evitar la consolidación del autoritarismo de las mafias que han sostenido las evidentes inequidades del país, desde “Ruptura de los
Nuestra apuesta política es la de llegar con el tiempo a un país más justo, solidario y feliz; en contra de ello, un potencial gobierno de Noboa solo consolidaría las bases mafiosas sobre las que se sostiene el Ecuador. Estamos concientes de que el proyecto político, social y económico de
Madrid, 26 de octubre del 2006
* Desde la motivación filial, mi padre escribía un artículo para una revista de Quito sobre este mismo tema titulado: “Los ecuatorianos no somos tan pendejos”. En él citaba como Millán Astral, edecán de Carmen Polo de Franco, tras sentir que Miguel de Unamuno había agredido el régimen fascista en su discurso en presencia de la mujer del dictador, gritó: “Viva Franco. Muera
- Juan Sebastián Roldán es miembro de
[1] No me aventuro a decir los próximos cuatro años, que es el período presidencial en el país, porque desde 1996 ningún Presidente electo ha terminado su mandato. Estas elecciones no garantizan las condiciones como para aventurarme afirmar un cambio sustancial al respecto.
[2] Las dos candidaturas son profundamente personalistas por lo que el presente análisis se centrará en los candidatos.
[3] El país lo reconoció por ser hijo de Luís Noboa Naranjo, el hombre con la mayor fortuna del país. Heredó Alvarito la mayor parte de las empresas de su padre, tras varios años de juicios internacionales con sus hermanas.
[4]Hoy prófugos de la justicia ecuatoriana, por haberse entregado enormes montos de préstamos vinculados y haber así provocado la caída del Filanbanco --Banco de propiedad de la familia Isaías-- llevándose consigo gran parte del sistema financiero del país. Este evento provocó grandes montos inflacionarios y decantó en la ya conocida dolarización de la moneda en el país. Hoy la familia Isaías es propietaria de tres de los cinco canales nacionales de televisión existentes en el Ecuador y de más de ciento ochenta radios a nivel nacional.
[5] Cuando me refiero a los Partidos Políticos en el Ecuador suelo hacer alusión a sus dueños, es así que digo el Partido de Bucaram, o de Febres Cordero, de Noboa, pues en el país desde 1992 no se ha llevado acabo ninguna elección primaria para ninguna designación, ni de directivas ni de candidaturas y han sido las cúpulas, que obedecen a los señores feudales o capos, las que han decidido a dedo todo. Con esto me reafirmo en que los Partidos en el Ecuador, con los matices que tienen lógicas menos aberrantes, pero que de todas maneras operan como funciona cualquier bien privado.
[6] Desde esa elección ha resucitado el fantasma del fraude electoral en el Ecuador.
[7]Esta campaña política de Noboa para acceder la presidencia es la que mayor despilfarro ha tenido: regaló sillas de ruedas por todo el país tocando a discapacitados e invocando a Dios para que los salve y hasta llegó a protagonizar un atropellamiento a una señora en una de sus caravanas para luego, frente a las cámaras de todo el país, sacar un fajo de dinero y entregarle billete a billete un préstamo que la herida le hacía en pleno lecho del dolor.
[8] Correa hoy se reclama anti partidocracia, pero intentó apoyos tanto de
[9] Debe hacerse referencia a las presunciones, a mi criterio ciertas, de que no es que no quiso tener diputados, sino que un partido parido a las puertas de una elección como Alianza País, no pudo ponerse de acuerdo con los partidos que sí apoyaban a Correa --El Socialista a nivel Nacional o el mismo PRE en Loja, o Cotacachi--. De ahí ese anuncio que de carambola fue leído por la población por la definición final que necesitaban para declinarse por este candidato que sí garantizaba un cambio.
[10] El problema mayor no es la empresa, pues de empresas privadas que incumplen sus contratos en el Ecuador es imposible hablar, desde que OXY abandonó el país porque su contrato fue declarado caduco por más de treinta violaciones de la compañía. el país no debía ser un sitio serio para la inversión extranjera. Lo que sorprende es que el dolor de viuda duró poco y ahí están los inversores buscando su lugarcito donde el dinero brota.
[11] Otra es que el TSE prohibió divulgar encuestas públicamente dos semanas antes de la elección para evitar el manejo que conocemos. Los datos de todas maneras se filtraban.
[12] Ofrece por ejemplo que construirá 300 000 viviendas anuales para los pobres, lo que significa 821 al día, 102 por hora de trabajo,
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