Indignación por concesión de aguas a la privada Hidroabanico
11/10/2006
- Opinión
Jefe encargado de Agencia de Aguas de Cuenca concede a Hidrobanico 9 metros cúbicos de agua más
La noticia de que Ángel Calle, jefe encargado de la Agencia de Aguas de Cuenca, había fallado en favor de Hidroabanico, levantó una oleada de indignación en la provincia de Morona Santiago. En Jimbitono, el pueblito que lucha por su vida desde hace más de 40 días, el ambiente se cargó de decepción y coraje. En horas de la mañana, ya era de conocimiento público que Calle había concedido el uso y usufructo de 9 metros cúbicos adicionales del río Abanico a la hidroeléctrica privada.
Entonces, resonaron en la memoria de los luchadores las palabras que Lina Solano, de la Coordinadora Campesina Popular, le dijera al jefe encargado, el 29 de septiembre. "Usted puede fallar como quiera, señor juez, pero sepa que si le concede el agua a Hidroabanico está fallando contra los derechos de este pueblo", le manifestó doña Lina aquel día, una vez que, tras un recorrido por los ríos involucrados, Calle constatara los daños provocados por las actividades ilícitas de la hidroeléctrica privada y los perjuicios futuros.
En la Escuela Quisquis, donde los campesinos de Jimbitono han centrado la organización de la resistencia contra el avance de Hidroabanico/Sipetrol, se recordó que la venida de Ángel Calle y Giovanni Genovez, su subalterno técnico, le había costado 500 dólares a la comunidad. El 28 de septiembre, un día antes de la fecha señalada para la inspección, el jefe encargado solicitó 150 dólares adicionales a los 350 solicitados con anterioridad. Radio Bonita informó rápidamente a su audiencia, y su audiencia se manifestó inmediata y espontáneamente con aportes en efectivo. Se logró así una vez más que Calle no incumpliera con sus obligaciones.
Don Rufino Rivadeneira, uno de los finqueros afectados, rememoró, por su parte, que el jefe encargado hacía permanentes invocaciones a Dios durante la inspección. Según explicó Calle, el era un ser humano limitado que necesitaba la inspiración de Dios para dictar el fallo. Don Rufino denunció a Calle que el caudal expulsado por la compañía había sido reducido casi a la mitad el día de la inspección. "Con esas vivezas nos juegan ellos", le dijo.
Igualmente, Humberto Tello, defensor del Pueblo de Morona Santiago, notó "una actitud sospechosa". De pronto, el carro del jefe encargado aceleró y desapareció sin que Tello pudiera seguirle, porque el taxista que le llevaba no quiso maltratar su carro corriendo por esas vías olvidadas. Cuando lo encontraron, Calle conversaba con personeros de la hidroeléctrica privada, en el interior de la casa de máquinas, que está rodeada de un cerco de púas y alto voltaje, a pesar de que unas horas antes, cuando el jefe encargado intentó ingresar con la dirigencia de Jimbitono, Hidroabanico le denegó el acceso.
En las últimas semanas, la compañía incrementó el uso de su poder político, económico y mediático. Según fuentes confiables que solicitaron el anonimato, Calle habría sido azuzado por el vicepresidente de la República, Alejandro Serrano Aguilar, para que dicte sentencia en favor de la hidroeléctrica privada.
La energía eléctrica la usan las transnacionales, no Morona Santiago
Desde enero del presente año, está en operación la primera fase de la central, que genera 15,1 megavatios para la Coca-Cola y KFC, con domicilio en Guayaquil. Para ello, Hidroabanico trasvasa 5 metros cúbicos del río Abanico hacia el Balaquepe, otrora un tranquilo arroyuelo que atraviesa Jimbitono. Esto ha ocasionado severos impactos ambientales, sociales y económicos en el área.
El objetivo de la compañía es aumentar la generación a 37,5 megavatios con una segunda fase, que está en plena construcción, para suministrarles energía a varias mineras transnacionales situadas en el sur de Morona Santiago y el norte de Zamora Chinchipe.
Además, el Balaquepe desagua en el Jurumbaino, un río que embiste a Macas por su costado occidental, donde están cuatro barrios y el aeropuerto de la ciudad. De ahí que los 9 metros cúbicos que acaban de ser entregados a Hidroabanico, para que haga funcionar la segunda etapa de su central, impliquen la muerte para Jimbitono, la ciudad de Macas y la provincia entera.
Están a la espera de la energía eléctrica, las norteamericanas Corriente Resources, Billiton y Lowell Mineral Exploration. Para el efecto, Sipetrol, compañía vinculada a Hidroabanico, construye un tendido eléctrico de 150 kilómetros y 138 kilovoltios, desde la central, ubicada en el cantón Morona, hasta Gualaquiza, el más sureño de los cantones de la provincia. Los finqueros han levantado una fuerte resistencia contra el tendido de la muerte, como ha sido denominado.
Las violaciones a la Constitución y a las leyes, cometidas por Hidroabanico/Sipetrol, han llegado a niveles surrealistas, en razón del poder económico y político que ostenta su propietario, Pablo Terán Ribadeneira, ex ministro de Energía y Minas en la administración de Gustavo Noboa. Jimbitono, Macas y Morona Santiago luchan contra esto. Por eso han dicho: no a la segunda etapa de Hidroabanico, no al tendido de la muerte.
Macas, 12 de octubre del 2006
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