Licitación petrolera y sociedad anónima en el bloque 15
- Opinión
Para septiembre se prepara en Petroecuador, con la veña del Directorio Político la Licitación Internacional de los Campos petroleros “mal llamados Marginales”. Los magos de los negocios privados –enquistados en la cúpula de la empresa estatal-, como es costumbre, sobredimensionan la inversión en estos campos, se habla de 300 millones dólares, con un incremento de producción de 24 mil barriles por día.
La intención del gobierno a través del Ministerio de Energía y el Comité Especial de Licitación Petrolera de Petroecuador CEL, de licitar los Campos Marginales, resulta ser un atentado a la soberanía, un perjuicio infame y traición a la Patria, que perjudicará una vez más al país, como cuando se entregó los campos Bermejo, Pindo, Palanda, Tigüino, MDC, etc. Petroecuador cuenta con campos desarrollados como Pucuna, Tapi, Tetete, Frontera, donde existen estaciones en plena producción, operadas por personal calificado de Petroproducción y trabajadores tercerizados que laboran en dichos campos. El país con la venta de los campos marginales, perdería alrededor de 12 mil barriles diarios, provocando una vez más, el descenso de la producción estatal y por ende, los ingresos al fisco.
Cualquier licitación internacional no representa riesgo alguno para cualquier capitalista privado, pues las reservas están allí y le costaron cientos de millones de dólares al país, el personal técnico nacional abunda en el mercado petrolero, las facilidades de producción ya han sido construidas por el Estado. La inversión privada será tan sencilla como marcar un gol sin arquero, no hay duda que se trata de un negocio redondo donde los bolsillos de unos pocos serán los beneficiados.
Los campos marginales cuentan con 58 millones de barriles de reservas y una riqueza aún no explotada de 4000 millones de dólares. A excepción del Campo Singué, Armadillo y Puma que tienen crudo pesado, el resto de campos tienen crudo de 28° API, en promedio, es decir, el mejor del país.
El año pasado, quedó pendiente la perforación de al menos tres pozos: el Pacay 3D, 4 y 5D, de los que se estimaba una producción de 2400 barriles; asimismo se planificó el reacondicionamiento de los pozos cerrados: Pucuna 4 y 8; Frontera 3; Peña Blanca 1; Tapi 1; Tetete 3 y 4; Puma 2 y 4. Con estos trabajos se tenía previsto subir la producción en 1900 barriles de petróleo. Todo quedó en papales por falta de decisión y el boicot para poner trabas a la contratación de las torres de workover y perforación.
Con una inversión de aproximadamente 12 millones de dólares se aumentaría la producción en 4300 barriles. O sea un ingreso para el país de 7 millones de dólares mensuales o 90 millones al año, que beneficiarían a 13 millones de ecuatorianos y no a un grupo de empresarios oportunistas.
Atención compatriotas, los privatizadores están acostumbrados a aprovechar los partidos de fútbol, días festivos o como es el caso que nos ocupa, la campaña electoral, para hacer descuidar al pueblo y clavarnos una goleada petrolera. Durante los últimos años se ha denunciado el irresponsable abandono en que se halla Petroproducción, creando las condiciones para el desmembramiento del patrimonio nacional. Verbi gracia, la falta de tubería, de repuestos para las máquinas; estaciones de producción como Pucuna, Tapi, Tetete y Frontera, que se caen en pedazos por falta de mantenimiento.
Es inadmisible que hasta ahora se mantenga represado en el Consejo de Administración la firma de los contratos de servicios; entre tanto, se sigue firmando las Ordenes de Trabajo, poniendo en riesgo a los técnicos estatales de ser glosados por la Contraloría.
Extraña es la actitud del gobierno, en especial de todos los ministros de Economía, y en particular, de Armando Rodas, que maneja los fondos públicos siguiendo las consignas antipatria, al negarle a la empresa estatal los recursos que demanda para mantener y/o incrementar la producción petrolera.
¡Oh cuán eficiente es el gobierno de Palacio! a la hora de blindar los ingresos petroleros que provienen de los campos recuperados de la OXY. Para los campos dorados del Bloque 15, se ha destinado sin exigir rendición de cuentas, más de 220 millones de dólares para proyectos de inversión y operación. Dicen los especialistas que el Bloque 15, significará ingresos al fisco de 620 millones de dólares. En el mismo terreno, Petroproducción genera el doble de producción que el Bloque 15, no produce papas, señor presidente de la república, son casi 200 mil barriles diarios de petróleo (más de 2000 millones de dólares al año), que generan los campos Sacha, Shushufindi, Auca, Libertador, Lago Agrio. Y no es mentira, amigo lector, la estatal mantiene la producción con chatarra, reciclando materiales usados; no se contratan los taladros para reactivar la producción de más de 100 pozos cerrados por falta de apoyo económico. El estado de deterioro de las instalaciones amenaza con afectar el medio ambiente, ante el abandono de las autoridades del regimen. Y todo gracias al boicot de los empresarios privados que se turnan en el sector energético e hidrocarburífero del país.
En otro ámbito, el haber asumido la operación del Bloque 15 sin que se haya efectuado previamente la auditoría ambiental, social y técnica del manejo de los campos de la OXY es una grave negligencia, que puede traerle consecuencias al país, pues bien puede imputar la petrolera gringa al Estado la responsabilidad de los impactos ambientales y sociales ocasionados en la región amazónica, por los 21 años de operación. Sino recordemos la maniobra artera de la Chevron Texaco ante el juicio que se ventila en EE.UU.
Resulta sospechoso cómo el ministro Iván Rodríguez, ordenó que se mantenga la Nómina de los ex trabajadores de la OXY, desplazando a los técnicos de Petroproducción de las jefaturas, de los mandos de operación y mantenimiento. El objetivo es claro, el gobierno aprovechó las presiones sociales que desencadenaron la caducidad del contrato con la petrolera norteamericana, para ir consolidando hábilmente “La Sociedad Anónima del Bloque 15” donde sin duda entrarían a participar los empresarios nacionales o testaferros vinculados a los partidos de la derecha. Allí estarán disputándose los contratos de transporte, taladros, servicio de energía, equipos, de personal, etc.
Vale insistir ecuatorianos, el trabajo desplegado en las movilizaciones indígenas de la CONAIE, la marcha de las cinco provincias amazónicas, que demandaron la salida de la OXY, no ha conseguido el objetivo final. El mandato del pueblo fue claro, el gobierno tiene que incorporar la producción del Bloque 15 a Petroproducción y, para ello se debe brindar a la filial, la autonomía económica y administrativa, para que pueda manejar con independencia la operación petrolera; a su vez, se destine los ingresos petroleros en la educación pública, la salud, las obras de servicio básico para la Amazonía y el resto del país. En resumen, es prioridad y responsabilidad del gobierno asumir la operación del Bloque 15, que debe ser manejado por el Estado.
Finalmente, conciudadanos, es necesario recordar el ejemplo que nos deja la reestructuración de PDVSA, petrolera estatal de Venezuela, donde gracias a decisión del Presidente Chávez, se rompió los círculos políticos (al igual que en Ecuador), que manejaban a su antojo la industria, a espaldas del pueblo se repartían las ganancias de la venta del petróleo y sus derivados; entre aquellos inescrupulosos funcionarios se despilfarraban cientos de millones de dólares en los contratos de bienes y servicios, donde los mismos de siempre se turnaban en la administración de la empresa. Pero llegó el día, fue el pueblo quien asumió el control de PDVSA, fueron despedidos los corruptos y hoy la riqueza que genera la industria es manejada con transparencia, y lo que es más, el gobierno destina ‘sin demagogia’ el dinero, para financiar las misiones sociales que el pueblo demanda.
El caso de PETROECUADOR es una copia de lo que sucedía en PDVSA hace 4 años, las mafias se turnan en los cargos de decisión tanto en Quito como en el Oriente, de acuerdo al círculo politiquero de turno. La diferencia se dio con el cambio de actitud del pueblo, si mantenemos total indiferencia ante el robo de la principal riqueza de la nación, nada cambiará en el país. La política neoliberal de privatizaciones de los aeropuertos, puertos marítimos, servicios básicos, áreas estratégicas, es una tónica que va de la mano con la firma forzada del TLC con los EE.UU y la fiel aplicación de la receta del Banco Mundial y el FMI.
Si hay que reestructurar Petroecuador, es necesario suprimir el Consejo de Administración, donde se amarran los contratos y se cancelan las requisiciones que está asfixiando a Petroproducción; es urgente eliminar el Comité Especial de Licitaciones CEL, para evitar que se sigan privatizando los campos petroleros; es perentorio reformar el Directorio Político, para que representantes de las organizaciones populares de la Amazonía, de los Derechos Humanos, de los trabajadores tercerizados, tengan participación directa en la dirección de la primera empresa del país, con el claro objetivo de nacionalizar la industria petrolera.
El pueblo tiene la palabra…
Campos |
api |
Reservas en millones de barriles |
Reservas en dólares usd $ 60 |
ENO Y RON |
34 |
895.949 |
53.756.940 |
TAPI TETETE |
32 |
7.500.000 |
450.000.000 |
FRONTERA |
34 |
1.700.000 |
102.000.000 |
SINGUE |
13 |
2.040.556 |
122.433.360 |
CHANANGUE |
35 |
2.379.000 |
142.740.000 |
OCANO |
25 |
1.990.931 |
119.455.860 |
PEÑA BLANCA |
25 |
4.987.794 |
299.267.640 |
PACAY |
26 |
5.189.587 |
311.375.220 |
PUCUNA |
32 |
8.000.000 |
480.000.000 |
ARMADILLO |
10 |
9.065.643 |
543.938.580 |
PUMA |
19 |
13.886.319 |
833.179.140 |
TOTAL |
|
57.635.779 |
3.458.146.740 |
Tomado del Atlas Amazónico del Ecuador, año 2006
- Galo F. Benítez, periodista petrolero.