Fort de France.- El texto que sigue fue presentado por Robert Saé a nombre de "Sanblé Karaybe" como preludio al foro. El debate que oponía dos concepciones del espacio caribeño parece hoy superado. La visión que le restringía a las islas repartidas en la concavidad de América Central, ha sido sustituida por otra más amplia, que integra a Venezuela, Colombia, los estados del istmo centroamericano, México e incluso, bajo ciertos ángulos, el borde sur de EE.UU. Esta visión tiene el mérito de permitir un análisis y una comprensión más completos de los problemas que conciernen a nuestros respectivos países. Ubicada entre la primera potencia económica mundial y esa enorme reserva de materias primas que constituye América del Sur, la cuenca del Caribe es una zona de considerable interés estratégico. * Hablando de reserva de materias primas, encontramos en esta región importantes recursos mineros: bauxita, hierro, niquel, metales preciosos, etc. Los países productores de petróleo de la región (Venezuela, Colombia, México, Trinidad, etc.) concentran un poco más del 10% de las reservas mundiales conocidas y aprovisionan alrededor de una quinta parte del mercado. Las islas y las costas constituyen importantes centros de refinería, tanto para el petróleo producido localmente, como para el que importa EE.UU. desde el Medio Oriente, o que proviene de Alaska, a través del Canal de Panamá. Lo cual significa un tráfico marítimo considerable. * El Caribe es un centro financiero internacional de gran importancia. Se multiplican las zonas francas -que involucran la circulación de enormes capitales- y los paraísos fiscales: Bahamas, Bermuda, Islas Caimán, Turcas y Caicos, Panamá, Costa Rica, islas holandesas e Islas Vírgenes... Algunos lugares, como las Bahamas y las Islas Caimán tienen un rol planetario. Los miles de millones de dólares generados por el narcotráfico son a menudo blanqueados y reinvertidos en los bancos de la región. * A finales de esta década, el potencial humano de la región alcanzará los 250 millones de habitantes, cifra cercana a la población de EE.UU. Es decir que el Caribe es también una pieza de importancia en la batalla para controlar los mercados. Los EE.UU. no verían de buena manera la pérdida del control de estos territorios, cuyas importaciones suministra en cerca del 50%. Por su parte, Europa desarrolla una fuerte ofensiva para extender su influencia. Los mal llamados "departamentos franceses" que controla en la zona -entre ellos, por desgracia, nuestra Martinica- le sirven de plataforma para la intervención ideológica y la conquista de mercados. (Constituimos su coartada para que se infiltre en todas las estructuras regionales, a la vez que una vitrina comercial permanente). * Pero el Caribe es sobre todo una zona de interés estratégico determinante desde el punto de vista militar. Aún cuando la guerra fría pertenece al pasado, esta región que algunos llaman "el mediterráneo de América" sigue siendo un elemento clave en el dispositivo que apunta a perpetuar la hegemonía mundial de EE.UU. No enumeraré las bases militares de la región. Basta pensar en Puerto Rico, transformado en porta-aviones estadounidense. Numerosos acuerdos militares vinculan a las potencias occidentales que dominan en la región con los gobiernos que están bajo su influencia. Es más, se realizan regularmente maniobras conjuntas, y las operaciones ligadas a los acontecimientos de Grenada (o a escala más amplia, a la guerra de las Malvinas) son evidencia de esta realidad. ¿Será necesario demostrar que Kourou, base de lanzamiento de satélites comerciales y militares, es un elemento clave de estrategia militar francesa y europea? Un reportaje televisivo reciente mostraba cuan minucioso es el control militar en la región. Ello nos permite comprender el carácter desmedido de la represión que cae sobre el movimiento popular guyanés cuando cuestiona la dominación francesa. ¿Nuestro Caribe puede aceptar ser nada más que un tablero de ajedrez en el que nuestros pueblos, cual peones, son manipulados por potencias extranjeras, en su juego sin piedad para controlar el mundo? Nuestra historia y nuestro presente demuestran que los pueblos caribeños -algunos dicen incluso el pueblo caribeño- no aceptan esta situación. En el curso del foro, hablaremos de los movimientos populares que luchan en nuestros respectivos países; pero hemos de citar el combate valiente del pueblo haitiano que, en las difíciles condiciones que sabemos, construye la democracia en esa tierra que vio nacer la primera República negra. ¿Cómo no saludar al pueblo cubano que, cercado por la primera potencia del mundo, mantiene izada la bandera de la dignidad y de la resistencia? En ningún otro lugar se ha visto que con tanta animosidad se busca ahogar a un pueblo. Pero el pueblo cubano nos comprueba -si fuera necesario- que un pueblo digno, consciente y unido es invencible. A la vez, debemos reconocer con satisfacción que cada vez más, los gobiernos caribeños rechazan la tutela de los países imperialistas (ver su posición contra la Ley Helms Burton) y trabajan para construir convergencias económicas. No obstante, el potencial formidable de desarrollo en nuestro Caribe no logra realizarse y aún no sirve para mejorar durablemente la vida de nuestros pueblos. La región cuenta con unos 30 Estados. Numerosas barreras se han erigido para alejarnos los unos de los otros, para impedir los acercamientos entre nuestros pueblos. Pensamos simplemente la política insultante de visas impuestas por el gobierno francés, o la dificultad incomprensible que aqueja a la circulación de informaciones entre los países, en este mundo de la comunicación. Sin embargo, es preciso constatar que en estos últimos años las potencias extranjeras que buscan mantener sus patios traseros ya no pueden contener este movimiento de convergencia entre nuestros pueblos. La voluntad de encontrarnos para construir juntos nuestro Caribe es cada vez más impetuosa. Esta "Sanblé Karayib" es una manifestación de ello.