Pueblos originarios dan lección de unidad y reivindicación social

06/08/2006
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Las culturas Weehayek, Yuqui, Sirionó, Mojeño, Ayoreo, Guaraní, Quechua, Aymara, afroboliviana y un conglomerado de representaciones de los pueblos originarios y marginados de Bolivia, multiétnica y plurilingüe, reivindicaron hoy la unidad nacional en el marco de la diversidad cultural y demandaron su inclusión en las decisiones nacionales. Por primera vez en la historia del país, miles de habitantes de estos pueblos excluidos se reunieron en la Capital de la República e interpelaron a una estructura política que los excluyó por siempre y esa expresión de rebeldía fue expresada frente a la Casa de la Libertad, donde hace 181 años nació Bolivia. El paso de los originarios fue saludado por la multitud que se congregó frente al histórico edificio. Si en algún símbolo se identifica a la Patria, es la Casa de la Libertad, pero hoy, miles de chuquisaqueños y bolivianos se convencieron que la patria también estuvo en las calles vestida de aymara, de quechua, de sirionó, de wehayeek, de guaraní, de mojeño, vestida de Bolivia. Al son de una marcha militar, originalmente compuesta por el cantautor chaqueño Juan Enrique Jurado, desfilaron frente al frontis de la Casa de la Libertad, ante la admiración de los visitantes extranjeros y el aplauso del presidente de la República, Evo Morales. "Indios", "matacos", "salvajes", "negros" y otros apelativos despectivos instaurados desde el inicio de la República, allá en 1825, fueron duramente cuestionados por estos bolivianos que certificaron su firme voluntad de ser protagonistas del proceso de cambio que encara el país a través del trabajo de 255 constituyentes electos. "Basta al olvido", "Bolivia nueva, una sola bandera, una sola patria", "Unidad en la diversidad cultural", señalaban algunos carteles que portaban estos pueblos originarios que mostraron al mundo la diversidad cultural y étnica de Bolivia al ritmo de la canción "La Patria" interpretado en su versión de marcha marcial por la Escuela Militar de Música del Ejército. Lo más representativo de las delegaciones que hicieron su paso por la plaza 25 de Mayo, fue la armonía de los culturas bolivianas para con la naturaleza, sus prendas de vestir, música y carteles mostraron esa pacífica convivencia, pero también el mensaje de rebeldía contenida, mezcla de esperanza y demanda para que el país sepa que ellos también son parte del país. De norte a sur, de este a oeste Estuvieron representados todos los grupos originarios de norte a sur y del este al oeste del país. De Pando llegaron grupos originarios que mostraron con sus trajes y su música, una expresión cultural que si bien no es muy conocida en todo el país, existe y es parte de esa diversidad que caracteriza a Bolivia. Junto a los macheteros del Beni, se hicieron presentes los yamparas de Chuquisaca, indígenas del oriente como mojeños, cavineños, javerianos, trinitarios, ignacianos y mosetenes se reconocieron con miembros de los ayllus qaqachacas, laymes y jucumanis del norte de Potosí en un encuentro que demostró que la diversidad no es precisamente una causa de división. Pocas veces se ha visto que Bolivia muestre de una manera tan contundente su diversidad. En la plaza 25 de Mayo de esta ciudad se hablaba de forma fluida, el quechua, característico de esta zona del país, el aymara, el guaraní y dialectos en tal número que resultaba imposible identificarlos. Los trajes de las etnias amazónicas se confundían con los de los grupos originarios andinos y la música traía reminiscencias de las altas montañas y los caudalosos ríos del oriente. Pero el encuentro no fue solo de los grupos étnicos. Distintos sectores sociales también se hicieron presentes en esta fiesta que significó la instalación de la Asamblea constituyente. El Presidente Evo Morales contempló este acto de reafirmación de la bolivianidad desde los balcones de la Casa de la Libertad, acompañado por el vicepresidente, Álvaro García Linera, otras autoridades nacionales y departamentales y la Premio Nóbel de la Paz, Rigoberta Menchú, quien, en reiteradas oportunidades expresó su admiración por esta muestra de diversidad cultural. El prefecto de Oruro Luís Alberto Aguilar, en señal de respeto, saludaba con su sombrero el paso de los indígenas de tierras altas y tierras bajas. Los miembros de las seis federaciones del Trópico de Cochabamba resultaron el grupo más numeroso y organizado. Asistieron uniformados con camisas y blusas azules, desplegando banderas bolivianas y whipalas, ante el aplauso del público que los reconocieron como uno de los grupos impulsores de los cambios que vive el país. Fuente: Agencia Boliviana de Información http://abi.bo/index.php
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