Reforzar la construcción de alternativas
- Opinión
"El primero de enero de este año el mundo amaneció sin que la Organización Mundial de Comercio (OMC) adquiriera nuevos poderes sobre el destino del planeta, y nuestro continente se despertó sin la calamidad de un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), como lo tenían planeado y nos pretendían imponer las grandes corporaciones trasnacionales, el gobierno de Estados Unidos y sus gobiernos subordinados en la región. Quizás no se ha valorado lo suficiente el significado de este traspiés para los planes imperiales y el que se haya podido detener, al menos por ahora, estas verdaderas amenazas para nuestros pueblos. Esto ha sido posible por la emergencia en la región de gobiernos que se distancian de la hegemonía norteamericana y, sobre todo, porque estos mismos se deben a la creciente resistencia y el impulso del movimiento social que se extiende incontenible por el continente". Esto es lo que establecieron, en la Declaración Final, los/as participantes de los diversos países del continente que se dieron cita en La Habana, del 27 al 30 de abril, para celebrar la cuarta edición del Encuentro Hemisférico de Lucha Contra el ALCA. Convocado con la finalidad de evaluar el estado de la situación y definir las acciones futuras, tanto de conjunto como sectoriales (trabajadores, campesinos e indígenas, mujeres, juventud,.parlamentarios, juristas, educadores, artistas e intelectuales, entre otros), el evento, si bien destacó esa "primera victoria", lejos estuvo de caer en optimismo ingenuo alguno. Al contrario, reconoció que "la plaga del mal llamado 'libre comercio' -esa divisa de la globalización neoliberal que busca abrir a nuestros países al saqueo indiscriminado y les niega su derecho al desarrollo- se expande por todas partes y en todas las formas que le es posible". Precisando que no se puede cantar una victoria definitiva, pues el ALCA no ha muerto. "Estados Unidos puede intentar revivir ese 'cadáver' en cualquier momento, especialmente si no consigue avanzar sus intereses todo lo que desea en los escenarios globales o bilaterales. Pero aun si lo consiguiese, Estados Unidos no renunciará tan fácilmente a su objetivo estratégico de colocar las piezas del rompecabezas de su dominación en el marco de una sola área hemisférica bajo su hegemonía". "Pero el escenario más grave que enfrentamos -acota- se encuentra actualmente en Centro América, el Caribe y la región andina. Al ver frustrado el proyecto original del ALCA, Estados Unidos giró inmediatamente su estrategia para avanzar por la vía de los hechos en tratados bilaterales o subregionales de libre comercio. La tesis es que si la mayor parte del continente está bajo tratados de libre comercio con Estados Unidos, el advenimiento del ALCA será sólo un trámite, o los países que se resistan queden aislados". A todo lo cual se añade el hecho que, "en América del Norte los gobiernos derechistas pretenden ahora avanzar a un TLC plus. Además, Estados Unidos y sus aliados continúan impulsando proyectos regionales como el Plan Puebla Panamá, el Plan Colombia y la militarización de la Triple Frontera". Dos tareas entrelazadas De cara a estos desafíos, el Encuentro estableció que, sin abandonar las luchas de resistencia, es momento de "pasar cada vez más a proponer y construir desde abajo una visión propia de integración y desarrollo, alternativa al neoliberalismo y el 'libre comercio', que ponga por delante la complementariedad de las naciones antes que la competencia; que ponga por delante los derechos humanos, económicos, sociales, culturales, ambientales y de igualdad de género; que parta de reconocer las desigualdades y asimetrías; que reconozca el derecho de las naciones a proteger y desarrollar sus recursos estratégicos y naturales, las áreas vitales para su sobrevivencia; que haga posible, en fin, otra América más justa, libre y verdaderamente democrática". En esta perspectiva, se convino dar particular importancia a dos tareas que se entrecruzan: la actualización y divulgación de las propuestas formuladas por los movimientos sociales del continente, que se encuentran contenidas en el documento "Alternativas para las Américas" de la Alianza Social Continental (ASC), y la valoración de iniciativas concretas planteadas por algunos gobiernos de la región. En este plano se destacó la recientemente creada Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN), cuyos contenidos y rumbos deben ser discutidos y disputados por los movimientos sociales, "en el sentido de una real contraposición a las pretensiones hegemónicas del gobierno de los Estados Unidos en la región". Asimismo, se hizo referencia a la "reorganización de los nuevos horizontes estratégicos de los procesos en curso, como en el caso del MERCOSUR", ante el cual, "las centrales sindicales y los demás movimientos sociales de la región tienen una agenda que coloca objetivos y metas sociales y propone superar elementos del paradigma conservador sobre el cual fue constituido el MERCOSUR en los años 90`". Pero particular acogida mereció la propuesta de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), en tanto constituye "una amplia agenda alternativa para las negociaciones entre países latinoamericanos y caribeños en clara contraposición con la agenda del ALCA y los TLCs. Para los movimientos sociales del continente, la iniciativa del ALBA se destaca en ese contexto por su método, por su agenda y por las posibilidades de su aplicación inmediata". Al respecto se subrayaron varios puntos positivos, tales como: • El hecho de contener y reflejar en su formulación, varias de las propuestas elaboradas por los movimientos sociales. • Su puesta en marcha de manera práctica, plasmada ya en acuerdos con impactos inmediatos, tratándose no sólo de una agenda de aumento del comercio de mercancías, sino de búsqueda de complementariedades, de relaciones directas entre las economías nacionales sin la "intermediación" de las grandes multinacionales del comercio mundial, abriendo la posibilidad de intercambios sin el uso de divisas internacionales. • A partir de algunos principios generales, posee una agenda abierta al diálogo y a la construcción conjunta con gobiernos nacionales, locales, con comunidades y con los movimientos sociales, proponiendo acciones concretas para enfrentar y solucionar problemas sociales en áreas como la salud, la lucha contra el analfabetismo, una nueva estrategia energética (Petrosur) y contra el monopolio absoluto y privado de los medios de comunicación masivos (Telesur). Toda vez, se precisó que el hecho de apoyar públicamente y estimular el debate sobre temas como el ALBA, "no anula la necesidad estratégica de que los movimientos sociales mantengan su autonomía política y de formulación de propuestas, no confundiendo esto con 'neutralidad' en las disputas en curso, especialmente en estos momentos cuando se desarrollan en la región esfuerzos concretos de contra-hegemonía frente a las iniciativas del gobierno Bush". Objetivos Para orientar las acciones fijadas para el período inmediato, la cita de La Habana señaló seis objetivos centrales. El primero apunta a profundizar la lucha contra el ALCA a través de tres ejes: impedir cualquier tipo de avance en las negociaciones del ALCA hasta su eliminación definitiva; fortalecer las luchas y campañas contra los acuerdos bilaterales, poniendo énfasis en el TLC Centroamérica/República Dominicana y Estados Unidos y el TLC de los Países Andinos/Estados Unidos; y continuar la lucha para revertir el TLCAN y evitar la aprobación de un TLCAN plus. El segundo se refiere a dar destaque al tema de la lucha contra la OMC en las agendas de los movimientos, redes y campañas, para evitar el avance de las negociaciones en curso (Miniministeriales, G-20 y otras) y desmontar la agenda corporativa de la OMC (Hong Kong, diciembre 2005). En tercer lugar establece dar visibilidad al tema de los Acuerdos de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación con la Unión Europea, que ya incluyen tratados de libre comercio con México y Chile, y que ahora impulsan negociaciones con MERCOSUR, la Región Andina y Centroamérica. También se propone mantener como campaña los ejes de lucha y movilización referidos a los temas de: deuda externa, militarización, privatizaciones de bienes y servicios públicos, considerando el papel que tienen en estos temas las Instituciones Financieras Internacionales (IFI). Asimismo, se compromete a fortalecer los procesos de discusión y construcción de alternativas partiendo del documento de "Alternativas para las Américas" de la ASC, así como los eventos de carácter regional o continental, que contribuyan a la integración de los pueblos, es decir CSN, MERCOSUR, etc. Y, finalmente, establece promover las ideas contenidas en la iniciativa del ALBA. El evento concluyó con la convocatoria a la Tercera Cumbre de los Pueblos de América, a realizarse en la primera semana de noviembre en Mar del Plata, Argentina, en paralelo a la IV Cumbre de las Américas; al IV Foro Social Mundial y II Foro Social de las Américas a celebrarse en Caracas, Venezuela, del 25 al 29 de enero 2006; y al V Encuentro Hemisférico Contra el ALCA, el Libre Comercio y por la Integración de los Pueblos, que tendrá lugar en La Habana, del 27 al 30 de junio de 2006.
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