Carta a George W. Bush

23/07/2006
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Gerona, Julio 24 del 2006 A: George W. Bush
Presidente de los EEUU De: Rev. Ramón M. Benito Ebanks
Obispo presidente
IECLC Ref.: Respuesta del Obispado de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en Cuba a las declaraciones del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Señor presidente George W. Bush, después de conocer oficialmente de su informe que fue aprobado el pasado 10 de julio del año en curso, donde afirma en el mismo que va a apretar las regulaciones para exportaciones de artículos humanitarios con el fin de asegurar que el Consejo de Iglesias de Cuba no sea nuestro representante ante Iglesias hermanas de los Estados Unidos. Esa posición de usted y de su administración llama la atención, ¿por qué se continúa hostigando a nuestro pueblo violando los más elementales derechos internacionales? ¿qué pretende usted con esa medida, Señor Bush, acaso es marginal a nuestro Consejo de Iglesias de Cuba para reforzar entonces a sus grupos misioneros que se hacen pasar como cristianos para servirle como cabeza de playa a sus pretendidas ambiciones de expansionismo imperial? Ante esa situación creada por usted y su administración guerrerista me di a la tarea de buscar la palabra idónea a su actitud en la propia Palabra de Dios y encontré la palabra homicida ya que usted en nombre de Dios ha expresado: “ Dios me dijo que atacara a Al Qaeda y los ataqué, y entonces El me dio instrucciones para atacar a Sadam y lo hice”. Señor Bush, me da tremenda pena por usted que no acaba de entender la Palabra de Dios, medite un poco en la propia Palabra de Dios. 1. 1 Ti 1.9 “conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,” 2. Jn 8.44 “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira” ; 3. Ap 21.8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”. Señor Bush, mi carta no está hecha con el objetivo ni de ofenderlo y mucho menos de humillarlo, pero si aclararle de que nuestra Iglesia es miembro oficial del Consejo de Iglesias de Cuba con el cual nos encontramos muy bien identificados en toda su política ya sea espiritual como social. De acuerdo a la Palabra de Dios, usted no ha sido la persona que Dios ha escogido para llevar la paz a los pueblos, no señor Bush; si hasta este momento nadie le ha dicho apóstata, sea su calificativo a partir de este momento. Usted ha negado la fe cristiana desde el momento en que se ha hecho el propósito de dominar el mundo masacrando y saqueando pueblos enteros como Afganistán, Irak y como aliado de su imperio, Israel masacrando al pueblo Palestino y al Líbano y por otra parte usted amenazando a Corea del Norte, Iran, Venezuela, Bolivia y a nuestra amada y siempre querida Cuba. Señor presidente Bush, es bueno llevar en la mente la historia universal y lo que muchos hombres han expresado en su tiempo. Recuerde al Senador Robert Kennyde cuando en los años 1960 después de su recorrido por la América Latina, expresó en el Congreso de Estados Unidos que en América se estaba gestando una Revolución, que dependía mucho de los Estados Unidos, que ésta fuera pacífica o violenta, que para lograr una Revolución pacífica donde todos pudiéramos beneficiarnos, los ricos deberían ser menos ricos y los pobres menos pobres. También, señor presidente Bush, hubieron palabras que la historia recoge y estas son del Comandante de la Revolución Cubana, Ernesto Che Guevara que en su momento expresó de que en América habrían uno, dos, tres y muchos Viet Nam. Hoy estas inmortales palabras han tomado cuerpo ¿y usted sabe por qué, señor presidente?, porque los pueblos se han cansado de ser expoliados, se han cansado de ser objetos y ya quieren ser sujetos. Señor presidente, si usted fuera inteligente dejara a un lado la política de rapiña y se sumara al sentir de los pueblos y entonces si podría pasar a la historia como un verdadero cristiano que obedece la Palabra de Dios cumpliendo con lo que nos dice el Evangelio según San Mateo 25:31-46 “El Juicio de las Naciones”. En esta oportunidad, señor presidente le voy a expresar por convicción que nuestro pueblo ama mucho a su pueblo pero no así a la política imperial que sus gobiernos de turno ya sea Demócrata o Republicano quieran imponer al mundo. Somos un pueblo de paz y exigimos la paz y esa se logra cuando todos tengamos las mismas oportunidades en la educación y en el campo de la salud, dos verdaderas fuentes de vida para el hombre y para la mujer. Por último quiero expresarle también por convicción, de que sabremos defender al precio que sea necesario los logros que a través de la Revolución Cubana y también de la Revolución Venezolana los pueblos de nuestra América han alcanzado. Recuerde siempre estas, mis palabras, señor presidente, aún no conozco en la historia universal, imperio alguno que haya prevalecido ante tanta barbarie y genocidio y el de usted, señor presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, no será la excepción. Más temprano que tarde los pueblos conquistarán la paz y como mandato divino sabremos vivir como hermanos respetándonos nuestra propia forma de pensar pero si trabajando por el bienestar de la humanidad. En nombre de mi Iglesia y del Cuerpo Eclesiástico Episcopal y su Obispado, hablo. Que la Paz de Dios more siempre en todo buen corazón y que éste eche fuera toda maldad y ambiciones materiales que matan la esperanza de los pueblos de alcanzar la plena libertad en Cristo nuestro Señor y Salvador de todos. Amén. Rev. Ramón M. Benito Ebanks,
Obispo presidente C/c.
Mr. Alberto González
Fiscal General de Estados Unidos Opiniones a la Casa Blanca
 Centro Carter
 Amnistía Internacional-Campañas
 Susan Lee, Amnistía Internacional - Rev. Ramón M. Benito Ebanks, es el Obispo presidente de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en Cuba (IECLC)
https://www.alainet.org/es/active/12517

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