Argentina

El poder de un Presidente

31/10/2005
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El domingo 23 de octubre tuvo el sabor de un triunfo contundente largamente apetecido por la pareja presidencial argentina. Tanto Néstor Kirchner como su esposa, la senadora Cristina Fernández, deseaban dar por tierra con aquella imagen de mandatario que llegó con apenas un 23% de los votos al poder, en mayo de 2003. También deseaban romper con todo tipo de especulaciones y padrinazgos, atribuido en aquél momento al presidente de entonces, Eduardo Duhalde, principal contrincante de Kirchner en las filas del Partido Justicialista hasta el domingo 23. Las cifras de esta elección legislativa, por la cual se renovaban el 50% de las bancas en todo el poder legislativo, nacional, provincial y municipal, dejaron en claro que la tarea emprendida por el matrimonio Kirchner dio sus frutos. Durante estos dos años, los analistas políticos no dejaron de mencionar la necesidad que tenía el presidente de construir poder. Las urnas demuestran que dos años le bastaron para ganar el poder dentro de su propio partido, opacando tanto a Carlos Memen como a Eduardo Duhalde, y también para conquistar a una sociedad desilusionada por la "vieja" política. ¿Qué traen de nuevo los Kirchner? Un discurso progresista, de centroizquierda, y una imagen de matrimonio unido por su trabajo y sus ideales, dispuestos a no olvidar las injusticias del pasado, pero también listos a apostar por la construcción de una sociedad moderna, la estabilidad y la bonanza económica. Esto último les favoreció sin lugar a dudas. El crecimiento económico de la Argentina en los últimos dos años es innegable. No sólo se ve en los datos macroeconómicos, sino que se siente en el bolsillo de la clase media, de los productores rurales, de los industriales, y de algunos sectores de las clases trabajadoras que comienzan a acceder al empleo estable. Los más pobres también dieron su voto a los Kirchner, alentados por los planes sociales y la ilusión de ser escuchados por el poder para derrotar definitivamente la pobreza, que todavía alcanza al 44% de la población, y al desempleo endémico, que continúa alto a pesar de la mayor actividad productiva. Las cifras del poder Una de las metas de Néstor Kirchner fue la de derrotar en las urnas a su principal opositor, el ex presidente Eduardo Duhalde. Ambos políticos decidieron disputar el poder en el principal distrito electoral del país, la provincia de Buenos Aires. La contienda estuvo a cargo de sus esposas, Hilda González y Cristina Fernández, mujeres con carácter y trayectoria política propia, que se enfrentaron en las tribunas con pasión y solidez. Hilda "Chiche" Duhalde es diputada nacional y traía en su haber el trabajo con los sectores más desposeídos de la provincia durante los ocho años de gobernación de su marido. Cristina Fernández, nueva en la provincia, tenía tras sí su experiencia como senadora nacional representando a la provincia patagónica de Santa Cruz. En el Senado, su actuación se destacó por su precisión, sus conocimientos y por su juego político. Cristina ganó con el 44% de los votos, contra 19% de Hilda Duhalde. Aunque su esposa igual será senadora por la minoría, la derrota del viejo líder provincial, que venía siendo una de las principales figuras políticas de este distrito desde 1983, cuando los argentinos recuperaron la democracia luego de la dictadura militar, también deja atrás a un Partido Justicialista con símbolos decadentes, como su marcha emblema y las imágenes de Eva Perón vistiendo un modelo de Dior y Juan Perón con uniforme militar. En esta elección el Frente para la Victoria, creado por Kirchner y sus seguidores para diferenciarse del Partido Justicialista, logró el triunfo en los principales distritos, obteniendo mayoría en el Senado de la Nación y alcanzando una bancada de diputados nacionales afines, entre 107 y 117 según el recuento de los votos, que le dará amplias posibilidades para lograr las leyes que desee impulsar. En esta elección, también la fuerza kirchnerista logró arrebatarle a la oposición la mayoría en las cámaras de dos provincias gobernadas por la Unión Cívica Radical, la de Catamarca y Río Negro, esta última en manos radicales desde 1983. Pero perdió en la provincia de Santa Fe, tercera en importancia electoral en el país, donde por primera vez se impone el Partido Socialista, con Hermes Binner, un líder que se perfila con fuerza y cuya tarea en el Senado Nacional será seguida con interés por los sectores más progresistas. Algunas cifras para tener en cuenta ¿Qué ocurrió con la izquierda? ¿Y con los líderes piqueteros? La izquierda hizo un muy pobre papel en los distritos electorales donde anteriormente había logrado alguna representación. Salvo en la ya mencionada provincia de Santa Fe, los partidos y agrupaciones de izquierda no lograron representación. Los líderes piqueteros más renombrados como Castells y su esposa Nina, quien se presentó como candidata a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires, apenas lograron el 0.35% de los votos, mientras que Néstor Pitrola, del Partido Obrero y uno de los piqueteros más fuertes en las marchas de protesta, obtuvo el 1.47% de los votos. Mientras tanto, el piquetero kirchnerista Luis D'Elia, diputado provincial, se jactaba de haber logrado el triunfo de las listas apoyando a Kirchner en el municipio de La Matanza, con casi 2 millones de habitantes, una región clave en el conurbano bonaerense, que rodea a la ciudad de Buenos Aires, donde la pobreza y el desempleo no ceden fácilmente y donde el reparto de planes sociales es clave para contener las protestas populares. Quizá la gran perdedora en esta elección sea Elisa Carrió, más conocida como "Lilita", líder de la Alternativa por una República de Iguales (ARI), quien se proyectaba como ganadora en la ciudad de Buenos Aires. Si bien salió electa como diputada nacional, cargo que había ocupado con anterioridad representando a la provincia del Chaco, un triunfo en la ciudad la hubiera catapultado a la carrera presidencial. Pero no fue así y sus esperanzas para el 2007 se ven opacadas. En esta ciudad de Buenos Aires, centro político del país, ganó un representante de la derecha local, Mauricio Macri, también presidente del club de fútbol Boca Juniors, el más grande del país. Los analistas coinciden en que Macri, con un discurso a favor del orden y de la seguridad, recibió algo menos de votos que en la elección anterior a jefe de gobierno de la ciudad, un 33%, pero logró ganar con su partido Propuesta Republicana (PRO) porque el electorado de centroizquierda, siempre muy fuerte en Buenos Aires, se dividió entre el ARI, de Carrió, y el Frente para la Victoria, de Kirchner, que llevaba como candidato al canciller argentino, Rafael Bielsa, un referente de peso y muy elogiado por su tarea como ministro durante estos dos años. Ambos partidos prácticamente empataron en cifras que rondaron el 22% de los votos cada uno, lo que demuestra que la centroizquierda sigue fuerte en la ciudad. No obstante Macri ya se ve como posible candidato presidencial por un frente de derecha, al que se le uniría un gobernador del sur argentino, Jorge Sobisch, de la provincia de Neuquén, quien también afianzó su poder en estas elecciones. Para los analistas políticos, estas dos figuras más el socialista Hermes Binner son las que habrá que tener en cuenta en futuros desarrollos políticos en el país. Algunos consideran que Macri y Sobisch podrían impulsar una acción conjunta con otros personajes de la derecha argentina (que nunca se reconoce como tal, sino que prefiere llamarse centroderecha), además de justicialistas no adeptos a Kirchner (¿Duhalde quizás?) ¿Y Carlos Menem? Aunque será senador nacional por la minoría, fue derrotado en su propia provincia, e incluso en su propio distrito electoral por el Frente para la Victoria, de Kirchner. Los signos del desgaste físico son visibles en el otrora hombre fuerte del país. Su presencia en el Senado no pasará desapercibida seguramente, pero su fuerza electoral ya está perdida. ¿Seguirán construyendo poder los Kirchner? Pocos lo dudan. Si las cifras de crecimiento económico continúan dando signos positivos en la Argentina, es probable que el matrimonio más famoso del país llegue sin mayores escollos a un 2007 exitoso para ambos. Dafne Sabanes Plou es periodista argentina.
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