Define cambios y medidas para terminar con la desigualdad y la exclusión social heredadas del colonialismo y del neoliberalismo El gobierno boliviano presentó un Plan de Desarrollo Nacional que pretende atender las urgencias sociales y comenzar la erradicación de la pobreza y de toda forma de exclusión y marginación. El Plan se denomina "Bolivia digna, soberana, productiva y democrática". Sus puntos básicos son la estabilidad macroeconómica, y la adopción de políticas institucionales en salud, educación, desarrollo, infraestructura y política exterior. Los pilares productivos serán los hidrocarburos, la minería y la biodiversidad. Combatir la pobreza y la exclusión social El documento presentado por el ministro de Planificación del Desarrollo, Carlos Villegas, define una estrategia para combatir la pobreza que incluye el programa "Comunidades en Acción", que supondrá "una intervención masiva, integral, sostenida en salud, vivienda, agua potable y apoyo a la producción en 80 municipios, principalmente de los departamentos de La Paz, Cochabamba, Oruro y Potosí, donde se concentra el 67 por ciento de la población en pobreza extrema." Para zonas urbanas habrá un programa de "Reciprocidad y Solidaridad", así como programas para jóvenes: "Mi primer empleo" y "Mi empresa", para fomento al desarrollo de iniciativas productivas; y "Bolivia sin hambre", con subsidios para desayunos y almuerzos escolares. Se proyecta instaurar el Seguro Universal de Salud y un programa de Desnutrición Cero. Anticipan la incorporación de la medicina tradicional en el sistema nacional de salud del país. También proyectan un nuevo pacto social para la refundación de la educación pública, la reforma de la educación superior y la alfabetización, mediante el programa "Yo sí puedo" -con apoyo cubano- de 1.2 millones de bolivianos. El objetivo a largo plazo es erradicar la pobreza y toda forma de exclusión, marginación y explotación. Los datos oficiales indican que el 67,30% de los bolivianos son pobres. El plan propone que en el primer quinquenio, la pobreza extrema baje del 35 al 27% y crear 90 mil empleos cada año. Sostiene la necesidad de acentuar la participación estatal en los negocios, y pone a los indígenas y campesinos como principales beneficiarios de la gestión y pide respeto de los demás países y de los inversores externos. La desigualdad una herencia del colonialismo y el neoliberalismo El Plan del gobierno boliviano sostiene que la desigualdad y la exclusión social son producto del colonialismo, y es inherente al patrón primario exportador instaurado a fines del siglo 19 y al neoliberalismo, que debilitó al Estado y supeditó el desarrollo del país a los designios de las organizaciones multilaterales y a los intereses de las empresas transnacionales. Como consecuencia, la discriminación social, económica y política de la mayoría de la población indígena del país aumentó de manera creciente, a la par que creció y se diversificó la exportación primaria y la depredación de los recursos naturales renovables y no renovables. Esta realidad tuvo como consecuencia una alta concentración de la riqueza en un reducido segmento de la población, y la consiguiente ampliación de la desocupación y la pobreza asociada a la exclusión de los medios productivos y deterioro de las condiciones laborales. Por ello, el plan tiene como principal objetivo la supresión de las causas que originan la desigualdad y la exclusión social en el país, lo que significa cambiar el patrón primario exportador y los fundamentos del colonialismo y el neoliberalismo que los sustentan. Es decir, desmontar, no solo los dispositivos económicos, sino también los políticos y culturales, coloniales y neoliberales, erigidos por la cultura dominante que se encuentran diseminados en los intersticios más profundos de la organización del Estado y también en la mente de las personas a través de la práctica social individual en perjuicio de la solidaridad y la complementariedad. En cuanto a los recursos económicos, el Plan Quinquenal prevé una inversión pública en esos primeros cinco años de 6 mil 883 millones de dólares. En lo que hace a la inversión privada, esta prevista una cifra un poco menor, 5 mil 839 millones de dólares. Estos recursos se basarán en minería, hidrocarburos e industria manufacturera. El Plan tiene previsto que las empresas extranjeras puedan invertir en el país, ajustándose a la estrategia nacional de desarrollo y cumpliendo las leyes nacionales. El proyecto expone, con singular sinceridad, que el gobierno dispone por ahora de 300 millones de dólares. En lo económico, el plan apuesta a la presencia estatal en los hidrocarburos, tierras, minería, electricidad y bosques, así como a la generación de empleo, dándole impulso a las manufacturas y a la infraestructura. La nacionalización de los hidrocarburos implicó un incremento de los impuestos a las empresas petroleras; la política de tierras busca recuperar las extensiones improductivas, mientras que en con la política minera se pretende recuperar aquellas concesiones en las que no hubo inversiones. El Plan pretende modificar desde sus raíces la profunda desigualdad social en Bolivia El documento presentado por el ministro de Planificación Carlos Villegas tiene siete capítulos y propone modificar desde sus raíces "la profunda desigualdad social y la inhumana exclusión que oprimen a la mayoría de la población boliviana, particularmente la de origen indígena y busca un nuevo Estado social comunitario, descolonizado y fundado en la multidiversidad". El Plan "tiene su base en las prácticas solidarias ejercitadas por las comunidades urbanas y rurales en la nueva construcción de una nueva forma organizativa nacional". También indica que será expresión "de la diversidad de intereses y aspiraciones de cambio en función del vivir bien, ahora y mañana". El ministro de Planificación para el Desarrollo explicó que el primero de los apartados "Construyendo el Futuro" da cuenta de la nueva concepción del desarrollo boliviano, "del país que nos proponemos construir y de la estrategia para conseguirlo." El segundo capítulo está referido a "Bolivia Democrática", enfocado a la construcción del poder social territorializado. El tercer apartado corresponde a "Bolivia Digna", contiene la propuesta de desarrollo social e implica la resignificación de la concepción de la protección social con la incorporación de activos y el acceso irrestricto a los servicios sociales. El cuarto capítulo "Bolivia Productiva" tiene el propósito de puntualizar la conformación de la matriz productiva integrada por la transformación de los recursos naturales en los sectores estratégicos --en los cuales interviene el Estado como productor-- y la revolución de la producción diversificada e integrada, basada en el trabajo y el conocimiento en los sectores generadores de empleo e ingresos; complementados por la vinculación y articulación productiva de las comunicaciones y el transporte, además de los servicios de financiamiento e innovación tecnológica. El quinto apartado "Bolivia Soberana", es complementario al anterior, pues está referido al cambio en la orientación de las relaciones internacionales y las relaciones económicas externas, en concordancia con los cambios previstos en los sectores productivos. El sexto apartado está referido a los elementos determinantes de la sostenibilidad macroeconómica y sus proyecciones, los cuales inciden en las condiciones institucionales y políticas de largo plazo. Mientras que el séptimo capítulo está referido a la Configuración del desarrollo nacional sobre las necesidades insatisfechas en los municipios, a nivel nacional y la distribución territorial de proyectos. A partir de ahora, se abre un proceso de validación, durante el cual el Plan será presentado y explicado a todos los sectores sociales del país. Los empresarios afirmaron que conocen los lineamientos generales, pero esperan reunirse con el gobierno para clarificar sus alcances. Fuentes utilizadas: propias, Bolpress, Rosa Rojas de La Jornada -México- ; Mery Baca BBC y corresponsales de SERPAL en Bolivia. Fuente: SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa.