Reflexiones sobre la trata con fines de explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes

Trata con fines de explotación sexual comercial

28/05/2006
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Esta problemática - calificada por la Organización Internacional del Trabajo OIT como "la peor forma de trabajo" y un fenómeno moderno de esclavitud infantil de dimensiones crecientes representa una dinámica humana que se engendra y posibilita en una compleja red de problemas socioeconómicos, antropológicos, psicológicos, políticos, laborales, éticos y legales, enraizados en la problemática estructural del país; que se justifica maliciosamente en una cultura machista, sus correspondientes concepciones de la masculinidad y sus supuestos derechos "naturales" sobre las niñas y las mujeres, lo cual es tolerado por amplios sectores de la sociedad guatemalteca en una doble moral de condena y complicidad. El protocolo de Naciones Unidas para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente mujeres y niños, define por trata de personas la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. En el caso de las niñas y niños, no se necesitan que existan ningún medio para que exista trata: la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de una niña o niño con fines de explotación se considera trata de personas incluso cuando no se recurra a ninguno de los medios enunciados anteriormente. En tal caso, el consentimiento de las niñas y niños no es válido aún ante la ausencia de estos. Lo cual quiere decir que cualquier caso que involucre niñas, niños y adolescentes deberá ser considerado como trata. La explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes es; La utilización de las personas menores de 18 años de edad en actividades sexuales, eróticas o pornográficas para la satisfacción de los intereses y/o deseos de una persona o grupo de personas a cambio de un pago o promesa de un pago económico, en especie o de cualquier otro tipo de regalía para las personas menores de edad o para una tercera persona. En este caso las niñas, niños y adolescentes son tratadas como objetos sexuales y como mercancías. Constituye una violación muy severa de los derechos humanos, implica una forma de abuso sexual, es una actividad generadora de ingresos (dinero y/o en especie), forzada y dañina para la víctima o terceros, es una forma de coerción y violencia equivalente al trabajo forzoso y constituye una forma contemporánea de esclavitud. En una relación de explotación no hay igualdad, porque uno de los participantes tiene el poder de la edad, la fuerza corporal o el dinero por medio del cual somete a sus víctimas. La explotación sexual comercial asume diversas formas, pueden ser, actividades sexuales remuneradas, la venta de niñas, niños y adolescentes - intra país o internacional - con propósitos de carácter sexual, la utilización de personas menores de edad en pornografía en espectáculos públicos o privados de carácter sexual y turismo sexual. En la sociedad guatemalteca puede observarse una relación, primordialmente, con las siguientes dinámicas psicosociales generadoras: Si bien la pobreza explica la vulnerabilidad, también esta predispone a lo ilícito, cuando se le suman otros factores como una familia desintegrada, situaciones de abuso y/o maltrato dentro de la familia, doble moral en el sentido de que en donde se debe marcar la norma y la ley, es en donde se agrede, se viola o se abusa, se consciente el incesto, se instiga a las hijas al comercio sexual, se le responsabiliza por la sobrevivencia de la familia, se les abandona a la calle. Los fenómenos psicosociales en la población vulnerable incluyen altos niveles de violencia intrafamiliar y alcoholismo, drogadicción, ausencia de padres y otros adultos del grupo familiar por estar radicados en EE.UU. y explotación laboral de los niños, familias con descendencia numerosa, bajos niveles educacionales en las menores Por tanto, en gran medida son los problemas familiares, una cultura familiar las que contribuyen a que las menores incrementen su situación de vulnerabilidad social. Dada la situación de vulnerabilidad, entran en la escena otros actores sociales que van desde informantes, polleros o coyotes, camioneros, taxistas, tricicleros, proxenetas, dueños de hoteles, bares y centros nocturnos, empresas turisticas, productores y distribuidores de material pornográfico y en muchos casos amistades, maestros de escuela o familiares que, aprovechando su proximidad a las niñas, propician su salida de la casa, estimuladas por falsas promesas de trabajo bien remunerado y fácil, la migración hacia EE.UU. con fines de alcanzar el sueño americano, para que, a muy corto plazo, caigan o sean entregadas en manos de proxenetas, en bares, prostíbulos, barras show, etc., para subsistir en la red de tráfico y trata de menores de edad. A este amplio grupo se suman para conformar la red de explotadores, algunos funcionarios corruptos, miembros de la policía, migración, justicia, entre otros. Esto implica que los valores que deberían observase en nuestra sociedad con relación a la niñez y adolescencia, han perdido vigencia. Por tanto, para erradicar esta lacra social, será necesario un trabajo sistemático e intenso de creación y ponderación de la cultura de la familia y del trabajo. Para consolidar el cuadro de vulnerabilidad social, asociados al mismo se observan fenómenos culturales, en los que una concepción de sexualidad machista propicia la demanda especial de menores, basada en la creencia de que los hombres necesitan tener relaciones sexuales con mas frecuencia que las mujeres, como "tendencia natural", por lo que buscan contactos sexuales promiscua y constantemente, lo que justifica la demanda del comercio sexual. Además, enraizados en el imaginario machista dominan pensamientos como que sostener relaciones sexuales con niñas permite más satisfacción por ser vírgenes o tener poca experiencia sexual, ser dóciles a las exigencias del cliente, ofrecer menor riesgo de contraer una ITS y/o VIH Sida, transmitir juventud y virilidad -si se trata de hombres mayores- y, por supuesto invisibilidad del cliente y de la menor, puesto que se da en circunstancias clandestinas o veladas. En todos los casos, el enganchador aprovecha la precaria situación socioeconómica de la familia o las menores, para ofrecerse como tutor en el supuesto trabajo, para luego propiciar la trata o tráfico con el proxeneta. Este personaje es el encargado de ubicarlas en los lugares donde serán explotadas, propiciar su permanencia, vivienda, vestido, clientela, es decir, se encarga de solventar las necesidades de las menores, configurando a corto plazo una situación de dependencia económica por deuda, en virtud de la cual las menores se sienten comprometidas a permanecer en el negocio, ya que difícilmente pueden pagarla. La condición de pobreza extrema en las menores afectadas por la problemática, reflejada en la carencia de satisfactores básicos para la sobrevivencia digna de ellas mismas y de sus grupos familiares, acentuadas por la falta de empleo o por la presencia de sub-empleo de los padres, que minimiza su capacidad adquisitiva y que, a corto plazo, define a las menores como "opciones" de solución inmediata a la problemática económica. Sumada a la condición de extrema pobreza y por lo tanto necesidad extrema, se encuentra la ausencia educacional, que propicia la irresponsabilidad en la crianza y definición del valor de las niñas y niños dentro de la familia y de la sociedad, convirtiéndolos en fuerza de trabajo a temprana edad, con el consentimiento implícito de la sociedad. La falta o pérdida de valores familiares y de concepciones de protección hacia a los niños, cuya ausencia los coloca en situación de vulnerabilidad. También dentro de la familia, la falta de desarrollo de autoestima en los niños y en las mujeres, con sus consiguientes efectos en el descuido y venta con fines de comercio sexual. Además la permanencia de la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes, se da por la "demanda" de este tipo de servicios, al punto que puede considerarse fundamental para su existencia y proliferación. Necesariamente este factor se asocia a las variables de la concepción patriarcal y machista de la sexualidad en la población masculina que hace uso de estos servicios. Además, del imaginario relacionado con la supuesta virginidad y otras características como pureza, docilidad, delicadeza que se concede a las menores. Importante es resaltar una variable por demás "conveniente" a este tipo de comercio sexual: La clandestinidad, que otorga invisibilidad a clientes y menores en el desarrollo de este fenómeno social. La ausencia de políticas públicas contra la trata de menores, los vacíos legales e inaplicabilidad de la legislación existente, y en general el débil papel del Estado en el tema contribuyen a la impunidad de los traficantes, explotadores e intermediarios y dejan a las víctimas sin sistemas de protección y sin los servicios necesarios para su rehabilitación e integración a la sociedad. La falta de políticas integradas a atención a la niñez y juventud, así como, la falta de programas de salud mental y sexual en casi todos los sectores de la sociedad guatemalteca, propician que la población masculina con diversa problemática sexual, abuse de la vulnerabilidad de las menores y que el resto de la población vea con indiferencia y hasta censure el drama existencial de las víctimas de explotación sexual comercial. La explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes debe considerarse una violación a sus derechos humanos fundamentales y un factor que a todas luces incide de manera negativa en el desarrollo del niño, niña y adolescente. - Lic. Carlos Alberto Carrera, Área de Estudios Sociourbanos, AVANCSO www.avancso.org.gt. Para el programa Buenos Días.
https://www.alainet.org/es/active/11718
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS