Elecciones en Perú:

Ninguno de los dos candidatos convence

01/06/2006
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“Si gana Alan García va a significar el continuismo de Toledo, si Ollanta llega al poder no hay claridad sobre lo que pueda hacer (…) El cumplimiento de las grandes demandas del pueblo y el cambio del modelo no se van a dar. Pero para el movimiento social, gane quien gane, ésta será una oportunidad para enfrentar la situación de manera unitaria, superando el fraccionamiento y apuntando a construir un movimiento político propio, con pensamiento y propuesta propia”. Esta, es en síntesis, el planteamiento de Miguel Palacín Quispe, presidente de la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería, frente a la coyuntura que vive el Perú. Palacín representa a uno de los denominados nuevos movimientos sociales surgidos para afrontar problemas específicos como la minería, las privatizaciones o los temas étnicos o de género. En entrevista mantenida con ALAI, el dirigente social se refiere a las dificultades y a las perspectivas de reconstruir el tejido social que fue duramente golpeado en los últimos años, camino en el cual la emergencia de los movimientos indígenas de Ecuador y Bolivia, así como la experiencia zapatista, constituyen importantes alicientes. - ¿Miguel, en primer lugar quisiéramos que nos haga una lectura de cómo ve los resultados de la primera vuelta electoral? En principio, el proceso de construir un Estado democrático en Perú, después de haber salido de la dictadura de Fujimori, el proceso de transición, todavía no está consolidado. Tenemos una enorme dispersión de partidos políticos que se presentaron a elecciones (más de 22), de todas las tendencias, y en algún momento muchos de ellos podrían peligrar su existencia, pues se fijó una valla del 4% y producto de ello solo 4 partidos van a tener representación en el parlamento. El partido actual de gobierno no tiene ninguna representación parlamentaria, queda anulado. Entonces aparece la figura, por un lado de la derecha, Lourdes Flores que encarnaba la propuesta neoliberal y en algún momento se quiso imponer con una propuesta asistencialista y populista. Pero en el camino, apareció Ollanta Humala, como una nueva alternativa que el pueblo peruano está buscando, ha encarnado y sobre todo ha acogido las demandas de las organizaciones y movimientos sociales en diversos temas: empleo, políticas de Estado en el tratamiento de las multinacionales, el tema de Asamblea Constituyente, contratos de estabilidad tributaria con las multinacionales, etc. Encarnó bien estas demandas y producto de ello acumuló un grueso de electores tras él. Al término de la primera vuelta, Alan García –que tiene ya una experiencia de participar en elecciones y además representa al único partido organizado en el Perú- logró ganar por 70 000 votos a Lourdes Flores. Sin embargo, se nota un desánimo en el electorado nacional por lo que se conoce la administración de Alan García, muy cuestionada, y hasta hoy se recuerda las largas colas que teníamos, la hiperinflación y la corrupción que se institucionalizó mucho más en su período. Por otro lado, Ollanta, si bien reflejaba la demanda emergente de los movimientos sociales también ha ido modificando su discurso producto de los ataques que ha recibido de los grupos económicos a través de los medios de comunicación. Entonces no hay mucho espíritu para ir con mucho calor en esta contienda electoral y la campaña ha ido abajo y a dimes y diretes, a ataques personales, y la propuesta política no está reflejada, entonces en esta segunda vuelta existe ese síntoma, sin embargo Alan García ha acumulado la idea de que entre dos candidatos malos es el que podría salvar. Mucha gente, las encuestadoras y los medios de comunicación dicen: - no creo que se equivoque dos veces Alan García y le están dando, si se quiere, la opción de que puede ser una alternativa. Las últimas encuestas dan un 51% a Alan García y Ollanta de lo que sacó 30% solo ha subido un 5% y todavía hay un grueso de personas que todavía no han decidido. - ¿Qué implicaciones tendrá para los movimientos sociales el hecho de que, en el nuevo escenario político, éstos no van a tener canales de expresión ni van a estar presentes en el Parlamento ni mucho menos en la política oficial, y sin embargo están marcando la agenda política?¿Cómo ven esto en perspectiva, al margen de quien sea el triunfador? Nosotros, desde la óptica del movimiento social, entendemos que la solución a las grandes demandas que tenemos y sobre todo en el cambio del modelo económico, etc. no vemos que en este período se pueda dar, producto de que si Alan García es el presidente va a significar el continuismo de Toledo; y si Ollanta llega, realmente es un partido que no tiene la experiencia ni las capacidades, y tiene mucha gente técnica que ha recogido de muchos partidos políticos y cuyos discursos a veces dicen hoy una cosa y mañana la están rectificando ellos mismos, entonces no hay una claridad. Y del lado del movimiento social, la representación política de los partidos de izquierda, actualmente ha sido borrada, no hay ninguna representación política de izquierda. Sin embargo, está un tercio de la población del país que está buscando cambios y una alternativa distinta, y no desde ahora sino desde la época de Fujimori, quien quería un cambio eligió a Fujimori y luego de la caída de Fujimori buscó el cambio con Toledo. Entonces, para nosotros, esta es una oportunidad de ir a enfrentar esta situación pero de manera unitaria, el tejido social de las organizaciones del país todavía no ha terminado de recomponerse, todavía seguimos con los problemas anteriores, del terrorismo, de la dictadura y producto mismo de que hay mucho fraccionamiento y carencia de liderazgos en las organizaciones. ¿Y quién marca la pauta? La pauta la marcan ya no las organizaciones con experiencia antigua, que ya no tienen la trascendencia que han tenido, son los nuevos movimientos sociales que marcan la pauta, por ejemplo hay muchos frentes de defensa y son muy protagonistas en las regiones, son las nuevas organizaciones que creemos que debemos seguir más allá, pero de manera unitaria. Entonces pasan dos cosas: si es elegido Alan García, nos va a obligar a enfrentarle de manera unitaria, y lo otro es que las agendas que estábamos manejando no vamos a lograr cambiar en corto tiempo, eso nos va a obligar a que nuestra lucha vaya más allá. Tenemos que construir alianzas con otras organizaciones, con movimientos, con medios de comunicación, con ONGs, con la iglesia, etc. para ir enfrentando este asunto, producto mismo de que Toledo deja al país con criminalización de la lucha, con mucha dirigencia de organizaciones perseguida. El país está buscando un camino diferente, sean o no sean de los movimientos sociales, y si realmente Alan García no da los cambios que pide el país, yo considero que estamos en un camino incluso de desconocer el gobierno. Porque esto ya se habló en la época de Toledo y fueron los partidos los que protegieron y permitieron que llegue al final, y ahora están buscando un nuevo líder político que no se concretó. Ahora, si es Alan García probablemente nos junta pero para ir a la insurgencia, ese es uno de los temas que podría salir, pero una insurgencia democrática desde las propias organizaciones. - ¿Y en caso que sea Humala? Humala igual, ha ofrecido una reforma a la Constitución, revisión de los contratos de estabilidad tributaria, nacionalizar los recursos naturales, y sobre todo mayores niveles de participación de las organizaciones. En el tema de la coca dijo que la va a legalizar. Si estos temas no los lleva a la realidad, somos las mismas organizaciones que le vamos a exigir, y si no lo hace igual vamos a ir a la exigencia... - Pero la diferencia estaría que con Humala hay un buen sector de base social organizada... El APRA tiene un partido organizado, ellos van a copar los espacios. Lo otro es que Ollanta no tiene un partido organizado, pero si hay organizaciones que están apoyando, pero él no cree mucho en las organizaciones, si en algún momento las tensiones crecen mucho con Humala, nosotros sospechamos que él cree mucho en el ejército, porque es un militar y sería la única institución que en algún momento lograría pedir apoyo, pero en las organizaciones... - Pero y la tentación de crear organizaciones paralelas, porque detrás de Humala hay gente que proviene de SINAMOS… Probablemente porque él venía diciendo en varias ocasiones que admiraba las políticas hechas por Juan Velasco Alvarado, y que Juan Velasco había creado en su época organizaciones paralelas para controlar. Y probablemente podría intentar de igual manera hacerlas, porque hasta el momento no ha suscrito compromisos ni otro tipo de acuerdos con las organizaciones, salvo, con el movimiento cocalero que ha sido parte fundadora de su partido. - Usted dice que el tejido social en el Fujimorismo fue terriblemente afectado, está en un proceso de reconstitución, las organizaciones tradicionales como que se han agotado y no hay el replanteamiento del caso, y menciona también la aparición de nuevas expresiones sociales que estarían contribuyendo a potenciar el tejido social. Brevemente ¿cómo podrías describir ese mapa de movimientos sociales organizados? En el Perú es el terrorismo que diezmó a los líderes de las organizaciones, luego la dictadura de Fujimori desapareció a todos los sindicatos y cooptó algunos líderes y a otros simplemente desapareció. Y a partir de los 90, han surgido nuevas organizaciones, nuevos movimientos sociales, y el problema también es que algunas organizaciones se habían politizado y eran solo cúpulas que se habían olvidado del trabajo de base. Con el surgimiento de las nuevas organizaciones en los 90 se forman muchos frentes de defensa para afrontar problemas específicos: minería, privatizaciones, algunas concesiones, temas muy puntuales. Eso ha hecho que aparezcan estas organizaciones pero cada vez más poniéndole pensamiento, propuesta política, que ha ido madurando. Entonces eso surge en el escenario incluso muy lejos de la Confederación General de Trabajadores (CGT), que fue el gremio de gremios, muy distante a eso, de hecho las medidas que tuvo la CGT nunca tuvieron en estos tiempos contundencia. Pero muchos trabajos en las regiones tuvieron enormes contundencias. Ahora esos procesos están en la tarea de unificarse, yo creo que si ahora no se cumple es porque estamos en una época electoral. En el caso nuestro, nosotros trabajamos con comunidades y poblaciones que tienen problemas con la industria minera, casi ocupamos el mismo espacio de dos organizaciones nacionales que tienen mucha trascendencia que son CCP y CNA , y en algún momento hasta nos miraron mal , con una serie de trabajos en contra nuestra. En los actuales momentos ya no es así, hemos tenido que reconocer que ambos somos importantes, nos hemos juntado, tenemos muchos trabajos en común y hemos hablado incluso de constituir una organización que junte a todos y allí se han sumado algunas organizaciones de la amazonía. Eso es todo un proceso que se está dando, muy interesante, y yo creo que también los sindicatos y otras organizaciones tendrán que hacer eso. - ¿Qué expresa la constitución de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Perú? Pasan por dos cosas: uno, todavía el tema campesino ha estado muy idealizado, no se ha querido reconocer que éramos pueblos indígenas, pero ese proceso ha ido yendo en este trabajo de intercambio de experiencias con Ecuador, con Bolivia, y la visibilización en el continente de la lucha de Ecuador, de los zapatistas, la emergencia del movimiento indígena en Bolivia, entonces ha permitido dar una mirada que era la alternativa y con el trabajo nuestro y de otras organizaciones de la amazonía ha significado ir poniendo ahí. En algunas ocasiones nos hemos juntado como por ejemplo en la Coordinadora Permanente de los Pueblos Indígenas, todavía débil, esto ha significado que muchas organizaciones pequeñas cuestionen los mecanismos que se han dado. Eso ya es diferente ahora, se ha madurado bastante en el tema y dijeron que si ya tenemos eso, hay que fortalecer y estemos todos en ese lado. Hemos trabajado un proyecto político nosotros, unimos la agenda de la amazonía, las agendas de algunas organizaciones y terminamos el proyecto político, y algunos que no han trabajado el tema de pueblos indígenas al ver lo que están las demandas, la han suscrito, es decir se han apropiado de este proyecto. - ¿Y qué posibilidad existe de que esta articulación indígena camine? Yo creo que muy aceleradamente, nosotros en 15 días armamos un foro con los candidatos presidenciales, para decirles que la agenda indígena no estaba visibilizada, que no nos tomaban en cuenta. Hemos hecho el foro muy rapidísimo, con todos, han venido todos. El tema es que los candidatos no han venido, han enviado representantes y con ellos hemos discutido, pero ya no ha habido el entusiasmo de cuando dijeron que iban a venir los candidatos para debatir, para intercambiar. Al final del evento, se dio una discusión nuestra y se dijo que para la clase política todavía estamos invisibles y que el gran tema es tener nuestro movimiento propio, con pensamiento y propuesta propia. Y para noviembre que son las elecciones regionales y municipales, ellas pueden significar que el movimiento indígena se visibilice en algunos lados.
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