USAID en Bolivia

13/05/2013
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

 

Se desató una fuerte controversia a raíz de la expulsión de USAID en Bolivia el 1 de mayo pasado por el gobierno. Mientras para los voceros gubernamentales USAID desarrollaría actividades de carácter político e incluso conspirativas, para diversos comentaristas de la prensa esta institución sería una agencia no gubernamental como cualquier otra que presta apoyo a las poblaciones pobres y necesitadas en servicios de salud, educación y otros.
 
Hace algunos años (2008), a causa de una controversia pública similar a la reciente, varios intelectuales y académicos estadounidenses enviaron una carta al gobierno de Estados Unidos solicitando información sobre las verdaderas actividades de esta agencia en Bolivia y sobre las instituciones beneficiadas con su financiamiento. Curiosamente y contra todo precedente, el gobierno de ese país no respondió a la solicitud, lo que despertó mayores dudas en la opinión pública internacional sobre las verdaderas actividades de esta agencia. ¿A qué se dedica esta agencia?
 
Según su página WEB esta agencia tendría por objetivo “trabajar junto al gobierno de Bolivia, la sociedad civil y la población boliviana para apoyar un desarrollo de base ancha, equitativo y sostenible… a través de acuerdos y programas ejecutados por organizaciones no gubernamentales, el sector privado y la sociedad civil”. Los programas de USAID estarían orientados “a respaldar al Plan Nacional de Desarrollo (del gobierno) y a dar respuesta a temas claves como la pobreza y la exclusión social, enfocando la cooperación hacia la población periurbana y rural del país”. De acuerdo con esta presentación, la agencia sería en efecto como cualquier otra ONG preocupada por la pobreza y, sería además, la más firme aliada del gobierno, comprometida con sus principales principios y documentos.
 
Desarrollo o contrainsurgencia
 
Para disipar este misterio y profundizar en este asunto, es necesario consultar otras fuentes especializadas en estos temas. Según el periodista Raúl Zibechi (La Jornada, México 23/11/2007), después de los atentados de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, el gobierno de Estados Unidos decidió incorporar a USAID en la estrategia de lucha contra el terrorismo en el mundo. Con este objetivo, el gobierno de Estados Unidos decidió integrar las funciones del “desarrollo” a las funciones tradicionales de “defensa” y de “diplomacia” que hasta entonces no se encontraban estrechamente ligadas. Para la nueva estrategia militar la tarea de la “cooperación al desarrollo” tiene el propósito de fortalecer la “actividad de defensa” y de “reducir las amenazas de largo plazo a la seguridad nacional, al ayudar a fortalecer sociedades estables, prósperas y pacíficas”.
 
Según esta filosofía, el objetivo de la cooperación a los países en desarrollo y a Bolivia, sería “fortalecer una gobernabilidad efectiva y legítima, instrumentos clave para tratar con la contrainsurgencia.” La ayuda que proporciona USAID debe, por consiguiente, concentrarse en “poblaciones y regiones consideradas de alto riesgo”. Se puede concluir entonces que USAID constituye en realidad un órgano del ejército de Estados Unidos que desarrolla en el país funciones de carácter político y militar. El tema de la “contrainsurgencia” sería el objetivo principal de la cooperación y no tanto el desarrollo económico y social de las poblaciones pobres.
 
Los objetivos se dirigirían, por consiguiente, a prevenir, neutralizar e incluso a eliminar los factores que podrían ser considerados como adversos a los intereses estratégicos de Estados Unidos.
 
Siguiendo esta lógica, el gobierno boliviano, con su objetivo de alcanzar una revolución democrática y cultural y desarrollar una sociedad plurinacional independiente y soberana, puede ser considerado “insurgente”, y ser objeto de acciones que contrarresten sus actividades. No otra cosa podría significar la expresión de que USAID debe “fortalecer una gobernabilidad efectiva y legítima, instrumentos clave para tratar con la contrainsurgencia.”
 
El Comando Unificado Militar
 
Surge ahora el interrogante sobre la estrategia concreta o el modus operandi de la agencia en el país, sobre los sectores donde opera y sobre sus beneficiarios. La agencia opera mediante “acuerdos bilaterales” con el gobierno nacional y mediante “acuerdos unilaterales” con organizaciones no gubernamentales, con sectores civiles y grupos empresariales.
 
La agencia opera “oficialmente” con el gobierno nacional, en base a convenios aprobados y conocidos públicamente, y “extraoficialmente” con diferentes organizaciones privadas nacionales o extranjeras. La mayor parte de su financiamiento va en realidad a sus programas extraoficiales. Muchas de las organizaciones privadas, de origen estadounidense, absorben la mayor parte de su presupuesto. 
 
USAID ejecuta sus programas de “contrainsurgencia” mediante una constelación de cientos de ONG y de organizaciones privadas en diversos sectores sociales, económicos y regiones del país, en particular en los sectores campesinos, en El Alto y en las gobernaciones departamentales, sobre todo con las del oriente. Decenas de ONG, con nombres diferentes a los de USAID, dispersas en todo el país, y cientos e incluso miles de profesionales y empleados ejecutan los programas de USAID. El trabajo se caracteriza, sin embargo, por ser mimetizado, lo que impide distinguir a primera vista el carácter de “contrainsurgencia” o de “desarrollo” que realizan.
 
Según Raúl Zibechi (La Jornada, México, 16/10/2008), las organizaciones que trabajan con USAID “no deben aparecer como tales, deben tener más bien otra apariencia, aunque todas dependientes de un “comando unificado militar”. Esta estructura, refiriéndose a la actividad de USAID en los países en desarrollo, estaría expresada según Zibechi, con el siguiente interrogante en la revista Military Review: “¿Cómo se conforma una estructura que es un comando unificado militar, pero que necesita incorporar la suficiente participación civil y además no parecer que toma el control de estas agencias y autoridades?”
 
La Paz, 09 mayo 2013. 
 
Bernardo Corro Barrientos es antropólogo y economista
https://www.alainet.org/en/node/76046
Subscribe to America Latina en Movimiento - RSS