Victoriano Lorenzo Troya fue el primer mártir del Canal de Panamá, un cholo, indígena y campesino de la provincia  de Coclé, Panamá,  que luchó a favor de su pueblo, tradicionalmente oprimido por los colombianos cuando Panamá era Departamento de Colombia después de independizarse de España en 1821.  Victoriano Lorenzo luchó al lado de los liberales durante la Guerra de los Mil Días (1899-1902) en la que éstos se enfrentaron a los conservadores.

A los nueve años de edad, sus padres lo pusieron bajo custodia de un sacerdote jesuita para que lo educara.  Su padre, Rosa Lorenzo, fue Gobernador de todos los indios del Norte de Coclé.  La lucha de Victoriano Lorenzo tenía como finalidad sacar a su gente de la miseria, el hambre, la rapiña, el trabajo forzado de los indígenas, los impuestos excesivos y la violencia de los militares colombianos contra sus mujeres.  No era una lucha por principios ideológicos o intereses de partido. 

Muy joven -nació en 1864-, Victoriano Lorenzo denunció al Regidor de Capira, Pedro Hoyos, por el injusto cobro de diezmos y primicias a los indígenas. Hoyos atacó a Victoriano Lorenzo quien, en su defensa, lo mató.  El cholo se entregó voluntariamente a las autoridades y purgó 9 años de prisión.  Estudió por su cuenta y fue Secretario del Gobernador  del Cabildo Indígena.

Después de la derrota de los liberales en el Puente de Calidonia (Panamá), en 1902, Victoriano Lorenzo y sus fieles seguidores, aliados a Belisario Porras, organizaron las guerrillas que le permitieron importantes victorias contra generales conservadores de Colombia durante la segunda etapa de la Guerra.

El protagonismo de Victoriano Lorenzo coincidió con los intereses de EE.UU. de construir un Canal en Panamá, producto del cual se firmó el Tratado Herrán-Hay de 1903, entre EE.UU. y Colombia, que el Senado de este país rechazó, lo cual abrió la posibilidad de construirlo con un Panamá independiente de Colombia.   

Para facilitar el proyecto del Canal, EE.UU. envió el barco “Wisconsin”, en el cual las partes contendientes firmaron la paz  el 21 de noviembre de 1902.  En el llamado “Pacto del Wisconsin”, se declaró una amnistía para los combatientes, pero una extraña conjunción de intereses  hizo que se acusase a Victoriano Lorenzo de no acatarlo, por lo cual fue apresado mediante engaños.   El Canal no podría ser construido sin una pacificación total en Panamá.  El Pacto, que debía protegerlo legalmente, no lo salvó.  

A pesar de que el gobierno colombiano trató de interceder a última hora a favor de Victoriano Lorenzo -quien había sido nombrado General de la Séptima División del Ejército del Cauca y Panamá- un Consejo de Guerra ilegal presidido por el general Esteban Huertas -que luego propició la Separación de Panamá- fusiló precipitadamente a Victoriano Lorenzo el 15 de mayo de 1903 en la Plaza de Francia o Plaza de Las Bóvedas, sin aguardar ni respetar la contraorden.  Los únicos que festejaron su muerte fueron los hijos de la naciente oligarquía panameña y los vengativos militares colombianos conservadores que sucumbieron ante las guerrillas del cholo Victoriano.

Seis meses después, el 3 de noviembre de 1903, Panamá se separó de Colombia mediante la intervención de EE.UU., y el 18 de noviembre se firmó el Tratado Hay-Bunau Varilla que le arrebató la soberanía al naciente Estado.  Belisario Porras (amigo y compañero de armas de Victoriano Lorenzo) rechazó  el Tratado Hay-Bunau Varilla y fue enviado al exilio.  Belisario Porras era el Jefe Civil del Istmo y fue presidente de Panamá en tres períodos consecutivos, considerado uno de los más grandes dirigentes de  Panamá.

Victoriano Lorenzo, Jefe Militar del Istmo por el Partido Liberal, fue traicionado, apresado y sentenciado a muerte con la complicidad de algunos de sus supuestos amigos y de EE.UU..

Aún muerto, sus enemigos le tenían temor:  no le permitieron funeral, ofrenda floral ni la caja mortuoria que le traían sus amigos, y su cuerpo fue tirado a una carreta desvencijada que se lo llevó con paradero desconocido.  Se implantó un toque de queda hasta la medianoche para alejar y amedrentar a sus seguidores o simpatizantes y para impedir que su tumba  fuese lugar de peregrinación. 

Con su muerte, Victoriano Lorenzo se convirtió en bandera libertaria del pueblo panameño. Por tal motivo, estimo que Victoriano Lorenzo es el primer mártir del Canal “Americano” y el primer guerrillero del Siglo XX., y a él le dedicamos las siguientes décimas:

VICTORIANO LORENZO

(Al Licenciado Pablo Martínez, dirigente de la Coordinadora Victoriano Lorenzo).

¡VICTORIANO, VICTORIANO!,

CHOLO BRAVO Y GUERRILLERO.

TE MATÓ EL PUÑAL ARTERO

¡QUE SEMBRÓ EL “AMERICANO”!

1.

Baja el  agua  cristalina

que brota del bosque denso.

Es Victoriano Lorenzo,

el tigre de la campiña.

Quiere acabar la rapiña

que oprime a su pueblo hermano

el que, dándole una mano,

lo nombra su General,

gritando, ya sin bozal,

¡VICTORIANO, VICTORIANO!

2.

Genial e invicto estratega,

aunque no era militar.

No le pudieron ganar

ni en la más dura refriega.

Ante actitud palaciega

no se quitaba el sombrero,

retando con voz de acero

que “la pelea es peleando”

y eso el pueblo está gritando,

CHOLO BRAVO Y GUERRILLERO.

3.

Enredado en bejucal

cayó el tigre en la celada.

Era traidora emboscada

por la ilusión del Canal.

En un acto criminal

para nada justiciero

te enviaron al matadero

tras un “Pacto” bochornoso

y en un Consejo oprobioso

TE MATÓ EL  PUÑAL ARTERO.

4.

Tal cual Jesús, perdonó,

y tras ráfaga lanzada,

como flor asesinada

el adalid se inclinó.

Su verdugo prohibió.   

acercarse a Victoriano

y en gesto cruel e inhumano,   

no quería  que el pueblo viera  

dónde ondearía la bandera 

¡QUE SEMBRÓ  EL “AMERICANO”!.