A juicio del director de la Organización Mundial de la Salud “El mundo está al borde de un fracaso moral catastrófico en la distribución de vacunas”. Y enseguida condenó la actitud egoísta de algunos países ricos y compañías farmacéuticas.

La reacción de Tedros Adhanom Ghebreyesus está basada en datos propios como los siguientes: Mientras en 49 naciones de ingresos altos y medios se han distribuido 39 millones de dosis, en uno solo de ingresos bajos –que no mencionó por su nombre– ¡25 personas fueron inmunizadas! Por ello concluyó: “Debo ser franco: El mundo está al borde de un catastrófico fracaso moral y el precio será pagado con vidas en los países más pobres”, afirmó en su discurso de apertura del consejo ejecutivo de una agencia de la Organización de las Naciones Unidas, en Ginebra, Suiza. Denunció la actitud egoísta de los países ricos y los fabricantes de inmunológicos que buscan la aprobación reglamentaria de los países prósperos en lugar de someter sus datos a la OMS para obtener autorización a escala mundial con el fin de utilizar la inyección.

Dicho de manera llana, el gran capital que no conoce patria ni fronteras, se impone por sobre el acuerdo prácticamente unánime de la ONU, a iniciativa del presidente Andrés Manuel por medio del representante ante el Consejo de Seguridad, Juan Ramón de la Fuente, para que el Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19 (Covax, por sus siglas en inglés), creado por la OMS y la Alianza para la Vacunación con el claro propósito de brindar a los países, particularmente a los pobres, un acceso equitativo a inyecciones seguras y eficaces. El objetivo es suministrar dosis a 20% de la población de más de 170 países del Covax antes de fin de año. La OMS negocia con Pfizer sobre la inclusión de su fármaco en el programa y tiene acuerdos con Astra Zeneca y el Serum Institute de India. Mas el hecho es que de 39 millones de dosis aplicadas para combatir el virus SARS-CoV-2 que genera la enfermedad covid-19, sólo 25 se aplicaron en un país pobre. Magu lo justifica así: https://www.jornada.com.mx/2021/01/19/cartones/0

Todo porque el afán de lucro, la mayor ganancia al más corto plazo, que prevalece en los gigantes de la industria químico-farmacéutica y que por ello impusieron la firma de contratos que obligan a los gobiernos de los cinco continentes a guardar en secrecía durante un lustro los contratos firmados.

Veamos. Estados Unidos firmó acuerdos para obtener un mayor número de vacunas contra covid-19 que todo el Covax (más de 170 naciones), a base de pagar hasta seis veces más del precio que logró el mecanismo multilateral. Claro, el troglodita que se burló hasta niveles de estupidez del coronavirus, descubrió muy tarde que sin la vacuna perdería la elección presidencial… y fue derrotado.

Washington tiene acordado el acceso a 3 160 millones de dosis, lo suficiente para que 41% de la población mundial reciba la inmunización y también sobrado para inocular cuatro veces a los 328 millones de habitantes en ese país. Con lo acaparado hasta hoy puede vacunar dos veces a su población. Y todo a base de billetes verdes.

En el poco más de un mes de registro del avance de la vacunación, los reportes arrojan que Israel es el país que más vacunas ha aplicado por cada 100 habitantes, aunque niega su aplicación en Palestina en los territorios ocupados y hostigados por sistema; seguida de Emiratos Árabes Unidos, Barein, Reino Unido, Estados Unidos, Italia, Alemania, Francia, China, Rusia, México e India. Y para 2021 se contempla producir 19 000 millones de dosis del antígeno contra el coronavirus. La pregunta clave es a qué precio.

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