Manos de tierra, luchas sin fronteras
09/03/2012
- Opinión
Entre monocultivos y monopolios, envenenadas y estigmatizadas, comunidades campesinas-indígenas, de aquí o de allá, unidas y organizadas, cuidan a la misma madre. Y luchan por ella.
Fue una de las reflexiones finales del “Encuentro Nacional y Pasantía de Intercambio de Organizaciones”, convocado por la Coordinadora de Trabajadores Rurales de Misiones (Cotrum), que se desarrolló del 17 al 23 de febrero pasado en diferentes parajes de la zona Noreste de Misiones.
Se trató de una valiosa oportunidad para enriquecer y fortalecer a las comunidades sin tierra de esta parte de Nuestra América, desde la reflexión sobre problemáticas comunes hasta propuestas para la acción y la construcción política.
Por Misiones asistieron cuatro organizaciones, todas integrantes de la Cotrum: la Cooperativa Cabureí, la Comunidad Tacuara Amarilla, la UTR Cotrum (Sector autónomo de la Unión de Trabajadores Rurales de Misiones que participa de la Coordinadora) y la Organización de Productores Familiares Agroecológicos Locales (Opfal).
También participaron militantes de la Asociación de Campesinos del Valle de San Luis, el Encuentro de Organizaciones de Córdoba, y el Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), con sus centrales de Córdoba, Jujuy, Santiago del Estero, Mendoza y Buenos Aires.
La Pasantía se realizó del 17 al 20 de febrero y consistió en un intercambio entre campesinos/as militantes de organizaciones de otros puntos del país y familias de organizaciones misioneras de la Cotrum.
“Las ideas que construimos en la previa y que consideramos podían guiar el intercambio fueron tres. Que los compañeros de otras provincias conozcan la realidad de muchas de las familias misioneras: cómo viven, cómo trabajan la tierra, qué hacen en el día a día, cuáles son sus problemas, cuáles son sus esperanzas. Que pudiésemos hacer la memoria de cómo era la vida antes de estar organizados y cómo es la vida siendo parte de una organización: qué cosas han cambiado. Y que entre todos pudiésemos reconstruir los valores que dieron origen a nuestras organizaciones y que hoy nos van mostrando el rumbo; trabajar sobre nuestra identidad. En esto tenemos mucho para aprender de los compañeros del MNCI”, explicaron los organizadores a revista superficie, único medio provincial presente en el encuentro.
El encuentro
En el tercer día del Encuentro se concretó un plenario en el paraje Cabureí, a diez kilómetros de la ciudad de Andresito. “Bienvenidos Cooperativa Cabureí”, rezaba un cartel blanco de letras rojas y verdes, colocado en la pared que daba al fondo del amplio tinglado de la organización. A la derecha, la bandera roja del Movimiento Nacional Campesino Indígena, con la inscripción “Somos tierra para alimentar al pueblo”. Más abajo, entre los tablones de las mesas, reposaba una wiphala bordada. Y sobre uno de los postes, un cartel evocaba a Freire: “Sólo en la lucha se espera con esperanza”.
Allí se convocaron más de 80 militantes de las organizaciones participantes, entre mujeres, hombres, muchos jóvenes, con distintos acentos y similares inquietudes.
Luego de un almuerzo variado y sabrosísimo (guisos de fideo y arroz, mandioca, feijoada, arroz y pan casero), se conformaron cinco grupos de trabajo y se habilitó una instancia de talleres, en los que se intercambiaron impresiones, experiencias y propuestas, en base a las problemáticas discutidas en las pasantías.
A media tarde, entre mates y pan casero con mermelada (también casera), se expusieron las conclusiones derivadas de la reflexión en base a cuatro preguntas disparadoras.
“¿Qué nos llevamos del intercambio?"
Grupo 1. “La discusión fue larga. Fuimos tomando algunas palabras en especial. La experiencia, el intercambio y la organización son cosas que nos dejaron el encuentro. La organización es una fuente para enfrentar la realidad, la experiencia en base a la misma lucha o luchas similares que vamos construyendo, de algunos miedos compartidos se puede aprender y enriquecer las organizaciones. La experiencia la vivimos como hermanos, la tierra no se vende: es muy distinto el precio del valor que le podemos dar. Esta experiencia no tiene que quedar acá, es importante ver cómo podemos seguir construyendo a futuro”.
Grupo 2. “Valentía, amor y valor, ganas de superar algunas dificultades. Problemas del campo, policías y policías, bendición del agua, acuífero, guaraní. Encuentro con el vecino, pasarla bien, unidad y confianza, esperanza. Este encuentro nos deja una señal de compañerismo, recuerdos inolvidables, amistades, ganas de volver a encontrarnos, desde la organización”.
Grupo 3. “A muchos nos llamó la atención la diversidad productiva en Misiones, la cuestión de que la naturaleza es bastante generosa, llueve mucho y con poca tierra hay posibilidades de mucha producción. Nos llamó la atención también que toda la familia trabaja en la chacra, desde los más chicos, cada uno aporta. Otra cosa es que Misiones se caracteriza por tener una alta población campesina, y nos preguntábamos porqué, con poca tierra había mucha población campesina. También nos preguntábamos a quién le pertenecía la tierra, y ahí hablábamos que hay una diversidad de actores, por un lado las comunidades guaraníes, los colonos y otros. Y eso conducía e otro elemento: la complejidad de la identidad, que ante la diversidad de actores se hacía difícil la construcción de una identidad. Que muchas familias venían de Brasil o Paraguay, las comunidades guaraníes, una diversidad”.
Grupo 4. “Le pusimos a nuestro grupo como nombre 'Las gurisadas, unidas para vencer'. Experiencias, muchos saberes, amigos, soberanía alimentaria, cultura campesina. Se trabaja en familia. Nos quedan amistades, experiencias, recuerdos, lenguajes, costumbres. Estuvimos compartiendo distintas experiencias de problemas en relación a la educación, se habló de escuelas, de universidades campesinas. A veces es difícil elegir qué producir cuando uno no tiene dónde venderlo, entonces se hablaba por ejemplo de las compañeras de Mendoza, que producían tomates sin agrotóxicos, que hacían la salsa y a su vez lo vendían. Y así se compartían diferentes cosas”.
Grupo 5. “Nos llevamos más tranquilidad, distintas místicas del lugar, distintas producciones, que con fuerza y luchas se pueden lograr los objetivos, con la articulación familiar, intercambios de saberes y la defensa del modo de vida”.
“¿Qué cambió desde que estamos en el camino de la organización?”
Grupo 1. “Logramos algunos cambios de ideas. La unión hace la fuerza, desde la organización. Sólo se te ríen cuando se hace un reclamo una reivindicación, lo importante es la organización, a través de la organización es más fácil enfrentar el problema. La organización beneficia a toda la comunidad, no solo a los que participan directamente. A través del intercambio de experiencias, organización y discusión van apareciendo nuevas ideas y se van construyendo nuevas ideas. Muchas veces hay algún compañero que no aporta, es un proceso la organización, y a medida que se va avanzando no hay que mirar a los compañeros que no aportan, sino a los que si aportan, y de a poco se va a ir sumando más gente. La organización no puede quedar solamente en la discusión, sino que hay que hacer, comprometerse con el cuerpo, no solo con las ideas”.
Grupo 2. “Es más fácil entre todos pelear por un objetivo. Fijarse objetivos en común, la lucha por la tierra, expropiación, el cambio de conciencia, convencerse de la lucha conjunta, el cambio está cuando se identifica al enemigo, al modelo que domina. Poníamos como ejemplo aquí en la zona a Alto Paraná. Fortalecer la posibilidad de preservar y continuar la producción indígena-campesina de alimentos. Darse cuenta también que no estamos solos, y pasar del yo al nosotros, un paso muy importante, el cambio que se dio en algunos. Respeto a la culturas que hay aquí en el caso de Mbya Guaraní, que tienen problemas y maltratos del gobierno, rescatar que hay otros”.
Grupo 3. “Conocer otras personas, organizaciones, otras luchas y sentirse acompañado, una mirada de vida. La organización es la herramienta para solucionar los problema, decidir qué sembrar, comercializar, formarnos”.
Grupo 4. “Estamos más unidos, interesados por los problemas de los demás, intercambio con las demás provincias, trabajo digno y comunitario, mostrar nuevos modelos de vida”.
“¿Cuáles son los principales problemas?”
Grupo 1. “El problema es la tierra y resistir al desalojo, el desalojo es violento, las autoridades son violentas, tenemos que juntarnos, los grandes y la justicia nos van a querer tirar. La respuesta a eso es la movilización, la protesta y la marcha organizada. Los derechos se ejercen, sino no existen. Otro de los principales problemas es la falta de medios de comunicación para poder enfrentar y organizarse”.
Grupo 2. “Tenemos problemas por los que que se está luchando en los distintos territorios: la tierra, el agua, los agrotóxicos, la represión policial, la forestación de pino, de soja, semillas transgénicas, las transnacionales Monsanto y Cargill, las formas de cría animal con hormonas y químicos, la minería a cielo abierto, los medios de comunicación. Por otra parte, la producción del tabaco, que si la empresa te la quiere comprar o no, y lo único que te ingresa al predio es la consecuencia a la salud que te queda”.
Grupo 3. “Vemos distintos ejes: la lucha por la tierra y el desmonte. Y aquí comentábamos la producción de pino y Alto Paraná. Los modelos, el pino, la soja, los vemos como un problema común, una amenaza. También la cuestión de los agrotóxicos en la producción de tabaco. Veíamos por otro lado, como problema, cómo se puede salir de ese tipo de sistemas, qué alternativas. Y comentando distintas experiencias hablábamos que a través de la organización se puede enfrentar eso en concreto, salir adelante. Y el tema de la cooperativa, como una puesta colectiva parar salir adelante y buscar una alternativa a la producción. También hablamos del turismo, cuando mencionábamos los distintos actores que disputan con las comunidades, el turismo como un actor que emerge, parte de un mismo modelo”.
Grupo 4. “El principal problema es la lucha por la tierra, porque es la raíz de nuestras vidas. Sin la tierra no somos nada, y no podemos hacer nada. Con los compañeros decíamos que hay muchos problemas, pero lo fundamental es la tierra. Y ahí empezamos a discutir para adelante. Nosotros decimos luchar por la tierra y una producción sana, digna, y empezamos a discutir los otros problemas que vienen de la mano: la salud, la educación. Y poníamos en la organización la salida para todos los problemas. Grandes empresas, monocultivos, desigualdad de género, los monstruos, las empresas que vienen de afuera para llevarse todo. El monocultivo que avanza sobre nosotros, que va contaminando, matando. Y también la importancia de mirarnos para adentro, compartir el trabajo en la casa, que el hombre colabore más, empezar por la familia, que es el pilar de toda organización, la familia. Si uno cambia lo que a veces nos enseñan mal, en la escuela o en la iglesia de donde venimos, que nos marcan una discusión que por ahí nosotros no compartimos, es una discusión de género, que vamos aprendiendo en el camino, en conjunto”.
“¿Cuáles son las propuestas?”
Grupo 1. “Debemos seguir en la lucha para fortalecer nuestra producción, ser autónomos e independientes. Como organización el desafío es sumar más compañeros a la lucha, multiplicar, promocionar. Y para esto, hablábamos que desde el Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) hay tres momentos en el año que hacemos la escuela de formación política, el encuentro de jóvenes, la escuela de la memoria histórica, espacios habilitados para la formación de nuevos compañeros que se van sumando y los jóvenes. Y ante el silencio que nos hacen los medios de comunicación, crear medios propios”.
Grupo 2. “Organizándonos, formando nuestras herramientas para la lucha cotidiana, intercambiar experiencias. Se pueden hacer pasantías para los campesinos misioneros, para que conozcan nuestra lucha más de cerca, y para seguir en contacto. Porque algunas organizaciones nos contaban que al escuchar parece fácil, pero no es lo mismo escuchar que ver cómo es la organización, la lucha, la familia, cómo lo tenemos amarrada a nuestra piel. Hay organizaciones que tienen mucha lucha, mucha experiencia, entonces decidimos compartir esa lucha. Desde este grupo hacemos la propuesta a los compañeros que se vienen organizando, la invitación es que vayan y compartan la lucha, la experiencia, para intercambiar, porque tenemos mucho que aprender en común”.
Grupo 4. “Más allá de las problemáticas, como pueden ser el agua, la luz eléctrica y la salud, el estar organizados es la herramienta que nos permitirá enfrentar cualquier problema”.
Charla del MNCI
Tras la ronda de conclusiones tronó un grito colectivo: “¡Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza! ¡Ni un metro más, la tierra es nuestra! ¡Patria Libre, Venceremos!”
El broche de oro de esa cuarta jornada fue la charla ofrecida por militantes del Movimiento Nacional Campesino Indígena, espacio nacido en Argentina a mediados de los '90, que alcanzó la participación activa de más de veinte mil familias campesinas indígenas y barriales (del campo y la ciudad) y una acción territorial que incide en más de 100 mil familias. Además, el MNCI integra la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo y en La Vía Campesina (CLOC) - Vía Campesina, herramienta política referente en la construcción de alternativas reales a las propuestas del neoliberalismo desde los territorios.
Otro grito abrió este momento: “¡Somos tierra, para alimentar a los pueblos!” .
A continuación se transcriben algunos fragmentos de la presentación:
(Se asigna con las letras "a-b-c-d", a los diferentes interlocutores del MNCI)
MNCI (a) - "Para comenzar, esta bandera que han visto ustedes colgada durante todo el día es la bandera que aúna la lucha de todas las organizaciones de las provincias que formamos parte del Movimiento Nacional Campesino Indígena. Somos ocho provincias: Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Córdoba, Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe y Neuquén.
Cada provincia tiene un poco su propia forma de organizarse, pero en general, para contar así a grandes rasgos, las organizaciones de base, las comunidades, se juntan a veces semanalmente, cada 15 días o una vez al mes. Cada uno tiene su propia forma, pero más o menos cumplimos ese esquema.
Después tenemos también una división de tareas, que es lo que nos permite poder funcionar como organización, como Movimiento. Nos dividimos por áreas de trabajo, que son: producción, comercialización, territorio, salud, educación, formación, comunicación, y también tenemos algunas actividades de niños y jóvenes.
Hay diferentes instancias en el Movimiento que implican formación. Para nosotros la formación se da en todos los momentos, cuando estamos así, reunidos, Vamos aprendiendo cosas nuevas, compartiendo, intercambiando, pero después tenemos como momentos más claros de formación, por ejemplo uno se hace siempre en julio, que es el espacio de la memoria histórica, donde nos juntamos una vez a la semana para compartir la lucha que se está llevando adelante en cada territorio. El año pasado, por ejemplo, se hizo en Jujuy, en la puna de Jujuy, donde intentamos ver no solo la experiencia de vida, la organización, sino también la lucha que la comunidad viene haciendo contra la minería.
Después tenemos otro espacio de formación política, y también una instancia propia de los jóvenes, en donde se encuentran para ver cuáles son sus necesidades, sus expectativas, para poder charlar como jóvenes. Se hace un campamento latinoamericano una vez al año, donde vienen jóvenes de otros países a compartir durante varios días.
También vamos realizando pasantías de producción, donde por ejemplo compañeros de diferentes provincias van a Mendoza para ver cómo están trabajando la cuestión del dulce, el tomate, cómo hacen el vino; o también nos vamos a Santiago a hacer otra gira de producción a ver cómo trabajan con los cabritos.
La idea es poder compartir, intercambiar. Y después también tenemos momentos de pasantías con estudiantes, hay muchos que quieren conocer las organización, conocer cómo es la vida en el campo, entonces hay momentos en los que los estudiantes se quedan a compartir, así como nosotros nos quedamos ahora, se quedan a compartir la forma de vida, lo que están haciendo y cómo se organizan.
Y por ahí lo más lindo es la fuerza que vamos encontrando en todas esas instancias, para seguir en la lucha. Vemos que hay muchos problemas que se comparten y los podemos ir resolviendo juntos. Entonces cada tres meses, todas las provincias nos juntamos, ahora nos estamos juntando generalmente en Ojo de Agua, Santiago del Estero, que es donde se está construyendo la Universidad Campesina, una universidad para que todos los jóvenes y no tan jóvenes del campo puedan estudiar.
Nos juntamos cada tres meses a tomar decisiones, para ver qué rumbo, como Movimiento, le queremos dar a las luchas que vamos viendo."
MNCI (b) - "Para explayar un poco lo que son los plenarios, nos juntamos cada tres meses, cada organización de cada provincia manda compañeros a esa reunión, el plenario se divide en las distintas áreas de trabajo. El objeto es consensuar o definir qué es lo que se va a priorizar como lucha. Para nosotros, por ejemplo -yo soy de Red Puna, de Jujuy- conseguir el apoyo desde el Movimiento para combatir o frenar el avance de la mega-minería. Nosotros en Jujuy hay muchas comunidades de base que están en plena puna, hoy por hoy se ha dado, está en auge, se descubrió que en los salares de la puna -lugar al que nunca se dio ninguna bolilla- abajo de la sal existe un mineral que se llama litio. Ese litio se usa hoy en todo lo que es celulares, las computadoras, para hacer las baterías. Y como es muy valioso, hay empresas transnacionales que ya están explotando ahí.
Nosotros, como organizaciones de base, desde la Red Puna decidimos frenar eso, salimos a frenar eso, porque el mismo gobierno de la provincia impulsa esas explotaciones, que son “pan para hoy, hambre para mañana”. Las empresas vienen, explotan, están tres o cuatro años, después de van, y quedan todos los desperdicios tóxicos para las comunidades que hemos vivido siempre ahí.
Ese problema, por ejemplo, se lo lleva al área Territorio, del Movimiento, y se decide cuáles van a ser las estrategias para afrontar esa lucha a nivel nacional. De ahí que han surgido marchas, presentaciones al gobierno nacional. Lo mismo sucede con el problema del avance de la deforestación, de la frontera verde de la siembra de la soja en los montes santiagueños. Lo mismo los compañeros de Salta lo están padeciendo, porque el agro-negocio sigue avanzando, y sigue ocupando territorios donde habitan las comunidades aborígenes o compañeros campesinos.
Problemáticas de este tipo se analizan en esos plenarios, que se hacen cada tres meses, y se deciden cuáles van a ser las estrategias de lucha".
MNCI (c) - "Desde que decidimos ser Movimiento Nacional Campesino Indígena nos hemos puesto varias metas. Vamos intentando, en cada uno de estos encuentros, fortalecer la identidad nacional. Hay compañeros que vienen de comunidades campesinas indígenas, y de comunidades de barrios, de la periferia de Buenos aires, de Rosario, que hacen parte de nuestra organización, porque entendemos que entre el campo y la ciudad es necesario la unidad, para poder llegar a esa transformación social que decimos.
Entrar a transformarnos no solo como personas, sino también como organización. Y cuando se habla de defensa de la vida se habla de esa defensa, de lo que nos pertenece y lo que queremos y lo que queremos también dejar a las futuras generaciones, o lo que queremos dejar a nuestros hijos, porque hoy ellos no son el futuro, son el presente, y lo que hagamos nosotros, lo que entreguemos o dejemos de mezquinar depende el futuro de ellos.
En el año 2010 hemos hecho nuestro primer Congreso Nacional, donde movilizamos más de mil compañeros, de las distintas provincias, y esto fue un momento histórico en la Argentina, sobre todo para la movilización del campesinado, donde se ha podido visibilizar un poquito más, dentro del mundo de la invisibilización que tiene el campesinado, la otra forma de producir, cuidando el ambiente. Esto ha sido poner, no solamente ante los medios de comunicaron sino también ante el Estado, que somos un actor político importante, y que somos sujetos de producción y no “objetos para inversión” de empresas, para que nos hagan de un día para otro, matar a patadas en el culo, no.
Somos hombres y mujeres que hemos decidido luchar por lo que nos pertenece y por eso hemos ido armando propuestas, comenzamos a juntarnos con algunas organizaciones y una de las cosas que más nos une o que más nos urge en los territorios es el problema de la tierra, porque en muchas provincias la mayoría de las familias no tiene un título de la tierra.
Entonces como organización tampoco vamos a ir atrás del título de la tierra. Queremos que la tierra cumpla una función social, como también los bienes que hay en ella. Y concretamente para eso hicimos una propuesta con algunas organizaciones nacionales y provinciales, que es el proyecto de Ley de Freno de los Desalojos a los Campesinos: que se suspendan los desalojos y que se aplique la función social de la tierra y no que los capitales extranjeros o provinciales o nacionales la exploten como una mercancía, porque de ella dependen muchas familias y muchas y muchos estamos en eso.
Y bueno, eso ha sido también una posibilidad, de lo que contaban Lorena y Daniel, de ir conociéndonos con mucha otra gente que se siente identificada con esa meta final. Porque muchos venimos de distintos territorios, pero la cosa no es si sos blanco, sos negro, sos petiso, chueco, tuerto... la cosa es que vos agarres un destino, porque somos gente que trabajamos la tierra y comemos de la tierra. Por eso lo del campo y la ciudad. Tenemos compañeros de otras provincias que han sido detenidos, incomunicados, llevados de prepo por la policía, golpizas, quema de ranchos, y bueno, que a través de la organización ha sido posible levantarse. Y levantarse y continuar, porque esto también nos ha permitido recobrar nuestra autoestima, porque muchos antes nos hacían creer que somos negros, vagos, que vivimos allá todo sucios y no servimos. Entonces eso es demostrar que sí somos capaces y lo mostramos porque hemos ido, algunas organizaciones llevamos diez, veinte años, hemos tenido tropezones, bajones, pero siempre “con la frente en alto”, como decimos.
La cuestión es esa: poder seguir construyendo con compañeros de universidades, de otros barrios, otras organizaciones, seguir construyendo eso, respetando sus espacios, sus formas de ir construyendo, pero hacia caminos conjuntos, como dirían, de liberación del pueblo".
MNCI (d) - "Una cosita también, que es importante para nosotros como organización es fortalecer la identidad y la cultura campesina y que por eso también intentamos revalorizar todos los saberes que hay en el campo: saberes en relación a la producción, a la salud, y por ejemplo, desde salud estamos trabajando mucho con todo lo que es los yuyos medicinales, y también hacer productos medicinales que por ahí se están perdiendo y que también son parte de nuestras vidas, y que son una alternativa a lo que se está generando, esto de los medicamentos.
Otra acción importante que venimos realizando son las escuelas campesinas. Creemos que la escuelas es importante que sea distinta a como la está pensando el Estado. Que sea esto: que se den esos saberes del campo que no tienen lugar en las escuelas hoy día. En ningún lugar nos enseñan a curarnos con los yuyos o que nos enseñen a producir con los elementos que producimos. Por eso creemos que nuestras escuelas tienen que ser como nosotros creemos que tienen que ser. Por eso estamos en las diferentes provincias, abriendo escuelas, con el Estado, o no, cada provincia tiene una experiencia distinta, pero escuelas al fin, espacios donde podemos formarnos".
Encuentro con el MST Brasil
En la mañana del 21 de febrero, se realizó una visita al Asentamiento “Conquista de la Frontera” del Movimiento Sin Tierra (MST-Brasil), ubicado a pocos kilómetros de Dionisio Cerqueira, en la frontera con Bernardo de Irigoyen, Misiones.
El Asentamiento es una de las experiencias modelo del MST por el grado de cooperación alcanzado: 60 familias trabajando de manera colectiva en 1198 hectáreas comunitarias, con un nivel productivo altísimo y un marco político-ideológico que la coloca como una experiencia cierta en lo económico y de valores socialistas y humanistas en la práctica.
La visita fue coordinada desde la Dirección Nacional del MST. Allí se trazó un recorrido histórico de los orígenes del Movimiento, la lucha por la Reforma Agraria en el Brasil, la coyuntura política-económica y el momento actual del MST.
“Para nosotros es vital darle aire a algún espacio provincial en lo agrario que se construya con criterios propios, con autonomía, desde abajo y desde los problemas de las familias campesinas, que recupere la tarea de los movimientos y las organizaciones sociales: organizar a los pobres (del campo en este caso) y dar las luchas necesarias para transformar la sociedad. En este sentido, para nosotros la Cotrum, con todas sus limitaciones, es la referencia. Naturalmente que no es simpática a la elite y la institucionalidad del desarrollo rural. A la vuelta de las cosas, eso nos deja tranquilos. En todo caso, nos libera el camino para lo que más nos interesa: dedicarnos al trabajo de base y formarnos y desarrollar nuevos valores con los compañeros”, expresaron los organizadores del Encuentro una vez concluida la actividad.
- Sebastián Korol Co-director de Revista Superficie.
Fotos: Marco Reyna y Sebastián Korol
https://www.alainet.org/en/node/156394
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