USAID sigue conspirando

31/10/2011
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La estrategia subversiva para no dejar gobernar y promocionar el derrocamiento de Evo Morales, no cesa a partir de organizaciones afines a la embajada norteamericana que no cesan en sus objetivos, pese a sucesivos fracasos que incluyen la expulsión de su último representante diplomático.
 
Su agencia para el desarrollo, más conocida como USAID y que en numerosas ocasiones fue identificada como la “cara visible de la CIA” es la encargada de ejecutar agresivos planes de intervención en los asuntos bolivianos a través de recursos y programas que aparentan inocentes líneas de trabajo a favor de comunidades y dirigentes indígenas.
 
A partir del acceso campesino al gobierno en 2005, se han desarrollado varios planes subversivos como el “golpe cívico-prefectural” en 2008, coordinado personalmente por el ex embajador Philip Goldberg y cuyos propósitos eran promocionar la separación de gran parte del territorio entonces denominado “media luna”.
 
Los preparativos para ese separatismo estuvieron organizados por personajes, hoy procesados, que contrataron mercenarios encabezados por Eduardo Rozsa Flores, quien pidió veinte millones de dólares para desencadenar la violencia en 2009 con la movilización de 500 paramilitares entrenados y la cooperación de otros dos centenares de extranjeros.
 
La conspiración en las ciudades, junto a políticos de ultraderecha, se prolonga ahora a las áreas rurales donde dirigentes indígenas son entrenados por las Ong’s de USAID, con justificativos medioambientalistas, claramente direccionados a crear otro tipo de “separatismo” en base a los territorios comunitarios de origen (Tco), que pretenden constituirse en “estadillos” al margen de las leyes nacionales.
 
Poco antes de la marcha indígena, cuyo objetivo era llegar a La Paz, rechazando toda clase de convocatorias al diálogo, fue incentivada por tres “académicos” estadounidenses vinculados al Partido Demócrata, que se reunieron con dirigentes indígenas y representantes de la sociedad civil entre el 9 y 14 de julio en La Paz y Sucre.
 
Los norteamericanos enfatizaron en la propiedad sobre los recursos naturales renovables y no, en los territorios indígenas de su país, con la clara intención que los apliquen también en Bolivia. El discurso de los marchistas es precisamente ese. La USAID, NED e IRI no han dejado de operar y por el contrario los recursos son ingentes como se demostró durante la marcha que se sostuvo por más de dos meses.
 
Las denuncias contra USAID son constantes. Es bueno recordar que Juan Ramón Quintana, cuando era Ministro de la Presidencia, lo hizo reiteradamente. Dijo que una buena cantidad de Ong’s que trabajan en Beni y Pando son financiadas con justificativos medioambientales y derechos indígenas, que en realidad son líneas de subversión contra el proceso de cambio.
 
Las políticas que financia USAID están dirigidas claramente al establecimiento de territorios autónomos parecidos a las “reservas” indígenas de Estados Unidos, para luego transnacionalizarlos a través negociaciones directas con las comunidades al margen del Estado. El discurso de los líderes del Tipnis, está claramente direccionado a esa posibilidad, respaldada por la NED que es otra organización de inteligencia que encubre las acciones de la CIA.
 
Durante 2009, la NED invirtió 1.5 millones de dólares apoyando a Ong’s bolivianas y norteamericanas cuyos programas están orientados a la oposición al gobierno de Morales y con público meta indígena. Sus presupuestos para 2011 y 2012 no han disminuido. Otros programas apoyados fueron la Fundación Vida y la Oficina Jurídica para la Mujer (OJM). Sus fines aparentemente nobles esconden planes subversivos como empoderar a las mujeres indígenas históricamente explotadas y oprimidas.
 
La embajada norteamericana, mantuvo estrechos vínculos con la gobernación de Santa Cruz, sobre todo en los preparativos del “golpe cívico-prefectural”. Un informe preliminar que mencionó Quintana señala que a principios de este año, USAID entregó financiamiento a esa gobernación para la “formación de líderes en casos de emergencia” en los barrios Plan Tres mil, Pampa de la Isla y Villa Primero de Mayo. Esos “líderes” no son otra cosa que grupos de choque.
 
Los siguientes conflictos subversivos están relacionados aparentemente con problemas de tierra y territorio en los departamentos de Chuquisaca, Potosí y Beni. La NED está financiando el programa Capacitación y Derechos Ciudadanos (CDC). Este programa trabaja sobre los conflictos existentes en los tres departamentos mencionados.
 
Hace poco el alcalde de Incahuasi (Chuquisaca), fue denunciado por corrupción y falta de transparencia por cerca de dos mil dólares, suma insignificante, pero buena para el conflicto. Justamente las Ong’s como Sayariy están destinadas a promocionar la transparencia y la contabilidad de los gastos del gobierno. A falta de partidos políticos, la subversión ideológica es otra arma de la intervención norteamericana.
 
Hasta ahora, el rompimiento de relaciones con Estados Unidos no afectó de manera significativa, por tanto a la expulsión de Goldberg, debería seguir la de USAID y la totalidad de sus Ong’s. De ocurrir ello, la subversión puede tener un segundo freno como ocurrió con el separatismo.
https://www.alainet.org/en/node/153681?language=es
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