Los 13 candidatos residenciales cerraban su campañas men disintas ciudades del país. Se destacó la multitudinaria marcha del izquierdista Rafael Correa en Guayaquil. Los candidatos a la Presidencia de Ecuador cerraron ayer su campaña electoral con actos en Quito y Guayaquil, dos ciudades que representan a dos electorados diferentes, el de la sierra y el de la costa. El izquierdista Rafael Correa, que insiste en su petición de voto para "vencer a la partidocracia en una sola vuelta", lo que sería inédito en la política ecuatoriana, hizo un recorrido en caravana la zona pobre del sur de Guayaquil y para terminar con un gran mitin en el norte de Quito. En los últimos días, Correa ha sido el principal objetivo de los ataques del resto de candidatos, que le han acusado, sin una base firme, de tener problemas con los bancos y relaciones con personajes desacreditados, lo que le ha servido en sus mítines de argumento para ratificar que es el favorito de los votantes. El candidato socialdemócrata León Roldós, con una previsión de voto muy dividido entre sierra y costa, participó ayer en gran acto organizado por la coalición que le apoya, RED-Izquierda Democrática, en la plaza de San Francisco, en el centro histórico de Quito, la capital del país. En multitudinario cierre de campaña en Guayaquil, de Rafael Correa terminó en un ambiente de festejo su promoción política en Guayaquil, y por la noche de ayer cerraba campaña electoral en Quito. El aspirante izquierdista aseguró, a su llegada a la ciudad costera, que quiere ganar la Presidencia “en una sola vuelta” en los comicios del próximo domingo, y que no será necesaria la segunda el 26 de noviembre. La ciudadela Estela Maris, al sur de Guayaquil, fue el centro de la concentración de Correa para cerrar su campaña electoral en su ciudad natal, aunque la caravana recorrió unos 10 kilómetros por barrios del norte y centro de la urbe. Blandiendo un cinturón de cuero, con el que dice que va a castigar a la oligarquía y a los partidos, el líder del movimiento Alianza País encabezó una multitudinaria procesión de correligionarios y simpatizantes, la mayoría vestidos de verde, el color utilizado por Correa durante su campaña. El candidato no se ha cansado de repartir saludos a lo largo de las calles guayaquileñas por las que recorrió, encaramado en el `Correa-móvil`, un pequeño camión empapelado de carteles con la imagen del aspirante, que hacía sonar una bocina estridente para alertar a los vecinos de la cercanía de la caravana. “¿Qué es lo que pide la gente?: Asamblea Constituyente”, sonaba la canción, a ritmo de salsa, mientras la modelo bailaba para el goce de los curiosos que se apostaban en las orillas de la calle para observar el paso de la caravana, informó la agencia Efe. “Dele Correa a la oligarquía, dale Correa a la partidocracia (partidos tradicionales), vamos Guayaquil, en una sola vuelta”, arengaba el aspirante, cinturón en mano, para la dicha de muchos curiosos que festejaban cada vez que éste la azotaba contra el techo del pequeño camión. Militantes del Poder Cívico Ciudadano (PCC), uno de los tantos grupos aliados a esta candidatura, gritaban a rabiar: “`Correa, Correa, en una sola vuelta” o el estribillo de: “Qué dice la gente, Correa y la Asamblea Constituyente”, propuesta en la que el candidato ha cifrado sus anhelos de un `cambio radical` en el país. La “revolución ciudadana” que plantea Correa también se vio reflejada en un nutrido grupo de jóvenes que alentaba sin cesar a la gran caravana, que causó asombro en Guayaquil, ciudad considerada como un bastión del conservador Partido Social Cristiano (PSC), pero al que el izquierdista ha atacado permanentemente. En un tramo del recorrido casi chocaron las caravanas de los socialcristianos con las de Correa, aunque, prudentemente, la Policía desvió al grupo conservador. Ya en la ciudadela `Estela Maris` la caravana se convirtió en una multitudinaria concentración que fue abierta con la presentación de varios cantantes y grupos musicales. Ahí insistió en que, en esta oportunidad, “el pueblo tiene la correa” para castigar a los corruptos y que la Asamblea Constituyente es un instrumento de su “cambio radical”. Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
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