Miles de personas marcharon en la ciudad de La Paz en apoyo al gobierno de Evo Morales y para desterrar cualquier intento de golpe de estado. A más de cinco siglos del descubrimiento de América, Bolivia está sufriendo otro intento de colonización. Las huestes de Estados Unidos junto con los sectores del oriente rico que representan al capital internacional, están intentando, como alguna vez lo hicieron los conquistadores españoles, acabar con el ligado indígena del altiplano. Pero el pueblo boliviano les dio una respuesta y, rememorando la llamada “Noche Triste” en la que los aztecas derrotaron a Hernán Cortés, se concentró en la Plaza de Los Héroes de La Paz, para apoyar al gobierno del presidente Evo Morales y desterrar cualquier posibilidad de un golpe de estado. Con un auditorio de miles de personas, compuesto por agrupaciones de pueblos originarios, campesinos, cocaleros, y representantes de los sectores populares, el Presidente recordó el 12 de octubre y el proceso de cambio por el que está transitando su país. "Seguramente, hace 514 años, los invasores del occidente plantearon acabarnos, plantearon el extermino de los pueblos indígenas. Hemos empezado a liberarnos en Bolivia" afirmó. Agregó que lo que antes se conocía como “el Día de la Raza” ahora es conocido como el día de “la desgracia”, y que “este 12 de octubre es el día de la liberación”. La concentración en la Plaza de Los Héroes fue la culminación de la denominada “marcha por la democracia”, cuyo objetivo fue demostrar el apoyo popular a Evo Morales y disipar los rumores de golpe. El Presidente defendió la "la revolución democrática cultural", y acusó a sus opositores de propagar rumores de golpe de estado para debilitar a su gobierno. Durante la concentración, los pueblos y nacionalidades del continente Abya Yala (América), cerraron el primer Encuentro de Pueblos y Nacionalidades Indígenas, con la lectura de un documento en el que prometen vigilar en forma permanente lo que suceda en Bolivia. "Somos testigos de los graves problemas que están atravesando el pueblo y gobierno bolivianos, ocasionados por los grupos económicos oligárquicos que cuentan con el beneplácito de los Estados Unidos” afirmaron, y se solidarizaron con el “heroico esfuerzo” del presidente Morales en su afán de construir un nuevo país. El 12 de octubre no es una fecha más para los indígenas, que recuerdan el genocidio al que fue sometido su pueblo. Por eso, ven en el proceso que está atravesando Bolivia como un camino emancipador, y como un hecho de justicia histórica. En ese sentido, el dirigente quechua del Perú, Miguel Palsin Quispe, afirmó que en esta fecha no sólo se hace visible la presencia de los pueblos indígenas en la realidad continental sino que “emergemos en los procesos de transformación, y el hecho de tener un presidente indígena como Evo Morales significa que no estamos muertos”. De la misma forma, la representante del pueblo aba-guaraní, Flora Elsa Cruz, de Jujuy, Argentina, afirmó que “es un orgullo tener un hermano como presidente de los pueblos originarios, no sólo de Bolivia sino de todos los que habitamos este suelo de América. Lo vemos a él como presidente de todos los pueblos indígenas del mundo”. De igual manera, decenas de dirigentes indigenistas se expresaron en la Plaza de Los Héroes, apoyando a Evo Morales y desterrando las posibilidades de un golpe de estado. También lo hicieron miles de campesinos y representantes de los sectores populares, que descendieron desde la cuidad de El Alto para concurrir a la cita. Por otra parte, aires de tranquilidad comenzaron a respirarse en La Paz, ya que el gobierno boliviano logró un acuerdo con los mineros y los transportistas, que levantaron los anuncios de huelgas y bloqueos. El tema que más preocupaba a Morales, el enfrentamiento entre mineros cooperativistas y asalariados que la semana pasada dejó 16 muertos y 61 heridos en la localidad de Huanuni, parece encaminado. Una misión del gobierno -integrada por los ministros de Justicia, Agua y Defensa- abrió negociaciones por separado con ambos sectores y encontraron demandas comunes que podrían servir de base para un futuro entendimiento, según declaró el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada. En perspectivas de evitar nuevos enfrentamientos, el primer acuerdo con los mineros establece que el gobierno brindará asistencia económica a las familias de los muertos de ambos bandos y correrá con los gastos de curación de los heridos, algunos de los cuales podrían ser trasladados a Cuba dependiendo de la gravedad de sus lesiones. De la misma forma, un acuerdo entre el gobierno y la Confederación de Choferes de Bolivia, terminó con el paro de transporte en La Paz. El 12 de octubre finalizó en Bolivia con la esperanza de la liberación de los pueblos, y un mensaje hacia aquellos sectores que pretenden terminar con el proceso que encabeza Evo Morales: los bolivianos enfrentarán cualquier nuevo intento de colonización. Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
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