El debate sobre el Comercio Justo
Tácticas y Estrategias del Movimiento frente a la globalización
16/07/2002
- Opinión
La globalización corporativa sigue su marcha con prisa y sin pausa.
Acontecimientos recientes en el ámbito de la globalización han provocado que
activistas y organizaciones del movimiento ciudadano frente a la economía global
replanteen sus posiciones.
En consonancia con la estrategia de formar un solo mercado en el hemisferio
americano bajo la tutela de Estados Unidos (el ALCA), en enero de 2002 el
presidente George W. Bush declaro ante la OEA su intención de dar el siguiente
paso en su “marcha hacia el sur”, celebrando un tratado de libre comercio con
los países de Centroamérica (bautizado, por sus siglas en ingles, CAFTA). En
Centroamérica el anuncio provoco intensa discusión entre organizaciones de la
sociedad civil (OSC) sobre que posición tomar frente a las próximas
negociaciones con EEUU. Algunas opiniones no pudieron ser conciliadas y el
debate concluyo en rupturas en varias OSC.
En Mérida, Yucatán el 27-28 de junio de 2002, se reunieron los presidentes de
Mesoamérica a insuflar nueva vida al Plan Puebla Panamá (PPP). Un comunicado
dirigido a los mandatarios en Mérida, firmado por “representantes de los pueblos
indígenas” procedentes de los siete países centroamericanos, manifiesta “nuestra
firme voluntad de cooperar” con la estrategia integral del PPP, siempre que se
respeten los derechos de los pueblos indígenas. Estos representantes indígenas
centroamericanos llaman a crear las “condiciones técnicas, económicas y
políticas que viabilicen la inclusión del programa indígena del PPP” y demandan
la inclusión de un Comisionado Indígena que “participe con todas las facultades
en la diversas instancias del Plan Puebla Panamá”.
Este comunicado fue comentado en México, particularmente en el reciente
Encuentro Nacional sobre el PPP en Xalapa, Veracruz (28-29 de junio). La
declaración final de Xalapa matizo el rechazo que encontró el documento en
plenaria, denunciando “la campana de cooptación y divisionismo que lleva a cabo
el BID-Banco Mundial para comprar con créditos a organizaciones de productores y
ONGs con el fin de legitimar la imposición de megaproyectos y el PPP.”
En el mundo de la cooperación internacional, la familia de agencias Oxfam
publico en abril un largo estudio llamado “Cambiar las reglas: comercio,
globalización y lucha contra la pobreza”. El estudio también provoco un intenso
debate, particularmente entre los “reformistas” (que ven posibilidades de
“rescatar” a los organismos multilaterales que controlan el comercio
internacional) y los “abolicionistas” (que postulan que la desaparición de tales
organismos beneficiaria enormemente a la humanidad). (1)
Estos ejemplos de recientes polémicas tienen que ver con el orden económico
mundial que esta siendo construido bajo la tutela del gobierno de Estados
Unidos, el “triunvirato” del BM-FMI-OMC (Banco Mundial, Fondo Monetario
Internacional, Organización Mundial del Comercio) y, en menor medida, los otros
gobiernos de los países ricos, particularmente de la Unión Europea y Canadá.
Una manera de entender el debate es “entrarle” por el tema del comercio
internacional. El papel del comercio en los países pobres es especialmente
polémico. ?Que papel juega el comercio internacional en la acumulación de
riqueza, quienes se benefician, quienes pierden, quienes toman las decisiones?
Una de las posiciones, harto conocida y que no profundizaremos aquí, es la del
“triunvirato”, que dice sin reservas que el comercio favorece a “todos”, ricos y
pobres.
Otra posición, diametralmente opuesta, se basa en la constatación de que el
“libre” comercio en los países pobres ha contribuido a profundizar las
injusticias y la pobreza. El neoliberalismo, sobre el cual descansa el “libre”
comercio, ha fracasado como modelo.
En el grupo de oposición al orden económico imperante hay un abigarrado mosaico
de posiciones. Un analista, Tom Barry, distingue las siguientes categorías:
localistas, anarquistas, socialistas, social demócratas, proteccionistas,
críticos del dominio corporativo, desarrollistas, activistas de la “cláusula
social”, activistas por la democracia y “ecologistas profundos”. Anota Barry
que muchos grupos tienen importantes coincidencias en cuanto a objetivos y por
tanto “se traslapan”, y que militan en las filas de algunos grupos tanto
reformistas como abolicionistas.(2)
El reciente estudio del consorcio Oxfam “Cambiar las reglas” ha provocado una
intensa polémica. Como el titulo delata, el estudio es reformista sin tapujos,
lo cual ha levantado ampolla entre ciertos sectores. La premisa básica del
estudio, que el comercio, “bajo ciertas condiciones”, puede sacar de la pobreza
a millones de personas, es anatema para sectores mas radicales. La clave para
entender mejor la afirmación de Oxfam esta obviamente en las “condiciones” que
tendrían que existir para que el comercio internacional “trabaje” para los
pobres.
Conviene detenernos un momento para examinar lo que dice el estudio, porque
ayuda a entender la discusión hoy al interior del movimiento de oposición al
modelo neoliberal.
“Cambiar las reglas” es un informe a profundidad del comercio real, existente
hoy entre naciones, con la cruda realidad de su injusticia imperante, creada e
impuesta por los países ricos y sus empresas transnacionales a través del BM,
FMI y OMC que los mismos países ricos crearon. Es un detallado diagnostico de
como funcionan el comercio y los mercados, y donde radican las mayores
injusticias, como se crean y como se perpetúan. También establece propuestas
sobre como eliminar, o al menos disminuir, las injusticias.
Sin duda el estudio es polémico. Ha sido atacado por la derecha y la izquierda.
Pero no es apologista del libre comercio, ni de la globalización, ni el
neoliberalismo, ni mucho menos del capitalismo salvaje. Aboga, en cambio, por
la integración de políticas comerciales en una estrategia a favor del desarrollo
humano. La consigna del estudio es sencilla: el comercio internacional puede
traer beneficios para los sectores pobres del mundo. Pero tiene que existir
justicia. Si al interior de los países pobres hay injusticia económica,
política y social, entonces los ricos se quedaran con los beneficios, y los
pobres quedaran mas jodidos. Si no hay justicia, el comercio exterior solo
vendrá a profundizar las injusticias existentes.
Oxfam también señala a los actores que crean las absurdas e injustas reglas del
juego económico internacional. Los malos de la película son las grandes
empresas transnacionales, los países ricos (en especial los Estados Unidos y la
Unión Europea) y los testaferros de estos que crean e impulsan las reglas, es
decir, el triunvirato BM-FMI-OMC.
Las injusticias en el comercio internacional rayan en el cinismo. Mientras que
los países ricos exigen a los pobres abrir sus fronteras, dejando entrar los
productos, capitales y empresas de los ricos, los países pobres enfrentan
enormes barreras al tratar de exportar a los ricos. De hecho un país pobre
enfrenta en promedio cuatro veces mas barreras a la exportación de sus productos
a un país rico, que al revés.
Una de las conclusiones mas sorprendentes del estudio es que la Unión Europea es
inclusive mas injusta que Estados Unidos para dejar entrar a su interior
productos de países pobres. Pero los dos cometen otra enorme injusticia al
otorgar multimillonarios subsidios a sus grandes productores de alimentos, a la
vez que presionan sin tregua a los países pobres a que quiten todo subsidio a
sus campesinos. El resultado... pues en México lo estamos viviendo: Estados
Unidos y Canadá están haciendo dumping de maíz en nuestro país (es decir,
vendiéndolo por debajo del precio de producción real), mientras que nuestros
campesinos enfrentan cada vez mas miseria y hambre en el campo, porque ya no
pueden cubrir sus costos de producción por el desplome de precios. Para colmo
de males, el maíz gringo es transigencia.
En conclusión, las reglas del juego actual en el comercio internacional son
impresionantemente abusivas e inmorales, y sumadas a la iniquidad estructural al
interior de la mayoría de los países, están produciendo cada vez mas miseria.
Oxfam aboga por las reformas profundas, no solo en las reglas del comercio
internacional sino también por reformas estructurales al interior de los países
pobres.
?Que tipo de reformas? Nada menos que la reforma agraria (reparto de tierras),
políticas redistributivas, políticas sociales para fortalecer la educación,
salud, sanidad y vivienda, así como otras medidas “pro-pobres” que fortalezcan
su economía y permitan participar en la vida política, económica, social, y
cultural del país.
El estudio cumple con el llamado hecho desde círculos académicos, también
reformistas, de construir una “agenda mas consistente intelectualmente. Tendrá
que tener un plan de acción internacionalista, caracterizado no por la retórica
contestataria y estrategias populistas, sino por su profundidad analítica y
madurez política así como por su claro compromiso a los principios del
multilateralismo.” (2)
Pero por su compromiso hacia el multilateralismo, es decir, su llamado explícito
a la profunda reforma del triunvirato BM-FMI-OMC el estudio no será aceptado por
las voces mas radicales del movimiento, quienes, en sus expresiones mas
estridentes, acusan a Oxfam de “socavar los mismos movimientos sociales en el
mundo en desarrollo que Oxfam dice apoyar” (Anuradha Mittal, de Food First).
Hay otras debilidades. Su retrato caricaturesco y reduccionista del movimiento
por la justicia económica como un conjunto de “globalifóbicos” es lamentable. Y
un tema omitido de tremenda importancia es la migración. El estudio señala la
disparidad “chocante” entre el desarrollo de los mercados financieros mundiales
extremadamente móviles y los mercados laborales inmóviles. Pero no hace ningún
llamado, ni propone ninguna medida, para eliminar lo “chocante” de tal
situación, ni se pregunta por el derecho del trabajador de no tener que migrar y
poder emplearse dignamente en su país de origen.
Ciertamente ante este diagnostico devastador de tanta injusticia estructural, se
antojan insatisfactorios los llamados a reformar los organismos y las relaciones
de poder existentes.
Una posible interpretación de las razones detrás del reformismo del estudio
podría tener que ver con lo táctico. Al no hacer del comercio en si el culpable
de las injusticias reinantes, Oxfam le apuesta a poder llevar sus argumentos al
seno de tres públicos. Por un lado al “núcleo duro” del OMC-BM-FMI; por otro
lado a los actores políticos de la Unión Europea, EEUU y otros países
desarrollados; y finalmente también al publico en general de los países del
norte. Este ultimo publico es un aliado potencial de enorme importancia que, en
efecto, hay que educar.
?Como tocar las fibras sensibles de ese publico? El informe de Oxfam le apuesta
por el lado ético: las reglas actuales son injustas y millones padecen pobreza
por culpa de ellas. Como dijo el autor principal del informe de Oxfam, “yo creo
que si la mayoría de los europeos supiera lo que sus gobiernos están negociando
en su nombre, estarían enfurecidos, y pienso que también es cierto de la mayoría
de los estadounidenses”.
Pero lo interesante en lo táctico no le quita problemas a lo estratégico.
Es en lo estratégico donde el connotado abolicionista filipino Walden Bello mas
cuestiona el informe:
“Es probable que en el meollo de nuestro debate con Oxfam haya [...] posturas
divergentes sobre temas estratégicos, sobre las prioridades que debe tener el
movimiento en este momento y como avanzar en su consecución. La estrategia
tiene que responder a las necesidades del movimiento en la lucha contra la
globalización corporativa. Esta solo puede ser derivada al identificar el
objetivo estratégico, valorando con precisión el contexto global y la coyuntura,
y elaborando una estrategia efectiva y un repertorio táctico que responda a las
particularidades de la coyuntura.”
Para Bello, el objetivo estratégico se centra en la detención y reversión de la
liberalización en el comercio y en áreas relacionadas con el comercio que esta
impulsando la OMC. Ese objetivo tiene que ser la prioridad, dice Bello, para la
Quinta Reunión Ministerial en noviembre de 2003 en Mérida, Yucatán.
Para Bello el esfuerzo de todo el movimiento no puede centrarse en “inútiles”
reformas, sino en la profundización de la crisis de legitimidad de todo el
sistema. Inclusive Bello va mas allá: hay que eliminar, no transformar, no
reformar, no regular, la corporación transnacional. Los ejemplo recientes
(Enron, WorldCom, Disney, Arthur Andersen, etc.) de la podredumbre imperante
entre las transnacionales no son excepciones, dice Bello, sino la norma del
comportamiento corporativo.
Dice Bello que la corporación transnacional se ha vuelto obsoleta:
“Es la corporación que sirve de grillete al movimiento de la humanidad hacia
nuevos y necesarios arreglos sociales para lograr los quintaesenciales valores
humanos de justicia, equidad, democracia, y para lograr un nuevo equilibrio
entre nuestra especie y el resto del planeta. El deshabilitar, desempoderar, o
desmantelar la corporación transnacional deberá ser prioritario en nuestra
agenda como un fin estratégico.”
Lo que no aclara Bello, por lo menos en su debate con Oxfam, es como se lograra
ese objetivo estratégico en Mérida. Sin duda al menos algunas acciones tácticas
detrás de la estrategia postulada por Bello descansaran en una campana de
información, a nivel mundial, sobre las injusticias de las estructuras e
instituciones actuales. Sin duda, el informe de Oxfam serviría precisamente
como insumo en una campana mundial de información, gracias a su profusa
documentación.
Las reflexiones sobre estrategia también son validas al retomar el caso de las
próximas negociaciones que habrá sobre el “libre” comercio con Estados Unidos a
medida que ese país promueva el ALCA. Varias organizaciones de incidencia y
cabildeo han apostado al logro de tratados comerciales “justos y sostenibles”
con Estados Unidos, mediante la presión ciudadana. Se habla de lograr “acuerdos
paralelos” en materia laboral, ambiental, migratoria y de derechos humanos.
Asimismo se comenta la posibilidad de presionar para que se deje fuera al sector
agrícola de tales tratados, por las disparidades que existen entre la
agricultura de EEUU y de América Latina.
Se antoja razonable preguntar por la visión estratégica de largo plazo.
Ciertamente una campana de incidencia como tal no parece estar encadenada hacia
objetivos de largo plazo, y parece desvinculada de los reclamos mas sonados
entre las organizaciones sociales. Corre el riesgo de conducir hacia un
callejón sin salida si los esfuerzos de cabildeo no reportan frutos en las
negociaciones. Al involucrar a la sociedad civil en la campana, otro riesgo del
enfoque es que podría legitimar no solo las negociaciones sino también las
relaciones comerciales que están supeditadas a un marco regulatorio totalmente
inicuo e inmoral, diseñado por los gobiernos del norte, las empresas
transnacionales y el triunvirato BM-FMI-OMC, y que bajo ninguna circunstancia
estará en la mesa de negociaciones del ALCA.
El debate seguirá, sin duda, esta semana en Managua, Nicaragua, cuando la
sociedad civil se reúna en el III Foro Mesoamericano “Frente al PPP el
Movimiento Mesoamericano por la Integración Popular”.
(1) El estudio “Cambiar las reglas”, en español y otros idiomas, así como el
debate que ha provocado, pueden consultarse en
href="http://www.maketradefair.com/" eudora="autourl"www.maketradefair.com
(2) Tomado de “Global Economic Governance: Strategic Crossroads”, de Tom
Barry, Foreign Policy in Focus, Discussion Paper, septiembre 2001, href=
"http://www.fpif.org/" eudora="autourl"www.fpif.org.
Otras fuentes:
* Algunas criticas al estudio de Oxfam pueden consultarse en español en
href="http://www.foodfirst.org/" eudora="autourl"www.foodfirst.org
* Las opiniones de Walden Bello están en href="http://www.focusweb.org/"
eudora="autourl"www.focusweb.org
* Para una interesante clasificación de las principales tendencias del debate
aquí reseñado, desde la izquierda hasta la extrema derecha, y de la futilidad de
hacer alianzas fuera de la izquierda, ver el articulo de Patrick Bond, “Strategy
and self-activity in the global justice movements”, en Foreign Policy in Focus,
septiembre, 2001, href="http://www.fpif.org/" eudora="autourl"www.fpif.org
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