El fantasma de la destrucción nuclear cobra vida con la política del Pentágono - El Times neoyorquino denuncia el intento de construir nuevas armas atómicas Si cualquier país hubiera anunciado el desarrollo de nuevas armas nucleares y hubiera mencionado que estudia ataques preventivos contra naciones amenazantes, Washington lo hubiera catalogado de inmediato como un "Estado peligroso". Ahora bien, cuando es el Pentágono quien recomienda la fabricación de armas nucleares para ser utilizadas en el caso de respuestas en la guerra contra el terrorismo -"si hay un ataque iraquí contra Israel o sus vecinos, de Corea del Norte contra Corea del Sur o una confrontación china para anexionar Taiwan"- no existe motivo de alarma en la Casa Blanca. La crítica no procede de la edulcorada Europa ni del eje anti- estadounidense. Es el propio The New York Times quien la formuló en un medido artículo editorial ayer, martes 12, asumiendo cierto riesgo de ser tachado de anti-patriótico en los actuales tiempos de guerra. (El Times se desmarca, además, así del conservadurismo adoptado por The Washington Post, que está anotándose buena parte de los scoops o primicias informativas del momento). El rotativo neoyorquino subraya que "las armas nucleares no son una parte más del arsenal nuclear" y deduce que "si las propuestas del Pentágono se convierten en la política de América, los países pueden concluir que no tienen motivos para permanecer como países sin armas nucleares siguiendo el tratado de No Proliferación nuclear". El peligro de que naciones sin armas nucleares se apunten al club atómico Hasta ahora se había entendido que el poder militar atómico sólo se utilizaría cuando estuviera amenazado el interés más básico o peligrara la propia supervivencia de la nación. Si logra implantarse la nueva doctrina del Pentágono, en estos tiempos de miedo y paranoia en EE.UU., la seguridad del mundo empeoraría notablemente. Países que han renunciado a esta tecnología al estimar que nunca serían atacados con tales armas verían de pronto la necesidad de protegerse. Los terroristas de todo signo, y los estados que los amparan, encontrarían, además, motivo adicional para apuntarse al club nuclear y el mercado de instrumentos de destrucción masiva cobraría nuevo vigor. ¿No ve el Pentágono que proteger América aislándola supone un riesgo innecesario para todo el mundo? ¿Tan poco importa el exterior de EE.UU.? Bush debe corregir y rectificar el deseo armamentístico del complejo militar-industrial del país que parece gobernar la política USA al amparo del miedo. www.iblnews.com