Las FARC, están jugando a fondo para salir de la guerra y ampliar la democracia

21/04/2013
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Las FARC, son poco conocidas por el país, la acción mediática y su empecinamiento en mantenerse férrea en sus posturas y por supuesto el ejercicio de una acción violenta y criminal le han ganado una amplia animadversión en las mayorías urbanas, que no entienden ni respaldan su persistencia en una acción que tantos dolores han causado, por supuesto, ellos igualmente han sufrido los rigores de la violencia, en un espiral de mutuas recriminaciones y escaladas de acción violenta hasta el día de hoy.
 
Las FARC, apostaron a derrotar al Estado y no lo lograron, apostaron a aumentar su presencia territorial y fuerza armada y crecieron de 44 combatientes en 1964, hasta lograr una fuerza de 20.000 combatientes al finalizar el proceso del Caguán en 2002, con presencia en un tercio del territorio nacional, lo cual fue revertido por la acción de la fuerza pública, el liderazgo del Presidente Uribe y un amplio respaldo ciudadano, que les propinó duros golpes, que los redujeron a la mitad entre 2002 y 2008, golpearon duramente al secretariado y los desalojaron de importante territorios en los alrededores de Bogotá, Medellín y Cartagena, donde se habían logrado instalar en los años noventa, que fue su década de mayor proyección.
 
Con la muerte de Manuel Marulanda Vélez y el ascenso de Alfonso Cano, como comandante general de las FARC, se abrió un debate en su columna de dirección sobre el estado y rumbo de las FARC, fueron dos años intensos de intercambio y debate, en una organización que funciona sobre los principios de debatir y tomar sus decisiones de manera colectiva, este proceso llevó a un proceso de definiciones, que marcan el rumbo de la actual situación, donde hay una mesa de negociaciones, con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, las FARC han decidido poner fin al alzamiento armado, construyendo un acuerdo que reivindique su historia de medio siglo de levantamiento armado y de respuesta a los orígenes del conflicto armado y ello se expresa en la agenda acordada y en trámite, allí se encuentran las raíces del conflicto; orden rural excluyente y garantías para la competencia política, los otros temas, alimentaron en conflicto y son su consecuencia: narcotráfico y víctimas.
 
Hoy que se discute en el país por la cohesión interna de las FARC para avanzar en un acuerdo, las posibilidades de que este proceso sea exitoso y lleve a un desarme de las FARC, los contenidos y los mínimos que sean aceptables por las partes para proponerle un acuerdo a la sociedad Colombiana, hay que tener presente que las FARC son una organización que ha demostrado capacidad para mantenerse presente en el debate y la realidad de Colombia, por más de medio siglo y que si hoy está en este proceso, después de enfrentar un pulso militar de más de una década y que continúa, sabiendo que su proyecto de imponerse militarmente no tiene ninguna viabilidad y que las comunidades con las que ha convivido y compartido, quieren lograr reformas concretas, que hagan posible una vida digna para ellas y sus familias, todo lo anterior nos ubica en el reto que tiene las FARC, para aplicarse en la construcción de un acuerdo y salir con la cabeza en alto y seguir compitiendo sin armas  con sus argumentos y propósitos en una sociedad como la Colombiana, donde hay mucho por reformar y construir.
 
La octava ronda de diálogos y negociaciones inicia la semana entrante en La Habana y contará con la presencia de Pablo Catatumbo, un peso pesado del secretariado de las FARC, lo cual hay que interpretar, como una nueva señal del compromiso que tienen en construir un acuerdo, no cualquier acuerdo, sino uno que valoren como sustancial y que siente las bases para un nuevo momento de la sociedad colombiana, donde sea posible la emulación de proyectos políticos, sin ejercicio de violencia ni exclusiones inaceptables, como las que están en el origen de este conflicto armado.
 
Hay que mantener el seguimiento y la participación ciudadana en este proceso que debe dejarnos una Colombia, con una mejor democracia y un orden social de mayor equidad.
 
 
Luis Eduardo Celis
Integrante de la Fundación Paz y Reconciliación, PARES
 
Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 347
Semana del 19 al 25 de abril de 2013
Corporación Viva la Ciudadanía
 
https://www.alainet.org/de/node/75544
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