Las tesis de Pulacayo y su continuidad histórica
- Opinión
Dentro de la luchas sindicales, a nivel mundial, muy pocas han tenido la importancia histórica como aquella realizada por los obreros mineros de Bolivia en 1946.
Su legado principal es el de no haberse restringido a una lucha de reivindicación. Los obreros mineros fueron conscientes de que ellos podían, y debían, construir una nueva economía y una nueva sociedad. Es la gran enseñanza de las Tesis de Pulacayo [i] y de sus mentores, la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia en 1946.
Las tareas democrática-burguesas y el socialismo en las Tesis de Pulacayo
En el punto 4 de la Introducción de las Tesis de Pulacayo se señala que “La particularidad boliviana consiste en que no se ha presentado en el escenario político una burguesía capaz de liquidar el latifundio y las otras formas económicas precapitalistas, de realizar la unificación nacional y la liberación del yugo imperialista”.
Esta frase deja claramente expresado el sentimiento de que, ante todo, debemos realizar las tareas democrática-burguesas consistentes en eliminar “otras formas económicas precapitalistas”. De ello se infiere que, si en el país la burguesía no es capaz de realizar esa tarea histórica, en la evolución de los procesos de trabajo, corresponde a la vanguardia del proletariado realizarlo, previa a la instalación del socialismo.
Este pensamiento queda explicitado en el mismo punto 4, de esta manera. “Tales tareas burguesas no cumplidas son los objetivos democráticos-burgueses que inaplazablemente deben realizarse.” Por consiguiente, corresponde a los obreros mineros de realizarla. Esto es lo que se acuerda en el 3er Congreso de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), realizado en Pulacayo, y que será conocido como las Tesis de Pulacayo.
Entonces, los trabajadores mineros se comprometen a jugar el rol que corresponde a los burgueses, y para beneficio de los burgueses, presentes y futuros que nacerán en dicha tarea. Un error de comprensión teórico, como lo veremos más adelante, y que ya perdura durante un siglo.
Aun cuando las Tesis de Pulacayo señalan que “El proletariado de los países atrasados está obligado a combinar la lucha por las tareas demo-burguesas con la lucha por las reivindicaciones socialistas”, dejan abierta la ventana para recalcar que primero se deben realizar las tareas democrática-burguesas, para beneficio y fortalecimiento de los burgueses, dado que no existen todavía las condiciones para instaurar el socialismo.
En este sentido, no puede ser más claro el punto 1 de la sección “El tipo de revolución que debe realizarse", de las Tesis de Pulacayo: “Señalamos que la revolución democrático-burguesa, si no se la quiere estrangular, debe convertirse sólo en una fase de la revolución proletaria. Mienten aquellos que nos señalan como propugnadores de una inmediata revolución socialista en Bolivia, bien sabemos que para ello no existen condiciones objetivas.” (Las negritas son nuestras).
La expropiación de la Plusvalía a los expropiadores y los desarrollos teóricos recientes
Los conceptores de las Tesis de Pulacayo estuvieron a un paso en la comprensión teórica de la página más triste de la historia de la humanidad y que hubiera cambiado el contenido y el futuro de las revoluciones a venir.
En el punto 1 de la sección “Lucha contra el colaboracionismo clasista” de las Tesis de Pulacayo se anota que, “La lucha de clases es, en último término la lucha por la apropiación de la plusvalía” que es expropiada por los capitalistas a los asalariados. “Nuestro objetivo, afirman los mineros, es la expropiación de los expropiadores.”
Es decir que la apropiación de la plusvalía que es retenida sin razón alguna por los capitalistas, es el objetivo supremo de la revolución proletaria.
Una conclusión que, bien meditada en su desarrollo, hubiera dado un giro realmente asombroso a los trabajos teóricos del marxismo y otros. Lastimosamente, a partir de dicha frase teorizada por Karl Marx, se opta por seguir el hilo del pensamiento del autor enfrascado en sustentar una Teoría de la Explotación del asalariado en base a la plusvalía, lo que impide formular, a partir de la misma frase y del mismo concepto de plusvalía, una Teoría del Cambio de la economía y de la sociedad en su conjunto. Veamos.
Una de las formas de medir el resultado de una actividad económica de un país, durante un período determinado, es el Producto Bruto Interno (PBI). Se sabe igualmente que, en términos generales, el PBI es igual a la suma de la masa de salarios (W) de los trabajadores del país, y de la masa de ganancias (G) realizadas por las empresas.
PBI = W + G
Sabemos igualmente que, la masa de ganancias corresponde a la masa de la Plusvalía retenida por los patrones de las empresas capitalistas.
A partir de la apropiación de las ganancias de las empresas capitalistas; dicho de otro modo, a partir de “la apropiación de la plusvalía” a los expropiadores, propuesta en las Tesis de Pulacayo, existen dos formas de interpretación.
La primera forma de interpretación consistiría a pensar que la totalidad del resultado de la actividad económica de un país (PBI) debería volver únicamente sobre los trabajadores (T). Una parte en forma de salarios por el trabajo realizado (W) y, otra parte, en forma de repartición igualitaria de la totalidad de las ganancias (G) entre todos los trabajadores (T), a partir de la expropiación de la plusvalía a los expropiadores. Es decir:
PBI = W + (G / T) (1)
Si
(G / T) = r
Entonces,
G = rT (2)
Remplazando 2 en 1 se tiene que:
PBI = W + rT
Con esta primera forma de interpretación, los trabajadores, al recibir la totalidad del PBI del país, a través de sus salarios y de la repartición igualitaria de las ganancias, se convertirían en los amos del resto de la sociedad; es decir, se convertirían en los amos de todas las personas en edad de trabajar pero que no tienen trabajo, de los niños, jóvenes, adultos, amas de casa, inválidos, etc). Una alternativa de solución no viable con el pensamiento socialista.
Otra forma de interpretación, y la más viable con el espíritu del socialismo, es que la totalidad de las ganancias (la totalidad de la plusvalía, en términos marxistas) sea repartida, en partes iguales, entre todos los habitantes del país (N). Es decir:
PBI = W + (G / N) (4)
Si,
G / N = r
Se tendría:
G = rN (5)
Remplazando 5 en 4 se tendría:
PBI = W + rN (6)
De esta forma, la totalidad del PBI se repartiría entre la totalidad de la población del país (N) de la manera siguiente: los trabajadores recibirían su salario en función del trabajo desarrollado (W) y, todos los miembros de la sociedad (N), incluido los trabajadores, recibirían una fracción alícuota de la totalidad de las ganancias (G) de las empresas.
Con ello se hubiera llegado fácilmente a la noción de Repartición Igualitaria del resultado neto de la actividad económica. Es decir, reacomodando la ecuación 6 se tendría:
(PBI – W) / N = r
Una solución teórica que hubiera iluminado con otro día a las revoluciones a venir.
Esta es una alternativa de solución no solamente viable con el pensamiento socialista sino también con una práctica realizada por los pueblos originarios del Tawantinsuyo y los grupos sociales en los albores de la humanidad.
Pero hay algo más. A partir de esta solución teórica, al estado puro, se pudo muy bien llegar a la proposición de una aplicación práctica, si tomamos en consideración las Tesis de Pulacayo en donde se afirma que los pequeños y micro empresarios son los aliados de los mineros y campesinos.
Una aplicación concreta de la Repartición Igualitaria
Así tenemos que en el punto 1 del parágrafo “Lucha contra el colaboracionismo clasista” de las Tesis de Pulacayo se anota lo siguiente: “La revolución proletaria en Bolivia no quiere decir excluir a las otras capas explotadas de la nación, sino la alianza revolucionaria del proletariado con los campesinos, los artesanos y otros sectores de la pequeña-burguesía ciudadana”. Una frase que es copiada una mil veces por los activistas del marxismo en todas partes del mundo, y que contiene una realidad generalmente no tomada en cuenta en las reflexiones teóricas.
Es el hecho de que el sector económico de las pequeñas y micro empresas, y que por lo general son millones de empresas en cada país, seguirán existiendo incluso en una economía socialista. Estas empresas seguirán existiendo con un tipo de repartición de las ganancias en la forma de repartición individualista; es decir que, la totalidad de las ganancias (de la Plusvalía) pertenecerá al propietario de la empresa.
Como anécdota podríamos anotar la exclamación de Vladimir I. Lenin, en los inicios de la Revolución Rusa, al no poder eliminar a “los pequeños productores de mercaderías”. Aquí sus palabras: “Suprimir las clases no es solamente botar a los terratenientes y a los capitalistas, lo que nos ha sido relativamente fácil, es también suprimir los pequeños productores de mercaderías […]. Es mil veces más fácil de vencer a la gran burguesía centralizada, que de vencer a los millones y millones de pequeños patronos.”[ii]
Y lo cierto es que dentro del rubro de esta actividad económica están, en una gran parte, los creadores, innovadores, descubridores e inventores, actividades imposibles de eliminar. Más aún, cuando el nuevo proceso de trabajo en curso de instalación, el Proceso de Trabajo de Concepción, generalmente llamado economía inmaterial o economía cognitiva, tiene como trabajador al conceptor, elemento fundamental de la nueva economía.
Entonces, el hecho de prever la existencia de dicha franja de actores de la actividad económica, incluso en una economía socialista, nos conduce a aceptar que el modelo socio-económico alternativo al Capitalismo, y de aplicación práctica, deberá realizarse en una economía de mercado con dos sectores.
En un sector, que podemos llamar “sector 1”, estarían todas las pequeñas y micro empresas que se caracterizan por una apropiación directa del resultado neto de sus actividades económicas (apropiación directa de la Plusvalía) y, en un “sector 2” estarían todas las empresas a repartición igualitaria de sus ganancias. Aquellas que las llamo empresas-país.
De donde, el sector 2 de la economía de mercado tendría la siguiente estructura de repartición del resultado de su actividad económica (PBI2):
PBI2 = W2 + G2 (4)
G2 / N = r
G2 = rN (5)
Remplazando 5 en 4 se tendría:
PBI2 = W2 + rN
Con ello, la estructura de la actividad económica habría permitido, en forma natural, eliminar el binomio pobreza-riqueza, puesto que la totalidad del resultado de la actividad económica (del PBI) volvería, en partes más o menos iguales, a todos los habitantes del país. Es decir:
PBI = PBI1 + PBI2
Remplazando por los componentes del PBI tanto del sector 1 como del sector 2, tendremos:
PBI = W1 + G1 + W2 + rN
PBI = G1 + W + rN
O sea que el PBI del país será repartido en partes más o menos iguales entre la masa de las ganancias de los empresarios del sector 1, la masa de salarios de los trabajadores tanto del sector 1 como del sector 2, y la Remuneración de Base (r) que recibirá cada uno de los habitantes del país (N).
Es cierto que en este modelo socio-económico de aplicación práctica existen diferencias de ingresos monetarios entre los habitantes del país, que son resultado de las diferentes habilidades de cada uno de los trabajadores, así como de la duración en sus puestos de trabajo, pero en ningún caso será el resultado de una relación de dominación de un ser humano contra otro ser humano.
Por otro lado, las empresas que conformarían el sector 2 de una economía de mercado, estarían conformadas por empresas bajo la modalidad de propiedad comunitaria puesto que todas ellas pertenecerían al país, única forma jurídica para mantener en el tiempo la decisión de la repartición igualitaria tomada por la comunidad.
La “expropiación de los expropiadores” hubiera tenido un resultado diferente al que nos enseña la historia de Bolivia a partir de 1952.
Saint-Nazaire, Francia, 29 de agosto del 2020
Notas
[i] La Tesis Central de la FSTMB, o más conocida como Las Tesis de Pulacayo, es un documento aprobado en el 3er Congreso de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, que se desarrolló en noviembre de 1946 en la ciudad de Pulacayo, Bolivia.
[ii] LENINE V., [1920] La maladie infantile du communisme ("Le Gauchisme"), Editions en langues étrangères, Pékin, 1976, p. 30-31
Dr. Hugo SALINAS
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