Perú: Por la inclusión y respeto al derecho a la afiliación política
- Opinión
En medio de uno de los capítulos más dramáticos en materia de salubridad, de la historia republicana del Perú, la insalubre situación política y económica agoniza sin encontrar horizonte optimista. No podría ser de otra forma, un país corroído por la indolencia, el despotismo y la corrupción se cae a pedazos en medio de una calamidad como la pandemia que tiene al mundo entero al borde del abismo. Y es en este complejo contexto en donde el espectro electoral del 2021 se aproxima en el enrarecido panorama.
Como lo sostuvimos en el artículo anterior[1] el Estado Peruano ha estado violando, en franca afrenta contra el Estado de Derecho y el orden constitucional, desde el éxodo peruano de los años 80´- 90´, el derecho a la libre y voluntaria afiliación política. Evidentemente esto no era un problema ni una necesidad que fuese advertida y esto debido a que otrora el sistema electoral aceptaba adhesiones partidarias por medio de firmas. Sistema que, en cierta forma, suplía la necesidad de contar con una militancia debidamente registrada. Es así que, para ser partido se necesitaba de las firmas del simpatizante, o de las compras de firmas, y el resto, salvo excepciones, era pura y dura maquinaria electorera.
Ahora la realidad es otra. El sistema de adhesiones por medio de firmas, esa durísima historia, que peruanas y peruanos en las más inverosímiles situaciones, salían con padrones a cazar firmas en medio de plazas, mercados y calles, ya es cosa de la “vieja república”. Ahora la entidad electoral exige 24,700 inscripciones, las cuales sólo pueden ser realizadas por personas que residen en el Perú. La comunidad peruana en el exterior se encuentra excluida de dicho derecho.[2]
Esto quiere decir que la ciudadanía peruana con derecho a sufragio y a elegir como a ser elegid@s solo puede ejercer su derecho político por medio del voto sin ser considerad@ como militante ante el Registro de Organizaciones Políticas (ROP). Lo que empeora la situación, de organizaciones políticas como el Movimiento Nuevo Perú y otras, es la coyuntura caótica en donde la prioridad de la ciudadanía es salvarse como sea posible en medio de un endeble, y catastrófico Estado, que implantó a los pobres la ley del “sálvense quien pueda” y a los ricos la ley del “a ustedes lo salva el Estado”. Hecho que quedó más que demostrado con el plan de Reactivación económica y la sempiterna lógica de una económica extractivista fiel a los principios coloniales. Al actual presidente del Perú, y su sequito, no le caería nada mal ser comparados con la vieja estructura virreinal supuestamente desplazada por la republica.
No obstante, en medio de este contexto de dramática situación de desempleos, despidos masivos, quiebre de negocios y bajas laborales por razones de salud, organizaciones políticas inciden desde el Perú por la pronta puesta en marcha del sistema digital para afiliaciones y desde el exterior la comunidad peruana[3] empieza a movilizarse, como p.e por medio del portal https://www.change.org y el petitorio Exigimos reconocer derecho a la afiliación política de la Comunidad Peruana en el Exterior
https://www.change.org/afiliaciónpolíticacomunidadperuanasextranjero el cual tiene por finalidad incidir a favor de la recuperación del derecho constitucional a la libre y voluntaria afiliación política (Ley No 28094, art. 18, 2003) así como defender el derecho a la igualdad ante la ley (artículo 2º inciso 2, Constitución Política del Perú) sin exclusiones ni discriminaciones como se viene ejecutando hasta el día de hoy. ¿Cuál será el rumbo que tome la historia electoral y política a partir del 30 de septiembre fecha en la cual deben presentar los padrones de afiliaciones las nuevas organizaciones políticas? ¿Cuáles serán las alianzas o alianza que lleve a la izquierda a tentar una vez más posicionarse en las elecciones del 2021?
Aunque parezca absurdo hacerse estas preguntas en medio de la catástrofe, por la cual atraviesan miles de compatriotas, el escenario político electoral es una realidad a la cual no podemos evadir sin dejar de lado las acciones de organización y prevención que la coyuntura nos demanda. Esta es una oportunidad para la Comunidad Peruana en el Exterior de contribuir en el proceso de transformación radical que el Perú demanda. El petitorio por la reivindicación del derecho a la libre y voluntaria afiliación política es sólo una muestra de esa cadena de derechos civiles, sociales, económicos, culturales y políticos históricamente invisibilizados dentro y fuera del país.
¡Los pueblos tienen la palabra!
[1] Perú: Militancia partidaria desde el exterior también es un derecho (31/07/20). Dirección URL: https://www.alainet.org/es/articulo/208214. Revisado: 05/08/20.
[2] Ley de Organizaciones Políticas No 28094, art. 18 (01/11/2003) modificada por la Ley No 30995 (26/08/19).
[3] Según el documento, elaborado y remitido por el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) son 23 millones 825,154 de electores que se encuentran en territorio nacional y 974,230 los residentes residen en el extranjero.
Del mismo autor
- Si Venezuela fuera una dictadura, ¿qué sería Colombia? 07/05/2021
- Venezuela y Bolivia: Aproximación al uso coactivo del principio de DDHH 23/03/2021
- Descuentos electorales en el Perú 03/03/2021
- CEPAL: mujeres doblemente asesinadas 12/02/2021
- Ecuador: Veedores electorales, imparcialidad y soberanía de los pueblos 05/02/2021
- América Latina: Elecciones en tiempos de pandemia y giro de timón 02/02/2021
- La transperuanidad tiene la palabra 14/12/2020
- Perú: Por la inclusión y respeto al derecho a la afiliación política 06/08/2020
- Perú: Militancia partidaria desde el exterior también es un derecho 31/07/2020
- ¿Será en el Perú la izquierda opción electoral de la derecha en el 2021? 29/07/2020